Un destacado grupo de defensa ha etiquetado a San Francisco como "el niño del cartel" del problemático programa de reciclaje de botellas y latas de California, diciendo que ni una sola tienda de comestibles en la ciudad está obligada a reembolsar los depósitos de níquel o diez centavos.
El grupo, Consumer Watchdog, llamó al gobernador Gavin Newsom en un comunicado el lunes para ayudar a solucionar los problemas.
San Francisco anunció un proyecto piloto llamado "programa de reciclaje móvil", destinado a hacer que el proceso de reembolso de depósitos sea más eficiente y conveniente. En lugar de ir a un centro de reciclaje, se enviarían camiones a los vecindarios de la ciudad para llevar los centros de reciclaje a los residentes tres veces por semana.
"Pero el proyecto piloto no está en funcionamiento", dijo el comunicado de Consumer Watchdog, que ha criticado con frecuencia a CalRecycle por no vigilar adecuadamente el sistema de depósito de botellas.
California es uno de los 10 estados donde los consumidores pagan un depósito de 5 o 10 centavos en botellas y latas que pueden canjearse cuando entregan esos contenedores, con el objetivo de fomentar el reciclaje. Sin embargo, muchos de los centros de reciclaje de California, que no pertenecen ni son operados por el estado, han cerrado en los últimos años.
mg