La imagen que observas es de una galaxia 'monstruosa', llamada COSMOS-AzTEC-1, la cual se formó en los primeros mil millones de años después del Big Bang. Los astrónomos califican así a estas galaxias por su gran tamaño y su formidable capacidad de crear estrellas.
Pero estas características no han sido explicadas desde que las galaxias 'monstruosas' se descubrieron hace una década, y los astrofísicos sugieren que éstas no deberían existir.
En un estudio publicado hoy en Nature, un equipo de astrónomos dirigido por Ken-ichi Tadaki —investigador del Observatorio Astronómico Nacional de Japón— confiesa que no entienden qué alimenta al 'monstruo' COSMOS-AzTEC-1 o a sus hermanas.
Uno de los retos del estudio es que esta galaxia se encuentra a 12 mil 400 millones de años luz de la Tierra, lo que significa que, al observarla, los astrónomos sólo pueden ver cómo se comportó hace 12 mil 400 millones de años y, debido a esa distancia, captar una imagen es muy difícil.
Pero gracias a los esfuerzos de expertos del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, la Universidad de Massachusetts Amherst y el Instituto Nacional de Astrofísica de México, se obtuvo una nueva imagen de cómo se ve la galaxia y cómo funciona.
Gracias al telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), los astrónomos revelaron que las nubes moleculares de la galaxia son sumamente inestables y, por lo tanto, fabrican estrellas a un ritmo desenfrenado. Por ello, se cree que las galaxias 'monstruosas' son las antecesoras de las enormes galaxias elípticas de hoy, con lo cual el hallazgo ayuda a entender su formación y evolución.
[La galaxia monstruosa COSMOS-AzTEC-1 observada con ALMA. (ALMA —ESO/NAOJ/NRAO—, Tadaki et al.)]
AzTEC-1, encontraron los investigadores, es un disco. Pero no es un disco como la Vía Láctea, con un solo núcleo y brazos en espiral girando hacia afuera: este 'monstruo' tiene tres núcleos, o dos nubes distintas adicionales de estrellas que orbitan a muchos años luz de distancia del cúmulo más grande en el centro.
Pero lo que los investigadores aún no pueden explicar es cómo se formó esa gigantesca nube de gas: en teoría, dicen, la masa del gas de la galaxia debería haber causado que la nube colapsara sobre sí misma mucho antes de que alcanzara sus colosales dimensiones. Pero eso no sucedió.
Los astrónomos calculan que el gas de COSMOS-AzTEC-1 se habrá consumido por completo dentro de 100 millones de años, unas diez veces más rápido que en otras galaxias incubadoras de estrellas. Cabe preguntarse por qué el gas de esta galaxia es tan imparable. Los investigadores aún no tienen una respuesta definitiva, pero es posible que se deba a una fusión de galaxias, que puede haber desplazado el gas hacia un área reducida y desatado una intensa formación estelar.
“Por ahora no tenemos indicios de una fusión en esta galaxia. Queremos observar otras galaxias similares con ALMA para entender la relación entre las fusiones galácticas y las galaxias monstruosas”, dijo Tadaki.
* Con información de LiveScience y del Observatorio ALMA.
FM