Interrogantes y prejuicios: parkinson, una enfermedad común que va en ascenso

Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente y pese a eso está llena de misterios y es difícil diagnosticarla, por lo que muchas veces no se puede llegar a un tratamiento temprano.

El parkinson es una enfermedad autodegenrativa. (Shutterstock)
Blanca Valadez
Ciudad de México /

Su andar era similar al de “un borrachito” que ladeaba de un lado para otro, con pasos torpes hacia adelante y otros más hacia atrás. Pascual Rafael Zamora, dentista de profesión, sufrió de todo tipo de insultos de la gente que ignora que sufre de parkinson desde los 38 años de edad.

Esta es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente y consiste en la destrucción progresiva del tejido dopaminérgico situado en una región del cerebro denominada “ganglios basales”, en una parte del tronco del encéfalo llamado “sustancia negra” del sistema nervioso central.

Pascual, como alrededor de medio millón de personas en México, padecen esta enfermedad misteriosa y de difícil diagnóstico debido a la diversidad de síntomas que van desde movimientos involuntarios o bien parálisis de las extremidades, rigidez en el rostro, acompañado de la pérdida de la dimensión del espacio.

En la Asociación Mexicana de Parkinson (AMPAC), de acuerdo con su presidenta, Margarita Vallejo González, se encuentran adultos mayores, en su mayoría, que tardaron años en ser diagnosticados de manera temprana por lo cual muchas de las terapias existentes no han logrado revertir el daño causado. “Para mí representa un desafío diario, un reto”, comentó mientras tejía una manta.

“Yo estuve bajo investigación varios años. Nadie entendía por qué un día amanecí con un temblor en la pierna derecha”, explicó Raúl Moreno, quien a sus 60 años de edad comienza a controlar su enfermedad.

Pero en AMPAC no hay espacio para la conmiseración. “En mi vida laboral y familiar el parkinson me ha enseñado a que puedo hacer todo lo que yo quiera, trabajar como valet parking; hacer ejercicio”, expresó Herminio Félix Ugalde Ramírez.

“Yo definiría al parkinson como un amigo muy sincero que no guarda nada. Que todo lo que me quiere decir, me lo dice”, aseguró Gerardo Rodríguez, cocinero de profesión.

En AMPAC se ofrece fisioterapia, yoga, terapia del lenguaje, mecanoterapia, canto, pintura, teatro, baile, gimnasia cerebral, tanatología, que los ayuda a superar diversas barreras. Ser cantantes de un coro es una de sus mayores osadías a pesar de que a veces no pueden ni sostener una partitura.

En el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía es la cuarta causa de consulta. Se estima una prevalencia anual de entre 40 a 50 casos por cada mil habitantes de esta enfermedad incurable que destruye una región del cerebro, por lo que los pacientes presentan debilidad, riesgos de hemorragias, deficiencia visual, del habla y confusión.

Sin embargo, la enfermedad degenerativa va en aumento: el parkinson afecta actualmente de 4.1 a 4.6 millones de personas en el mundo, casi todos diagnosticados siendo mayores de 50 años, pero se calcula que para el año 2030 la cifra se duplicará, pasará a más de 9 millones.

Una enfermedad rodeada de mitos

La Red Mexicana de Asociaciones de Parkinson consideró que entorno a la enfermedad hay diversos mitos, uno de ellos es creer que sólo afecta a adultos mayores, cuando cada vez hay más casos de gente joven como es Michael J. Fox, conocido por su papel en la saga de películas de Back to the future, diagnosticado de Parkinson antes de cumplir los 30 años, o de Mohammed Alí, uno de los más grandes boxeadores de todos los tiempos, que presentó los síntomas a los 42 años. Legendaria es la imagen del pugilista llevando la antorcha olímpica en 1996, elevándola por encima de su cabeza con un movimiento lento y robótico, sin expresión.

Otro mito es pensar que es hereditario, cuando 90 por ciento desarrolla la enfermedad de manera esporádica y algunos casos se relacionan con la presencia del gen Park1-9 o tienen historial familiar. Sucedió así con el Papa Juan Pablo II, quien en 1992 recibió el diagnóstico de la enfermedad, sin antecedentes previos.

Si bien una gran parte de los enfermos tienen temblores involuntarios que les imposibilita tomar una cuchara y comer, porque riegan el alimento; bañarse y salir; se caen con facilidad, lesiona las cuerdas vocales, deteriora la memoria e inestabilidad en la postura, también hay gente que se queda en estado rígido, con parálisis en la mitad del cuerpo en diferentes áreas. Además, cursan con depresión, trastorno del sueño y gastrointestinal. Algunos, incluso desarrollan problemas cardiovasculares.

Por lo regular los pacientes son dependientes de sus familiares cuando carecen de un tratamiento. “Es frecuente que se cansen, se harten y nos dejen”, comenta Luz María, quien posee una voz muy bajita, casi inaudible, y suele apoyarse en una andadera para poder trasladarse.

Juan Pablo López, responsable del área de neuoro-estimulación de Medtronic, explicó que entre todas las terapias se encuentra la ECP (Estimulación Cerebral Profunda). “Se colocan dos electrodos en el cerebro dependiendo del área y si la persona sufre de rigidez o de temblores involuntarios. El dispositivo produce una estimulación eléctrica en esas áreas específicas, controlando tanto los movimientos involuntarios como la rigidez, dotándolo de dopamina”.

Hay también tratamientos farmacológicos como los dopaminérgicos (incluida la levodopa). De acción similar a la dopamina; el inhibidor de descarboxilasa, que tratar los síntomas de la enfermedad; agonistas de la dopamina que imita la acción de esta.

Los inhibidores de la catecol-O-metiltransferasa (COMT) que se une a los receptores de la dopamina. Por lo regular, algunos medicamentos para la enfermedad de parkinson pueden perder su efectividad o provocar efectos secundarios.

En la actualidad, Jorge Aceves Ruiz, profesor emérito del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), efectúa investigaciones con ratas para generar neuronas, a través de la proteína de factor neurotrófico derivado del cerebro (BNDF por su sigla en inglés), que sean capaces de liberar dopamina y eliminar trastornos motores producidos por el mal.

La dopamina desempeña una función crítica en el funcionamiento del cerebro. Se proyecta generar neuronas a partir de células madre o troncales, para luego efectuar una inserción a las neuronas del gen para BDNF, con el fin de multiplicar el fenotipo dopaminérgico y así recuperar las neuronas perdidas.


DMZ

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