Sigue siendo una sorpresa para el escritor de origen tanzano: no estaba entre los candidatos, mucho menos él se consideraba parte de ese listado, aunque uno de los deseos más importantes Abdulrazak Gurnah, Premio Nobel de Literatura 2021, es “volver a tener tiempo para escribir”.
Ante el relanzamiento de Paraíso y la aparición de A orillas del mar, bajo el sello de Salamandra, se llevó a cabo una videoconferencia de prensa con el narrador, con una mirada puesta en el exilio, la migración y, en especial, con los desafíos que el conflicto entre Ucrania y Rusia ha generado.
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“No estoy seguro de si los lectores son más conscientes o más comprensivos respecto a los refugiados y a las personas desplazadas, pero deberían ser más sensibles, porque aparecen en los periódicos estos acontecimientos terribles: es imposible no saber que están ocurriendo”.
Hospitalidad sesgada
En algunos países se habla de este movimiento de personas desplazadas como si fueran delincuentes, como si vinieran a “arruinar nuestras cómodas vidas”, a decir de Gurnah, a quien por lo mismo no le resulta sorprendente que los países europeos muestren más simpatía con los ucranianos, porque no dejan de ser parte de la familia o de los vecinos.
“Pero es triste que este tipo de hospitalidad no siempre se extienda a los afganos, a los sirios o a los iraquíes… Este comportamiento se ha visto con personas que vienen de otras zonas, por lo que todo esto ha servido para exponer la actitud parcial o sesgada hacia quienes vienen de otros países”.
Foto: Especial
Y más allá del reflejo de una realidad, Abdulrazak Gurnah advierte que su obra no trata solo de la migración, sino de las cosas sobre las que no sabemos: leemos libros por el placer de entrar en un texto, por el placer de las palabras hermosamente escritas.
“La literatura nos sirve para reconocernos, pero también nos engancha a las cosas que no conocemos. Es una manera de aprender. Hay una parte de novedad, de noticia, cuando leemos sobre otra época u otro lugar”.
Mirar a los márgenes
Uno de los aspectos que resaltó durante el encuentro con representantes de medios de comunicación de habla hispana, es el periodo que se refleja en Paraíso, una de sus novelas más reconocidas: la época que concierne a la llegada del colonialismo europeo al este de África, en vísperas de la I Guerra Mundial. Y dice que no es que los historiadores no hayan escrito de esto, pero sí hay una laguna entre lo que hacen los académicos y la imaginación popular.
"Algunos pueden conocer episodios un poco lejanos en el tiempo o no están interesados en ciertos grupos, pero la literatura permite a personas sin esa información humanizar el lenguaje o los conocimientos académicos para conocer mejor el mundo. Ese es el puente de la literatura: nos conecta con cosas que no sabemos, pero de forma accesible, con herramientas que no siempre ofrece el mundo académico".
Señalado como uno de los mayores representantes de la literatura poslcolonial, al mismo tiempo se muestra convencido de que esta es una forma de lectura desde territorios diferentes, porque en la realidad mucha de esa escritura tiene en común la experiencia del colonialismo; sin embargo, al pensar en este paradigma de la literatura poscolonial es que damos por sentada la experiencia del colonialismo, más allá de que parte de su literatura se escriba en inglés, en francés o hasta en portugués.
"Cuando hablamos de que el Premio Nobel se entrega a un africano después de 30 años, por ejemplo, habría que preguntarse cuántos autores indios o chinos o de otros lugares lo han ganado: la pregunta es por qué han ganado siempre los europeos y eso expresa, en cierta medida, la estrechez de los valores que se otorga a las producciones literarias no europeas y eso es así, no podemos dar la vuelta atrás. Mejor miremos hacia adelante y veamos si autores de otros lugares del mundo pueden recibir mayores reconocimientos", enfatizó Abdulrazak Gurnah.
El Premio Nobel genera tanto interés y tanto deseo entre las personas que "la verdad es que no te deja mucho tiempo para escribir", se debe dedicar tiempo al interés que ha despertado la obra, "pero en su momento tendré que sentarme a escribir". Por lo menos, esa es la aspiración del escritor.
A orillas del mar es la sexta novela de Abdulrazak Gurnah, un relato sobre los efectos de la colonización europea, la experiencia del exilio y el sentimiento de culpa que esta genera.
La fuerza de la literatura
Consciente de lo que puede ofrecer una literatura construida desde los márgenes, Abdulrazak Gurnah reconoce que no se puede lanzar un libro a un tanque de guerra para detenerlo: no puede intervenir contra la tiranía de este modo, a través de la fuerza, pero puede aclarar cosas para que después nosotros tengamos herramientas para luchar si es que deseamos hacerlo: "Lo que sí puede hacer la literatura es informarnos para que no permitamos que los tiranos abusen de nosotros y nos presionen".
hc