El dormir es una función vital que debe cubrirse en tiempo y forma, ya que la capacidad de conseguir sueño profundo, contribuye a tener una mejor calidad de vida, pero debido a la pandemia provocada por el coronavirus (covid-19), alrededor de 30 por ciento de los mexicanos tienen problemas para conciliar el sueño, afirma el doctor Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño (IMMIS).
Y es que cuando el sueño falla, la salud disminuye, si es una “situación constante en nuestras vidas se daña el sistema inmunológico, uno de los factores de riesgo si las personas se contagian por el covid-19, ya que al tener bajas las defensas, la enfermedad puede provocar graves daños en la salud”, explica.
Factor esencial
El doctor en Ciencias Fisiológicas por el Instituto de Neurobiología de la UNAM, detalla que durante la etapa del sueño profundo se producen las hormonas del crecimiento, de la saciedad alimenticia, de la hormona que ayuda a enfrentar el estrés como el cortisol y la hormona del crecimiento.
También “nuestro sistema inmunológico se refuerza al dormir correctamente, además de que se restauran las capacidades intelectuales y el equilibrio emocional”, puntualiza.
Daño colateral
El especialista considera que la pandemia por el covid-19 está provocando que las personas vivan preocupadas todo el tiempo “por el miedo a contagiarse, perder un familiar o quedarse sin trabajo: ese temor genera ansiedad y eso se intensifica a la hora de dormir, incrementando el número de casos de insomnio en el país”.
Agregó que dormir menos puede predisponer a presentar alteraciones de comportamiento, como fatigas, problemas de personalidad, irritabilidad, ansiedad, depresión, déficit de atención y disminución de memoria.
Recordó que el sueño está conformado por cuatro etapas cíclicas de 90 minutos cada una: adormecimiento, sueño ligero, transición y sueño profundo, por lo que es normal despertar en cada ciclo: “son lapsos breves que pasan desapercibidos, pero debido a la pandemia las personas se despiertan y tienen dificultades para volver a conciliar el sueño”.
Si eso fuera poco, en la última etapa “se matiza con contenidos catastróficos, lo cual también interrumpe el descanso”.
Riesgo inminente
El también psicólogo advierte que si los problemas para dormir se presentan tres o más veces en la semana “se convierte en un padecimiento crónico: si no es atendido a tiempo se verá alterado el código genético en personas con problemas metabólicos, enfermedades crónicas, diabetes, hipertensión aumentos en niveles de triglicéridos y colesterol, lo que podría provocar la muerte si se contagian por el Covid-19”, advierte.
Recuperar el sueño
El también presidente emérito de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño, aconseja implementar acciones para que el cuerpo funcione de la mejor manera y se reestablezca el sueño profundo:
Evitar el celular. No se debe dormir con el celular cerca, porque cuando despiertan en alguna de las fases del sueño podrían ver la hora –lo que provoca estrés-, incluso acceder a redes sociales; ambas situaciones dificultan conciliar el sueño.
Sostener horarios. Hay que tener horarios de comida, trabajo, entretenimiento y de descanso: dormir entre 7 y 8 horas diarias, los adultos; 9, los adolescentes y 10 en los niños de edad escolar.
Actividad física. Aún en aislamiento es posible realizar ejercicio, incluso en un departamento hay que adaptar un espacio frente a la ventana para recibir la luz del día mientras se ejercitan.
Correcta hidratación. Facilita la eliminación de toxinas y desechos del organismo, ayuda a cuidar la salud de la piel y el rendimiento mental y físico. Además, el agua contribuye al correcto funcionamiento del intestino y facilita la oxigenación de las células cerebrales.
Alimentación. Conformar un menú a base de comida saludable es esencial para tener los nutrientes que requiere el organismo. Hay que incluir todos los alimentos del Plato del Bien Comer: cereales, frutas, verduras, leguminosas y alimentos de origen animal. Por las noches se deben de evitar los excesos, no consumir irritantes y grasas, así como reducir la ingesta de líquidos.
Finalmente, el doctor Haro Valencia dijo que si las personas continúan con dificultades para dormir deben de acudir con un especialista, porque “los remedios caseros o la automedicación incrementarían sus problemas”.
REPL