Investigadores desmienten que beber poco alcohol sea bueno para la salud

Aunque consumir poco alcohol puede reducir el riesgo de infarto de miocardio, los perjuicios para otras enfermedades son mucho mayores

(Pixabay).
Agencia DPA
Ciudad de México /

Algunos estudios epidemiológicos en países anglosajones habían observado que tomar una o dos bebidas alcohólicas al día se asociaba con menor mortalidad por enfermedad cardiovascular, sin embargo un estudio, liderado por investigadores españoles, muestra que beber poco no aporta ningún beneficio a la salud.


Estudios más recientes han demostrado que, aunque consumir un poco de alcohol puede reducir el riesgo de infarto de miocardio, los perjuicios para otras enfermedades, y especialmente para el cáncer, son mucho mayores; por ello, incluso pequeñas cantidades de alcohol podrían dañar la salud.

Para dar luz a estudios contradictorios, investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, estudiaron a más de 2.000 personas mayores de 65 años que bebían alcohol o eran ex bebedores, y recogieron datos sobre su consumo de alcohol a lo largo de la vida, otros estilos de vida, enfermedades, etc.

Cuanto más se bebe, mayores niveles de gdf-15

Los investigadores también midieron GDF-15 en sangre, un biomarcador de carga de enfermedad crónica que se encuentra elevado cuando existen enfermedades, incluso cuando todavía no han aparecido síntomas. El estudio utilizó métodos muy rigurosos de análisis de datos, como considerar todo el alcohol consumido a lo largo de la vida, en lugar de solo el consumido en la actualidad.


"Esto permitió asignar a los ex bebedores a los grupos de bebedores que les corresponderían según el alcohol consumido a lo largo de la vida en lugar de eliminarlos de dichos grupos. Así se evitan errores habituales en estos estudios, puesto que muchos ex bebedores dejaron de beber por problemas de salud, y al eliminarlos se podría observar una aparente mejor salud en los que siguen bebiendo", explican los autores.

Además, los investigadores estudiaron por separado a las personas con diabetes o enfermedad cardiovascular y a las que no tenían estas enfermedades, para de este modo establecer si el alcohol influye sobre la salud. También tuvieron en cuenta muchas características de los participantes, tanto sociodemográficas como de estilos de vida.

Los autores encontraron que en las personas sanas (sin diabetes ni enfermedad cardiovascular), el consumo de alcohol solo se asoció a los niveles de GDF-15 en los que bebían mucho (más de dos copas diarias las mujeres y más de cuatro los hombres), aumentando un 2,7% con cada copa de alcohol.


Por el contrario, en las enfermas, las que bebían mucho, tenían niveles de GDF-15 un 27% más altos que las que bebían poco (menos de una copa diaria en las mujeres, y menos de dos en los hombres). Además, el GDF-15 aumentaba casi un 2% con cada copa de alcohol.

​DAG

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