Calidad, inteligencia y elegancia, claves de Les Luthiers

Su propuesta es inigualable e involucra humor y buena música; “no somos un modelo, porque imitarnos sería un camino mediocre, pero tal vez sirvamos de inspiración”: Carlos López Puccio.

Con su trabajo de casi medio siglo el grupo definió un estilo que es totalmente propio e inconfundible.
México /

En casi cinco décadas de existencia, que celebrarán en 2017, el grupo Les Luthiers hace "un humor del que hay poco: de buena calidad, de bastante inteligencia, de elegante forma. En alguna medida hemos mostrado que se puede tener amplio reconocimiento sin utilizar procedimientos bajos".

Habla Carlos López Puccio, integrante desde 1969 del grupo argentino con una propuesta inigualable que involucra humor y música de alta calidad. Con su trabajo, agrega en entrevista, definieron "un estilo (¿un género?) que nos es totalmente propio e inconfundible, que mezcla elementos teatrales con musicales. No somos un modelo, porque imitarnos sería un camino mediocre, pero tal vez sirvamos de inspiración para que los que vengan sepan que se pueden inventar caminos en los que éxito y calidad en humor pueden ir juntos".

Con discos como Sonamos pese a todo, Cantata Laxatón y Mastropiero que nunca, grabado en vivo, el grupo conquistó América Latina.

A ello hay que agregar la invención de instrumentos como el tubófono silicónico cromático, el yerbomatófono d'amore, la manguelódica pneumática, la violata o el dactilófono, que incorporan lo mismo un recipiente para mate que una máquina de escribir, balones de basquetbol, mangueras o una lata de pintura vacía.

Con este arsenal y otros instrumentos tradicionales Les Luthiers presentará en México el espectáculo ¡Chist! Antología los días 7, 8 y 9 de abril en el Auditorio Nacional, y el 11 en el auditorio Telmex de Guadalajara.

Les Luthiers no fueron considerados subversivos, aunque lo sean, pues se sabe que el humor, el bueno, siempre lo es. ¿Cómo pasaron durante la época de las dictaduras?

Con sumo cuidado. Nunca fuimos ni revolucionarios ni militantes de extrema izquierda. Pero durante esos años era temible hasta la sospecha de que uno pudiera serlo, le iba la vida en ello. Así que tuvimos la precaución de no parecer, de cuidamos para que nuestros chistes no hirieran sagradas convicciones ni levantaran suspicacias. Cierto color de humor social, o político o progresista o como quiera catalogárselo, que podía adivinarse en algunas obras nuestras de 1972 (por ejemplo en Los noticiarios cinematográficos) volvió a aparecer después de 1982 (como en El acto en Banania, La marcha de la conquista o la misma La comisión, que presentaremos en México, etcétera).

¿Qué nos brinda el humor?

El humor es uno de los primeros posibles pasos hacia la felicidad. No me parece que sea ni necesario ni suficiente (de hecho hay seres muy felices que parecen no tener nada de humor). El humor es un camino elegible de disfrute, de los muchos que nos permite la maravillosa mente humana, no un rumbo necesario, pero constituye una posibilidad con la que contamos y que podemos tomar y gozar. Hay un gran número de posibilidades, de placeres exquisitos a los que el intelecto humano nos permite acceso.

¿Por qué han durado más que Los Beatles y las dictaduras en América Latina?

Mi primera idea es que tanto los Beatles como los dictadores latinoamericanos han ganado infinitamente más dinero que nosotros y no necesitan seguir ejerciendo, pero sería un sarcasmo innecesario. La verdad es que se conjugaron dos grandes elementos: con mucho trabajo, de años, llegamos a la convicción de que Les Luthiers no podría haber sido producto de uno solo de nosotros, que ninguno de nosotros podría haberlo inventado en solitario, sino que era la resultante de las fuerzas creativas que cada cual había aportado.


Un grupo sin reemplazantes

En el camino han quedado algunos integrantes de Les Luthiers, ¿con qué criterio se sustituye alguien insustituible? Carlos López Puccio responde. "Gerardo Masana fue el primero. Fundador del grupo, dio el puntapié inicial hace casi 50 años y falleció poco después, en 1973. Nos dejó el encargo para que el resto lo construyéramos los demás, con mucho tiempo de trabajo y esfuerzo. Gerardo fue insustituible en aquel grupo incipiente y no lo sustituimos nunca porque fundador no puede haber más que uno, pero prácticamente construimos un edificio a partir de la pequeña, fuerte y novedosa choza que el ideó".

Años después se separaron amigablemente de Ernesto Acher, que tampoco fue sustituido. "En ese momento el grupo, que había funcionado como sexteto durante una década, pasó a ser quinteto. Y luego, el año pasado sobrevino la terrible desaparición de Daniel Rabinovich. Con su partida se produjo un hueco muy difícil de llenar, porque además de un gran cómico, actor y luthier era un hermano más de esta cofradía de cinco décadas. En lo afectivo no hay reemplazo, en lo escénico estamos muy contentos por el magnífico desempeño de nuestros dos nuevos integrantes: Tato Turano y Martín O'Connor".

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

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