Labio y paladar hendido, padecimiento congénito ligado a la falta de ácido fólico: Ssa

Experta explica que el consumo de ácido fólico durante toda la etapa reproductiva y, sobre todo, antes y durante el embarazo contribuye a prevenir las malformaciones congénitas.

Consumo de ácido fólico parte importante en embarazo | Freepik
Alejandra Zárate
Ciudad de México /

De los 2 mil 689 niñas y niños que en 2022 nacieron con algún defecto congénito, el labio y paladar hendido fue el más frecuente con 187 casos al corte del 9 de enero de este año, de los cuales el 32.5 por ciento está ligado a la falta de ácido fólico, reveló la Secretaría de Salud.

De acuerdo con el Informe Trimestral del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Defectos al Nacimiento, las madres no consumieron este nutriente, o lo hicieron después del primer trimestre de gestación. El documento refiere que el segundo padecimiento más frecuente fue el mielomeningocele con 76 casos en el mismo período.

Al respecto, la coordinadora de Genética Clínica del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) Isidro Espinosa de los Reyes, Mónica Aguinaga Ríos, alertó que la identificación y prevención de factores de riesgo son las herramientas más importantes para evitar el desarrollo de defectos congénitos, los cuales pueden ocasionar discapacidad permanente.

En entrevista por el Día Mundial de los Defectos Congénitos, explicó que el consumo de ácido fólico durante toda la etapa reproductiva y, sobre todo, antes y durante el embarazo contribuye a prevenir las malformaciones congénitas. No obstante, reconoció que la ingesta de ácido fólico no siempre se hace de forma oportuna.

Aguinaga Ríos enfatizó que la atención prenatal es otro elemento indispensable para identificar factores de riesgo durante la gestación como la hipertermia materna, la diabetes gestacional y las infecciones.

La coordinadora de Genética Clínica del INPer señaló que en el control médico prenatal se pueden identificar anomalías en el feto o en el proceso del embarazo y reducir posibilidades de parto prematuro, “hay dos ecografías que por su importancia deben hacerse en unidades especializadas en diagnóstico prenatal: las de las semanas 12 y 20 de gestación”.

La ecografía morfológica en la semana 12, por ejemplo, permite calcular el riesgo que tiene el feto de padecer alteraciones cromosómicas, como la trisomía 21 (Síndrome de Down) y la trisomía 18 (síndrome de Edwards) y en la semana 20 puede identificar posibles alteraciones anatómicas o en órganos internos.

Aunque la mayoría de las mujeres gestantes acude a consulta prenatal al inicio del embarazo, la dependencia federal señaló que se debe fortalecer el control prenatal en todas las unidades médicas del país, reforzar y asegurar el consumo adecuado y oportuno del ácido fólico, así como el diagnóstico y tratamiento temprano de los defectos congénitos.

DM

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