El científico español, José Miguel Mulet Salort, impartió una conferencia en donde explicó los avances científicos más novedosos en la producción de alimentos y desmitificó la idea que la aplicación de la ciencia en la industria alimentaria es perjudicial para la salud humana.
Mediante una serie de gráficas y diapositivas, Mulet mostró cómo los avances científicos en la producción agrícola de la humanidad han significado un incremento en la calidad de vida de las personas y en su longevidad. “Al día de hoy vivimos más y mejor. En occidente la comida es más asequible y más segura que nunca, esta es una verdad incuestionable”, aseguró el científico.
Durante su ponencia, el bioquímico mostró varios ejemplos de noticias falsas respecto al uso de la ciencia en alimentos como los transgénicos. “Los que trabajamos en alimentación tenemos que lidiar todos los días con las mentiras. Decir una mentira es muy fácil, pero desmontarla es complicadísimo. El problema es que estos mensajes son continuos, continuamente se están emitiendo y están llegando a la población. Si estás continuamente bombardeando con este tipo de mensajes al final la gente se los cree”, advirtió.
Al hablar del uso de los pesticidas en los alimentos, Mulet aseguró que el tema es el que más preocupa a la sociedad europea y ya no tanto los transgénicos. Respecto al tema explicó que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha dicho que no hay ningún motivo de alarma respecto su uso y puntualizó que la mayoría de las alertas sanitarias tienen origen en contaminantes que ya están en la naturaleza y no en los pesticidas.
Con base en un estudio hecho por investigadores daneses, el bioquímico mostró que, aunque los pesticidas sí son calificados con riesgo de ser cancerígenos, la exposición a la que están sometidas las personas es muy baja y advirtió que productos como el café o el alcohol son mucho más propensos a generar cáncer en las personas.
“Si comparamos la intensidad de la exposición, la equivalencia de la exposición que tiene alguien a restos de pesticidas por la comida equivale a media copa de vino cada siete años. Con media copa cada siete años es todo lo que te estás exponiendo a pesticidas a lo largo de tu vida”, agregó.
Tecnología contra el hambre
Mulet habló en su exposición sobre las revoluciones de la agricultura a lo largo de la historia. La primera fue la domesticación de las plantas y animales en el paso del periodo Paleolítico al Neolítico; la segunda fue en los años cuarenta del siglo veinte con los experimentos para mayor producción en el trigo de Norman Borlaug; la tercera fue la implementación de los transgénicos y actualmente se habla de la técnica CRISPR.
Con estas revoluciones, el autor del libro Comer sin miedo dio a conocer la forma en la que la ciencia y la tecnología funcionan para potenciar la producción de los alimentos y así aumentar la calidad de vida de las personas. Como ejemplo presentó el caso de la provincia de Almería, que por medio de la tecnificación de la agricultura pasó de ser la provincia más pobre de España a ser la principal suministradora de hortalizas de Europa.
“No hay una bala mágica para acabar con el hambre, pero la ciencia puede ayudar junto con mejoras en el reparto de alimentos, junto con eficiencia en el riego y ahorro de agua, junto con un uso racional de los fitosanitarios, etcétera, es decir, no va a haber una bala mágica para acabar con el hambre, va a ser la suma de muchas pequeñas mejoras”, aseguró el investigador.
Por la soberanía alimentaria
En noviembre del año pasado, la población del mundo alcanzó los ocho mil millones de personas, una causa principal para llegar a esta cifra fueron los avances científicos que nos han permitido ser más longevos, pero también es necesario alimentar a todas estas personas.
Tecnificar el campo es uno de los caminos que expertos en el tema y organizaciones internacionales recomiendan para tener una seguridad alimentaria y conseguir la soberanía en el tema.
“La soberanía alimentaria no es utilizar técnicas ancestrales, no es utilizar técnicas nativas, la soberanía alimentaria es ser capaz de producir tus propios alimentos y de no tener que depender de importaciones, no tener que depender de terceros países, eso ¿cómo se consigue? con una agricultura más productiva, ¿cómo se consigue una agricultura más productiva? utilizando cualquier tipo de tecnología”, comentó Mulet Salort.
Mulet finalizó destacando que la soberanía alimentaria que utiliza la tecnología en el campo debe de ir acompañada de diferentes controles sanitarios y de sostenibilidad. “Tú no puedes poner más regadíos en un lugar que no tiene agua porque si no tienes suficiente agua y estableces muchos cultivos de regadío en el momento en que se seque el pozo se acaba todo”, comentó el divulgador de la ciencia.
RRR