Los diccionarios, depósitos de memoria social: Luis Fernando Lara

El lingüista dictó en vivo la conferencia 'El español y sus diccionarios' en la que mostró cómo se ha modificado la aparición del significado de la palabra 'perro' en los diccionarios de lengua española.

El académico forma parte de El Colegio Nacional (Especial).
Ciudad de México /

Luis Fernando Lara, lingüista integrante de El Colegio Nacional, resaltó los cambios más significativos en la forma de definir las cosas, al realizar un recorrido por los diccionarios de la lengua española, desde el bilingüe latín-español de Elio Antonio de Nebrija, publicado en 1492, hasta los diccionarios actuales.

Como parte de la transmisión de conferencias en vivo de El Colegio Nacional, que se transmiten diariamente a las 18 horas a través de sus plataformas digitales, el pasado martes 14 de abril, el académico dictó en vivo la conferencia El español y sus diccionarios. 

En ella, Lara mencionó que el diccionario bilingüe de Nebrija es un modelo derivado de aquella tradición de hacer diccionarios para un uso determinado por las necesidades que tenían los lectores. 


En este compendio, se concebía a África solo en una parte, mencionando, por ejemplo, a Mauritania y algunos otros territorios, porque en aquel entonces solo se conocían regiones del continente cercanas a los países en los que vivían los autores de estos diccionarios, como Nebrija y los autores italianos.

Lara, Miembro del Comité Internacional Permanente de Lingüistas de la Unesco, habló de la formación de los estados nacionales a finales del siglo XV y parte del XVI, empezando por España y Francia, donde surgió la necesidad de pensadores y universitarios de ensalzar la gloria de sus estados, de presumir su lengua y equipararla con la del gran Imperio Romano, lo que llevó al deseo de escribir un diccionario de una sola lengua, monolingüe.

“Esto no lo hizo Nebrija, refirió el lingüista, pero si se lee el prólogo de su Gramática en la Lengua Castellana, hay una parte donde dice: ‘para cuando sus majestades conquisten territorios de peregrinas lenguas’, que se refiere a la llegada del español ya con esa gloria que, pensaba este autor, comenzaba así a justificar la existencia de su Estado, es decir, que los diccionarios monolingües aparecen como celebración de los estados nacionales”.

El autor de Lengua histórica y normatividad señaló que el diccionario de Sebastián de Covarrubias fue hecho precisamente con la idea de mostrar la riqueza y el interés de su propia lengua y, agregó, que este volumen, titulado Tesoro de la Lengua Castellana o Española conserva todavía un poco la necesidad de mostrar etimologías latinas, griegas o árabes, de las palabras que se estaban incluyendo.

Comentó que un año después del trabajo de Covarrubias apareció en Florencia, en 1853, la Accademia della Crusca, que en español quiere decir algo así como academia de las cáscaras. Sus académicos, dijo, pensaban que la lengua toscana, base del italiano, estaba llena de basura que se le había ido sumando a lo largo de los siglos y querían recuperar la calidad de la lengua de la época de Dante, de Boccaccio y de Petrarca. Por ese motivo se nombraron de esa forma, para expresar que estaban limpiando la lengua toscana.

Sobre la manera en que se escribieron estos diccionarios, el investigador y catedrático comentó que Covarrubias hizo el suyo “a partir de la nada, sin un antecedente” y leyó entonces la definición de perro en dicho diccionario.

‘perro: ... animal conocido y familiar, símbolo de fidelidad y de reconocimiento a los mendrugos de pan que le echa su amo. De esta materia hay libros enteros escritos, con casos muy particulares. La etimología del perro, declararemos por una pregunta que se suele hacer en las aldeas, porque el perro, cuando se quiere echar, da vueltas a la redonda. Respóndese por vía de pasatiempo que anda a buscar la cabecera. El perro es de naturaleza muy seca y para echarse recogido no pude doblar el espinazo de golpe. Y así, a cada vuelta que da, dobla un poco hasta que a su parecer está para poderse echar encogido. Y por esa, su calidad ígnea, se llamó perro... hay muchas diferencias de perros, unos perritos que llaman de falda que crían las señoras, dichos antiguamente meliteos porque se traían de malta. Otros que son para la caza y otros que caseros para la guarda de la persona. Los perros del ganado que son de tanta importancia a los pastores y otros muchos géneros de perros. Proverbios: a perro viejo nunca tus tus; por dinero baila el perro; perro ladrador nunca buen ladrador nunca buen cazador; el perro con rabia a su amo muerde; el perro del hortelano que ni come las versas ni las deja comer a otro'.

