Recientemente se informó de los resultados positivos que arrojó el ensayo OlympiA, un estudio global de fase III que evalúa los beneficios y efectos secundarios de tratar a pacientes con mutaciones hereditarias de BRCA y cáncer de mama HER2 negativo en estadio temprano de alto riesgo con un inhibidor de un tipo específico de vía de reparación del ADN llamado inhibidor de PARP.
Los pacientes que participaron en este estudio habían completado procesos de quimioterapia estándar, cirugía y radioterapia, de acuerdo con los informes.
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Charles Geyer, subdirector del Centro Oncológico del Hospital Houston Methodist y uno de los líderes del estudio OlympiA, explicó que, “los pacientes que habían completado los tratamientos estándar (cirugía, quimioterapia, radiación y habían comenzado la terapia hormonal) para cáncer de mama HER2 negativo de alto riesgo, se les ofreció la oportunidad de participar en el estudio en el que tomaron el fármaco de investigación, olaparib, o un placebo durante un año para ver si su riesgo de recurrencia del cáncer podía reducirse sustancialmente ”.
En el estudio participaron mil 831 pacientes de 23 países, de los cuales el tres por ciento de la población era hispana. Tres años después de comenzar la medicación del estudio, el 23 por ciento de los pacientes que tomaron el placebo habían desarrollado recurrencia del cáncer, pero ese número se redujo en un nueve a 14 por ciento absoluto en los pacientes que recibieron olaparib, lo que proporcionó una reducción sustancial del riesgo de reaparición del cáncer.
Geyer explicó que “este estudio fue diseñado para estudiar específicamente el fármaco en mujeres y hombres con una mutación hereditaria en su gen BRCA 1 o BRCA 2. Esta mutación las coloca en alto riesgo de desarrollar cáncer de mama, ovario y otros cánceres a una edad temprana. Cuando se desarrollan cánceres en estos pacientes, los cánceres dependen en gran medida de una vía de reparación del ADN de respaldo que requiere una proteína PARP activa”.
“Si esa vía es bloqueada por un inhibidor de PARP como olaparib, las células cancerosas comienzan a morir mientras las células normales continúan viviendo. Lo que hizo que OlympiA fuera un desafío fue el hecho de que las pacientes participantes debían haber tenido un cáncer de mama negativo para HER2 de alto riesgo, así como una mutación de BRCA en la línea germinal, que es una combinación relativamente rara. Tuvimos que reclutar personas de todo el mundo para completar un estudio de más de mil 800 pacientes”.
Geyer señaló que el tratamiento utilizado en OlympiA, “ya está aprobado en mujeres con cáncer de mama metastásico HER2 negativo, pero en esa situación no es un tratamiento curativo. La esperanza en OlympiA es que la terapia resulte en la curación de más mujeres con cáncer de mama temprano con la adición de olaparib”.
LP