¿No duermes bien? Podría ser culpa del periodo menstrual

Un estudio encontró una relación entre los niveles de hormonas previo a la menstruación, la reestricción calórica de las dietas y la calidad del sueño.

Los trastornos del sueño pueden afectar la salud. (Especial)
DPA
Madrid /

Las mujeres jóvenes tienen más probabilidades de experimentar trastornos del sueño en los días previos a su periodo menstrual, según un nuevo estudio que se presentó en ENDO 2019, la reunión anual de la Sociedad Endocrina estadunidense, que se celebra en Nueva Orleans, Estados Unidos.

"El sueño se ve más interrumpido en los días previos a la menstruación en mujeres jóvenes y sanas", afirma Anne E. Kim, estudiante de Medicina de la Facultad de Medicina Lerner de la Clínica Cleveland de la Universidad 'Case Western Reserve' en Cleveland, Ohio, Estados Unidos. "El aumento de la interrupción del sueño se encontró en la fase tardía, que se corresponde con los días directamente antes de la menstruación", añadió.

La fase menstrual afectó a la eficiencia del sueño y la vigilia después del inicio del sueño (WASO, por sus siglas en inglés), el número de despertares por noche y el índice de fragmentación del sueño, en consonancia con una mayor interrupción del sueño en la fase lutea tardía. En comparación con la fase folicular temprana, la eficiencia del sueño disminuyó en un 3.3 por ciento, la WASO aumentó en 15 minutos y el número de despertares por noche se incrementó en tres en la fase luteal tardía.

Kim y sus colegas recopilaron datos diarios sobre el sueño de 10 mujeres sanas de entre 18 y 28 años que tenían ciclos menstruales regulares. Los científicos rastrearon el sueño de las mujeres durante dos de sus ciclos. Las mujeres usaron sensores actigráficos en su muñeca para registrar patrones de actividad y descanso en más de 578 episodios de sueño y proporcionaron muestras de orina por la mañana para medir las concentraciones de hormona luteinizante (LH), estrona-3-glucurónida (E1G) y pregnanediol-3. glucurónido (PDG). Todos los participantes ovularon en ambos ciclos.

La dieta tiene que ver 

Las mujeres también completaron dietas de cinco días durante las primeras fases foliculares de cada ciclo. La dieta durante un ciclo contenía una disponibilidad de energía normal, y la dieta durante el otro ciclo poseía un 55 por ciento menos de calorías. Las longitudes del ciclo menstrual se estandarizaron para las fases folicular y lútea de 14 días, centradas en el día de la ovulación.

"La restricción calórica a corto plazo tuvo efectos negativos en el sueño tanto en la fase folicular tardía, justo antes de la ovulación, como en la fase luteal tardía, justo antes de la aparición de la menstruación", detalla Kim, quien realizó este estudio en el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS, por sus siglas en inglés). La disminución de la disponibilidad de energía aumentó la interrupción del sueño, con menos eficiencia de sueño, mayor WASO y mayor índice de fragmentación del sueño en la fase folicular tardía, además de los efectos mencionados anteriormente en la fase luteal tardía.

Es probable que estos efectos estén mediados por los cambios dinámicos en las hormonas ováricas a lo largo del ciclo menstrual. Su estudio encontró que E1G estaba vinculado con más despertares, y PDG estaba asociado con una tendencia hacia un mayor índice de fragmentación del sueño.

Según la Fundación Nacional del Sueño, entre el 25 y el 33 por ciento de las mujeres que menstrúan en Estados Unidos han informado de más interrupciones en el sueño durante las semanas anteriores y/o durante la menstruación. Este estudio realizado por Kim y sus colegas valida estas percepciones utilizando medidas objetivas y documenta el impacto negativo de las dietas en el sueño. "Estos hallazgos sugieren que las mujeres deben ser particularmente conscientes de practicar una buena higiene del sueño en la semana anterior a la menstruación y con una menor ingesta de calorías", concluye Kim.

mrf

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