Luis Fernando Lara comentó que Covarrubias quería explicar el significado de “perro”. No tanto qué es un perro, le pareció innecesario decir qué es porque todos los conocemos y por eso describe: ‘es un animal conocido y familiar’. Y plasma entonces las características que tienen esos animales para su sociedad, que son símbolo de fidelidad y de reconocimiento a cualquier cosa que se les de comer.

En su exposición, el especialista se refirió también al diccionario que se hizo en España, cuando se fundó la Academia Española de la Lengua, a principios del siglo XVIII titulado: Diccionario de la Lengua Castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad con las frases y modos de hablar, los proverbios o refranes y otras cosas convenientes.

Posteriormente, al primer Diccionario de la Academia Española, publicado en el siglo XIX, llamado Diccionario de Autoridades, a diferencia del de Covarrubias, siempre da ejemplos tomados de autores, que para académicos de la época eran los que mejor escribían en español por ser autores que ayudaban a darle legitimidad a las palabras.

En relación a la definición del perro, el especialista mostró lo que hizo la Academia con la descripción de este animal, en la que se empezó a poner una indicación gramatical de sustantivo masculino:

Perro.s.m. Animal doméstico y familiar, de que hay muchas especies y todos ellos ladran. Unos sirven para la guarda de las casas y ganados, y otros para la caza: y según sus calidades, tamaños y propiedades, tienen diversos nombres, que se explican en sus lugares. Covarrubias, dice, viene esta voz del Griego Pyr, que significa fuego, por ser estos animales de un temperamento seco y fogoso. Otros quieren se dixesse ‘a rodendo pede. Latín. Canis. (Luego vienen las autoridades, con abreviaturas al final del diccionario dicen de dónde vienen estas autoridades). Si mordiere un perro a otro, tomen del alquitrán y úntenle las llagas con ello; y si rabiaren por mordedúra de otro perro, entenderlo ha en estas señales.

Luis Fernando Lara narró que, en el siglo XIX, el conocimiento de la ciencia le empezó a dar a los diccionarios una cantidad de información que antes no existía o a nadie le interesaba.

Posteriormente dio lectura a la definición de perro en el Diccionario de la Academia Española de la Lengua, que para 1817, eliminó los ejemplos y solo incluyó los que había en la primera versión, lo que implica una grave pérdida de la tradición lexicográfica, que venía haciéndose desde el Diccionario de Autoridades. Sin ejemplos y sin la palabra en uso, no se ayuda al lector a aprender cómo usamos las palabras. Podemos entender su significado, pero cuando leemos la definición, la palabra solo nos la mencionan, afirmó el lingüista.

La definición de perro del diccionario académico de 1889 refiere que el animal tiene “siempre la cola enroscada hacia la izquierda”. Y agrega: “y de menor longitud que las patas posteriores, una de las cuales abre el macho para orinar”. En el diccionario de 1956 abreviaron por completo la definición y en 1989, la volvieron a abreviar al grado de que se suprime hasta el tamaño de la cola.

En 2015, la Academia dice sobre el cuadrúpedo: mamífero doméstico de la familia de los cánidos de tamaño, forma y pelaje muy diversos según las razas, que tiene olfato muy fino y es inteligente muy leal a su dueño.

Finalmente, Luis Fernando Lara se preguntó si habremos perdido la riqueza de la definición, “porque algunas observaciones dan risa, pero son importantes para la concepción del perro. Y así echamos a perder muchas de las definiciones que nos interesan”, concluyó.

MM

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