Un equipo internacional de astrónomos, dirigido por la Universidad de Birmingham, ha identificado una supernova al menos dos veces más brillante y enérgica, y probablemente mucho más masiva que cualquier otra registrada.
El equipo, integrado por expertos de Harvard, la Universidad Northwestern y la Universidad de Ohio, cree que la supernova, denominada SN2016aps, podría ser un ejemplo de una supernova extremadamente rara de "inestabilidad de pares pulsacionales", posiblemente formada por dos estrellas masivas que se fusionaron antes de la explosión, según explican en la revista 'Nature Astronomy'.
Tal evento hasta ahora solo existía en teoría y nunca ha sido confirmado a través de observaciones astronómicas.
El doctor Matt Nicholl, de la Escuela de Física y Astronomía y el Instituto de Astronomía de Ondas Gravitacionales de la Universidad de Birmingham y autor principal del estudio, explica que "se pueden medir las supernovas usando dos escalas: la energía total de la explosión y la cantidad de energía que se emite como luz observable o radiación".
"En una supernova típica, la radiación es menos del 1 por ciento de la energía total. Pero en SN2016aps, encontramos que la radiación era cinco veces la energía de explosión de una supernova de tamaño normal --asegura--. Esta es la mayor cantidad de luz que hemos visto emitida por una supernova".
Para volverse tan brillante, la explosión debe haber sido mucho más enérgica de lo habitual. Al examinar el espectro de luz, el equipo pudo demostrar que la explosión fue impulsada por una colisión entre la supernova y una enorme capa de gas, arrojada por la estrella en los años previos a la explosión.
"Si bien se descubren muchas supernovas todas las noches, la mayoría se encuentran en galaxias masivas --explica el doctor Peter Blanchard, de la Universidad Northwestern y coautor del estudio--. Este se destacó de inmediato por otras observaciones porque parecía estar en el medio de la nada. No pudimos ver la galaxia donde nació esta estrella hasta que la luz de la supernova se había desvanecido".
El equipo observó la explosión durante dos años, hasta que se desvaneció al 1 por ciento de su brillo máximo. Usando estas medidas, calcularon que la masa de la supernova era entre 50 y 100 veces mayor que nuestro sol (masas solares). Por lo general, las supernovas tienen masas de entre 8 y 15 masas solares.
"Las estrellas con una masa extremadamente grande experimentan pulsaciones violentas antes de morir, sacudiéndose una capa de gas gigante. Esto puede ser impulsado por un proceso llamado inestabilidad del par, que ha sido un tema de especulación para los físicos durante los últimos 50 años", explica el doctor Nicholl.
"Si la supernova tiene el momento adecuado, puede alcanzar este caparazón y liberar una gran cantidad de energía en la colisión --prosigue--. Creemos que este es uno de los candidatos más convincentes para este proceso hasta ahora observado, y probablemente el más masivo".
grb