Antes de tomar el camino que conduce a los libros, conviene dedicar unas cuantas líneas a la ausencia del Premio Nobel de Literatura, que regresará en 2019.
Poniendo a un lado el descrédito de la Academia Sueca, dejo a los lectores los nombres de mis tres eternos candidatos, seguros perdedores en años venideros, no sólo por razones políticas (que pesan en la elección) sino por sinrazones de mercado (aún más pesadas que las políticas): Amos Oz, Ismail Kaderé y John Banville. No ganarán el Nobel, pero ya son clásicos.
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En cuanto a los libros… parece cada vez más trillado decir que son siempre demasiados en comparación con el año anterior: se reproducen como gremlins.
A la explosión bibliográfica debemos agregar la diversidad de disciplinas que exhiben las mesas de novedades editoriales. Uno entra a una librería respetable, es decir, con una oferta al alcance de todos los gustos e intereses, y siente el peso de casi seis siglos, los mismos que, para no ir muy lejos, ha cumplido la imprenta de Gutenberg.
De modo que, como se trata de elegir, y como en toda elección terminan por imponerse las inclinaciones afectivas y los caprichos, comparto esta lista de diez libros que no aspira a imponer un canon, pero sí a ser un pretexto para la conversación.
No contar todo
Emiliano Monge (Alfaguara)
Esta novela deslumbrante refiere los desengaños de un abuelo que ha fingido su muerte y ha reaparecido años después —solo para imponer el signo de la huida en su familia—, y de un padre que repite sus pasos al correr hacia todos los lugares posibles.
Refiere igualmente un tramo de la historia de Sinaloa —siempre como telón de fondo, nunca para levantar un grito de denuncia—, el tiempo en que el comercio de amapola era una actividad tan clandestina como rutinaria y en que ya servía para impulsar las ambiciones políticas. Los hechos solo exhiben la punta de lo que desearíamos saber.
Las increíbles aventuras del asombroso Edgar Allan Poe
Bernardo Esquinca (Almadía)
Cuántos deleites literarios pueden obtenerse de la insustancial materia histórica; cuántos, siempre y cuando prevalezca la invención sobre la mera relación de los hechos.
El Edgar Allan Poe que ha imaginado Bernardo Esquinca es el mismo que conocemos a través de sus biógrafos y sus relatos; el que coquetea con la muerte y dice “escuchen y déjense tocar por el rayo”, y también, por encima de la verdad biográfica, el que investiga la desaparición de una joven enigmática y permaneció en estado latente hasta que cayó en manos de un poderoso fabulador.
La decadencia de Nerón Golden
Salman Rushdie (Seix Barral)
Pocos escritores se han tomado tan en serio la máxima de que las mejores historias provienen de las familias infelices, como Salman Rushdie. La decadencia de Nerón Golden se ajusta a esa máxima, con un tono de comedia matizado por la manera en la cual los protagonistas persiguen su propia desgracia.
La novela transcurre en una Nueva York que vive el tránsito del gobierno de Barack Obama al de Donald Trump, lo que permite a Rushdie reflexionar sobre el momento presente. Bajo el brillo de la prosperidad, parece sugerir que hay fuerzas oscuras que pugnan por salir a la luz.
Viajes con un mapa en blanco
Juan Gabriel Vásquez (Alfaguara)
El escritor colombiano reúne las conferencias que dictó en la Universidad de Berna, Suiza, en el verano de 2016. Su propósito: reflexionar sobre el escurridizo arte de la novela, qué nos hace y cómo lo hace, y “por qué puede ser lamentable que deje de hacerlo”.
De esta manera, convoca lo mismo a Cervantes y a Tolstoi que a Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, así como a los libros asociados a un lugar y una emoción. Antes que una verdad irrefutable, dice Vásquez, la novela se escribe con la finalidad de descubrir los límites y las formas de nuestro conocimiento del mundo y de los otros.
Los perros duros no bailan
Arturo Pérez-Reverte (Alfaguara)
Los seguidores del capitán Alatriste y, más recientemente, de Falcó, sabrán que su creador es un amante de la vida perruna. No extraña entonces que haya decidido escribir una novela protagonizada por un cruce de mastín español y fila brasileño: Negro, un viejo combatiente que debe regresar a las arenas clandestinas donde los seres humanos gozan contemplando el dolor animal. La lealtad y el compañerismo son atributos que distinguen a los protagonistas, perros de todas las razas y que no se cuidan de usar un lenguaje políticamente correcto, tan enemigo de la inteligencia.
La ciudad oculta
Héctor de Mauleón (Planeta)
Dos volúmenes componen esta obra, que es una declaración de amor a la Ciudad de México. El lector, entonces, debe ponerse en los zapatos de un viajero que va en busca de un pasado encriptado en los nombres de las calles, en plazas, antiguos palacios y lugares ya borrados por el olvido. Así descubre, por ejemplo, lo que significaba comer un bistec en un lujoso restaurante de mediados del siglo XIX, cuál es la calle más antigua de América y la primera en la que se instaló el alumbrado público. De Mauleón es el cronista que tanta falta le hacía a la capital del país.
Historia de historias
Álvaro Uribe (Malpaso)
El autor parece sugerir que sus cuentos son hijos de otros cuentos, de los que tenemos memoria o que hemos creído recordar. Declara su amor a la tradición o, mejor dicho, a una tradición que pregona la existencia de mundos regidos por una indescifrable lógica onírica o fantástica.
De esta manera, hasta la historia más realista termina conduciendo a un pueblo donde lo ocurrido hace 50 años se revive en el presente, o a un parque donde los barrenderos siguen con celo a los caballeros. Álvaro Uribe es el poseedor de la palabra y de la linterna que la alumbra.
Historias del 68
Vicente Leñero (Seix Barral)
Este es el más reciente de los libros póstumos que continúan enriqueciendo el legado de Vicente Leñero. El título da para esperar, o desear, un conjunto de relatos o incluso una novela. No sería improbable que Leñero hubiera llevado su experiencia como periodista al terreno de la ficción y que decidiera aguardar el momento propicio de la publicación.
Grande es nuestra sorpresa cuando al paso sale una nota del editor informando que Historias del 68 “se escribió originalmente para ser filmada”. Un espléndido guión, con la agilidad de una pieza teatral: eso es lo que tenemos entre manos.
Siete cuentos morales
J. M. Coetzee (Literatura Random House)
En 2003, el escritor sudafricano publicó Elizabeth Costello, donde da vida a una escritora australiana que emprende una cruzada en defensa de los animales. Ahora vemos a Costello como protagonista, o presencia oculta, de estos cuentos que, como dice el título, plantean algunos dilemas morales asociados a la vida familiar: entre padres e hijos, entre parejas o entre parientes políticos.
Al final, todos los cuentos conducen hacia la inevitabilidad de la muerte y la obligación moral de evitar el sufrimiento de un ser viviente. Aunque parece de fácil lectura, el autor ahonda en la complejidad psicológica de sus personajes.
Memorias
Roman Polanski (Malpaso)
Aunque aparecieron en 1981, estas Memorias comienzan por fin a circular y lo hacen con el brillo que rodea a una leyenda. Tratan, por supuesto, sobre la vida del director de Repulsión: su infancia en el gueto judío de Cracovia, la muerte de su madre en Auschwitz y el asesinato de su esposa a manos de una secta satánica.
Pero, sobre todo, tratan del cine y de una estética que aspira a que los espectadores se identifiquen con lo que están viendo, de tal modo que su experiencia visual se aproxime al máximo a la realidad que viven. Las páginas finales son demoledoras.
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