La escritura como una manera de traspasar las fronteras

Con el tema “Las fronteras invisibles de nuestras literaturas”, los escritores Mónica Lavín, David Toscana y Rodrigo Blanco reflexionaron acerca del papel que ha jugado la escritura en su propia relación con el mundo.

“Las fronteras invisibles de nuestras literaturas”, tercera mesa de la Bienal Mario Vargas Llosa (Jesús Alejo).
Jesús Alejo Santiago
Guadalajara /

Hoy en la Universidad de Guadalajara se llevó a cabo la mesa "Las fronteras invisibles de nuestras literaturas", la tercera de la Bienal Mario Vargas Llosa, donde los escritores Mónica Lavín, David Toscana y Rodrigo Blanco opinaron sobre la relación entre la escritura y el mundo.

 En 2015, el escritor venezolano Rodrigo Blanco tuvo que dejar su país. Rondaba los 33 años de edad y si bien lo hizo en condiciones muy distintas a las de miles de sus compatriotas, no deja de reconocer al dolor, a los fantasmas o a la nostalgia que lo acompañan día a día en su decisión.

En 2015, el escritor venezolano Rodrigo Blanco tuvo que dejar su país. Rondaba los 33 años de edad y si bien lo hizo en condiciones muy distintas a las de miles de sus compatriotas, no deja de reconocer al dolor, a los fantasmas o a la nostalgia que lo acompañan día a día en su decisión.

“He descubierto que lo que he hecho en lugar de desligarme de mi país es tensar con la distancia la cuerda que me mantiene atado a él, de una manera que la disfruto porque toda mi familia y la de mi esposa sigue viviendo allá, hablamos todos los días y, de alguna manera, también hay algo desgarrador, porque es estar en ningún lado, no terminar de arraigar y saber que ya no puedes regresar por la situación actual y porque el país en el que uno creció ya no existe”, dijo.

Convencido de que la literatura y las artes se han transformado por toda la problemática social y política, el autor de The night (Alfaguara), novela con la que es finalista del Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, reconoce que, en ocasiones, él mismo busca un distanciamiento como una forma de protección, para “mirar la tragedia como si yo fuese otro, pero es una dinámica que la mayor parte del tiempo no depende de mí, y hablando con otros migrantes que se fueron del país años antes que yo, me han dicho que es un dilema que nunca se resuelve”.

Rodrigo Blanco participó en la tercera mesa de la Bienal Mario Vargas Llosa, que se celebra en el Conjunto Santander de Artes Escénicas del Centro Cultural Universitario de la Universidad de Guadalajara, con el título “Las fronteras invisibles de nuestras literaturas”, donde Mónica Lavín aseguró que quienes escriben “siempre estamos queriendo saber qué pasa del otro las cosas, de las personas, de lo no visible… que podría ser otra frontera de la cual podríamos hablar”.

“Para mí, las fronteras eran invisibles. Eso lo hacían posible los libros, los libros siempre invisibilizan las fronteras o la censura de los libros visibiliza las fronteras autoritarias o dogmáticas. Y las fronteras geográficas eran invisibles porque mi madre es niña de la guerra civil española, llegó aquí a los seis años con su familia, entonces la manera en que mantenía el vínculo con España eran los libros que le mandaban sus tíos y que llegaban por barco, una tradición que mantuvieron mis tíos abuelos con mis hermanos y conmigo”, dijo.

Durante su participación, Mónica Lavín reconoció en la escritura a una forma de la transgresión, porque siempre rompe fronteras; y recordó un pasaje de su vida en el que estableció una relación de amistad con niñas de Estados Unidos a través de cartas, “y establecimos una amistad que franqueaba las fronteras con Estados Unidos: me parecía que la escritura podía borrar esa frontera”.

Y si bien el título de la mesa fue “Las fronteras invisibles de nuestras literaturas”, para David Toscana no siempre resultan invisibles, si acaso existen una que se cruzan y otras que no, en especial porque la palabra termina por ser un límite que marca una diferencia entre un lado y otro, pero no necesariamente marca una barrera. “De hecho, la palabra frontera era un adjetivo que convertimos en sustantivo”.

“¿Qué son esas fronteras invisibles de la literatura? Puede ser el lenguaje, lo que escribo en español no se entiende en alemán, pero entre los latinoamericanos, lo que escribo en español no se comprende en otomí, hay muchas lenguas y no nos podemos comunicar, y la literatura encuentra su barrera, porque la literatura es lengua y la tenemos que comprender”.

Las actividades de la tercera Bienal Mario Vargas Llosa van a continuar hasta el jueves, cuando se hará el anuncio del ganador del Premio que lleva el nombre del Premio Nobel de Literatura.


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