Es más fácil proteger un cerebro saludable que tratar de reparar uno que se ha dañado, de ahí la importancia de cuidar este órgano, pues en ello radica la aceleración o retraso de muchas enfermedades como lo son el alzheimer, según explica Gary Small, profesor de Psiquiatría y Ciencias Bioconductuales de la Universidad de California.
Al respecto en una entrevista para MILENIO, el también doctor y experto en temas de envejecimiento señaló que, si bien no existe una cura para este tipo de demencia, sí hay acciones que pueden retrasar su aparición. Todo radica en ubicar y atender los riesgos que la detonan, especialmente aquellos que se pueden modificar.
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“Hay un estudio que demostró que la genética es menos importante que los factores de riesgo no genéticos modificables”, explica.
Así, el hecho de hacer ejercicio, llevar una dieta saludable, evitar el sobrepeso y la obesidad así como los golpes en la cabeza se vuelven factores que contribuyen a que, en caso de que aparezca la enfermedad, esta se desarrolle en una etapa mucho más avanzada de la vida.
“Si mantienes a tu mente activa, duermes y descansa adecuadamente hay estudios que demuestran que sí se desarrolla alzheimer este se desarrolle mucho después”, reitera.
Sin embargo, ¿cómo es que lo que la gente come o incluso su vida social son factores que ayudan a reducir (o incrementar) los problemas que trae el alzheimer en la memoria?
Porque el sobrepeso y la obesidad pueden acelerar el proceso
Dos de los principales factores de cuidado son el sobrepeso y la obesidad (especialmente en el área de los órganos del abdomen) pues las células de grasa que están ahí tienden a inflamarse, lo cual a su vez tiene efectos negativos en el cerebro ya que sufre una “sobrecarga de información”, explica Gary.
“La inflamación es parte importante del problema con el cerebro, si observamos el cerebro por dentro de un paciente con alzheimer vas a ver depósitos de proteína anormales y hay evidencias de células inflamatorias en esas proteínas”, expresa.
Y es que, desde la experiencia del también investigador, la mayoría de la gente que presenta un alto índice de masa corporal consume demasiado omega-6 (mismo que se encuentra en carnes rojas, leche y sus derivados) y no suficiente omega-3, lo que también se convierte en un riesgo potencial, ya que el primero es pro-inflamatorio, mientras que el segundo tiene el efecto contrario: desinflamar.
Al problema se suma el bajo consumo de verduras y frutas frescas ya que estos alimentos son antioxidantes. Así, al existir estrés oxidativo hay un mayor envejecimiento y el desgaste de las neuronas.
Cabe agregar que además, investigaciones han arrojado que el padecer diabetes tipo 2 implica que se tiene el doble de riesgo de contraer alzheimer.
¿El ejercicio reduce el olvido?
“Cuando hacemos ejercicio, hace que el corazón envíe oxígeno y nutrientes al cerebro y los necesitamos para alimentar las neuronas, de hecho, ha habido estudios que demuestran que las personas que hacen ejercicio tienen más áreas del cerebro activas que controlan la memoria y el pensamiento y un cerebro más grande siempre va a ser un cerebro mejor”, plantea el Dr. Gary.
Es por ello que la activación física puede ser una gran herramienta para evitar la pérdida de la memoria, ya que se ha encontrado que el ejercicio produce un factor neurotrófico, generando que las neuronas formen más ramificaciones que conectan de manera más efectiva con las otras.
Además, mientras alguien se ejercita produce endorfinas, mismas que son antidepresivos y analgésicos naturales lo que a su vez desacelera el avance del alzheimer.
“No tienes que volverte un triatleta o ser Iron Man, un estudio identificó que simplemente caminar con intensidad durante 30 minutos al día puede hacer que baje el riesgo”, asegura.
Amigos, estrés y memoria
De acuerdo con el profesor de la Universidad de California, las personas que están predispuestas al estrés tienen el doble de probabilidades de desarrollar alzheimer. Esto podría estar conectado principalmente con la producción de una hormona: el cortisol.
“Los animales estresados pierde la memoria, si tomas un voluntario y le inyectas cortisol pierde la memoria temporalmente (...) El cortisol puede hacer que se contraigan los centros de memoria del cerebro”, señala.
Es por ello que actividades como la meditación o socializar con amigos cobra mayor importancia, pues con ello se puede reducir el nivel de estrés.
“Tener amigos cerca puede hacer que bajen tus niveles de estrés porque platicas tus problemas y hay empatía. Además, cuando se conversa con la gente esto hace que tus neuronas se ejerciten y que conserven la salud”, reitera el investigador haciendo énfasis en que el cerebro es como el resto de los músculos: "si no lo usas lo pierdes".
¿Por qué es difícil diagnosticar el alzheimer?
Hay diversas razones por las cuales es difícil diagnosticar esta enfermedad. Una de ellas radica en que, en sus inicios, es complicado diferenciarla de un proceso natural, ya que toda persona comienza a tener una baja importante en su memoria a partir de los 45 años, sin embargo, eso no significa que padezca alzheimer.
“Aquí la cuestión es saber cuando ese problema de pérdida de memoria es tan malo que llega a interferir con la vida cotidiana, entonces, para tratar de entender, los doctores buscarán identificar la naturaleza de los problemas de memoria”, reitera Small.
Y es que hay diversos caminos para el olvido, no todos son el alzheimer, por ejemplo, la pérdida de memoria puede ser ocasionada por efectos secundarios generados por medicamentos, anemia o tumores en el cerebro.
Por otro lado, las pruebas realizadas con tomografías para la detección de la enfermedad son costosas y los medicamentos utilizados para ello provocan diversos efectos secundarios.
“Además la pregunta es ¿cuándo es necesario hacerte esa prueba de manera temprana? ¿Vas a hacerte esa prueba porque se te olvidaron las llaves?”, reflexiona.
Cabe señalar que en los últimos años diversos científicos han unido esfuerzos para crear métodos que permitan diagnosticar el alzheimer de manera temprana y eficaz.
Sin embargo, el poder acceder a ellas aún es un tema pendiente, por ejemplo, a finales de julio la farmacéutica Quest Diagnostics lanzó una prueba de sangre llamada AD-Detect capaz de detectar principios de Alzheimer en adultos mayores de 18 años por el precio de 399 dólares ( es decir cerca de 6 mil 700 pesos mexicanos).
¿Cómo se pudo ver el alzheimer en el cerebro?
El doctor Small es uno de los co-inventores de la primera tomografía de cerebro con la que se pudo identificar el alzheimer.
Para entender cómo fue el proceso que permitió llegar a este resultado es necesario saber que este tipo de demencia suele presentarse por la acumulación anormal de placas amiloides, las cuales son proteínas relacionadas con la pérdida de memoria y pérdida de habilidades cognitivas.
Para poder ver en una tomografía dicha acumulación fue necesario sintetizar una molécula que pudiera entrar al cerebro y atraer a las placas amiloides.
“Inyectamos la sustancia con un marcador radiactivo de manera intravenosa, ésta llegaba al cerebro y posteriormente con la tomografía se midió la radioactividad. De este modo pudimos ver la acumulación de placas en las diferentes áreas del cerebro donde sabemos que se pueden presentar. Esto es visible hasta 10-20 años antes de que las persona presenten problemas de pérdida de memoria servera”, señaló, aunque destacó que la presencia de estas proteínas no siempre se traduce en una pérdida de memoria.
LHM