Música, método alternativo para tratar el alzhéimer

Es una de las herramientas que funge como un hilo conductor de historias, recuerdos, maneras de interactuar y también ayuda en las emociones: psiquiatra.

La enfermedad afecta a más de 350 mil personas en México y constituye un problema mundial de salud pública que impacta a los adultos mayores y que tie
Ana Martínez
México /

La música retrasa cierta disfunción conductual no deseada en pacientes que padecen alzhéimer, ello al estar expuestos a ritmos que les permiten ejercitar la memoria y recordar varias épocas de su vida. Estudios realizados por especialistas en neurociencias del Instituto Nacional de Psiquiatría, la UNAM y organismos privados como Belmont Village Senior Living muestran una reducción significativa de algunos síntomas cuando las personas con el padecimiento son expuestas a la musicaterapia, ya que se comprobó que el área encargada de recordar la identidad sonora no se ve deteriorada por la enfermedad, lo que perfila al método como una estrategia complementaria, eficaz y no farmacológica en el tratamiento de este mal.

Desde hace más de tres décadas investigaciones neurocientíficas sobre la percepción sonora y cognición se han enfocado en comprender el efecto de la música en el procesamiento general del cerebro, ya que ésta influye por completo en la actividad humana. Dado que hasta el momento no hay una cura o método que detenga la progresión del alzhéimer, esta terapia se ha introducido como una modalidad de tratamiento en distintos desórdenes neurológicos y neurodegenerativos, señaló el doctor Eduardo Garza Villarreal, investigador en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, quien explicó que sus beneficios se deben, en parte, a las reacciones que desencadena en el cerebro humano y se relaciona con la liberación de neurotransmisores como la dopamina, que tiene una acción favorecedora.

El especialista refirió que de acuerdo a un metaanálisis publicado en la revista Ageing Research Reviews —el cual fue elaborado a partir de 34 estudios realizados en los últimos 25 años, con casi 2 mil personas con deterioro cognitivo y disfunción conductual—la musicaterapia tiene efectos positivos sobre el comportamiento nervioso y la ansiedad de los pacientes, además está asociada con el mejoramiento de la función cognitiva, la depresión y la calidad de vida.

“El efecto que tiene la música sobre el tálamo y la corteza cerebral permite el contacto con pacientes que han perdido la habilidad verbal a causa de episodios de confusión, autistas, alucinatorios o depresivos”, destacó el también investigador visitante del Centro de Música y el Cerebro, de la Universidad de Aarhus en Dinamarca.

El residencial Belmont Village Senior Living destaca la historia de una paciente que padece alzhéimer y que fue tratada con musicaterapia: “Ella no hablaba ni emitía ningún sonido. Un día, por casualidad, se le puso un bolero y comenzó a querer cantar”.

La enfermedad afecta a más de 350 mil personas en México y constituye un problema mundial de salud pública que impacta a los adultos mayores y que tiene tendencia a incrementarse. Se presenta con problemas severos en la memoria y función de la persona en su vida diaria, al grado de generarle invalidez. El doctor de la Garza reiteró que se debe prestar atención a los síntomas: “Hay que diferenciar entre un olvido normal y otro que ya es recurrente. De inmediato hay que ir con un especialista. Hay enfermos que tardan hasta 10 años en solicitar un diagnóstico”.

“La música es una de las herramientas utilizadas en los programas que ofrecemos, ya que funge como un hilo conductor de historias y narrativas, recuerdos de vida, maneras de interactuar con los demás y, sobre todo, es un mecanismo que ayuda a revivir y resonar emociones y sentimientos”, indicó Francisco Javier Mesa Ríos, psiquiatra y director médico de Belmont Village Senior Living.

Además de la investigación sobre el potencial terapéutico de la música a través de investigaciones neurocientíficas, el doctor Víctor Pando Naude, maestro en Ciencias con especialidad en neurobiología por la UNAM, abundó que la música por su naturaleza no verbal proporciona un medio de comunicación privilegiado el cual estimula las interacciones entre los sistemas de percepción y acción, generando efectos emocionales.

Expuso que se considera a la música como un elemento detonante para la estimulación cognitiva, ya que las memorias musicales y las emociones asociadas, pueden evocarse con facilidad. Indicó que existe evidencia de que los recuerdos musicales y la capacidad de éstos se conservan incluso durante el declive de la memoria que ocurre con el envejecimiento y también en muchas personas con alzhéimer.

El hecho que la música pueda estar intacta en la memoria del paciente le da al terapeuta una línea de base fuerte desde la cual trabajar. Invocar recuerdos positivos a través de ella puede facilitar la comunicación y puede aliviar el sentido de la desaparición del yo, lo cual causa angustia en las personas afectadas, en especial durante las primeras etapas de su manifestación.

De ahí la importancia de que existan programas con un enfoque científico, integral y de vanguardia en la atención del paciente con alzhéimer, con una selección musical, programada por especialistas, con el objetivo de construir y reconstruir las actividades diarias.

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