“No doy mensajes, yo hago novelas”: Jordi Sierra i Fabra

El escritor barcelonés, autor de 400 libros, habla a MILENIO de su apoyo a los jóvenes escritores y de su última novela, Corazón de jade

También ha impulsado la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra para Latinoamérica
También ha impulsado la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra para Latinoamérica
Liliana Arteaga
Ciudad de México /

Jordi Sierra i Fabra (Barcelona, 1947) ha dado rienda suelta a su desbordada imaginación con un amplio repertorio literario que incluye más de 400 obras, en las que incluye ciencia ficción, novela policiaca, historia, poesía, ensayo, realismo crítico y otros temas en los que ha podido explotar su talento para la escritura.

Sierra i Fabra también se ha caracterizado por apoyar a niños y jóvenes que, como él, tienen la inquietud de escribir desde edad temprana, razón por la cual en el año 2004 creó la Fundación Jordi Sierra i Fabra en Barcelona, la cual está dedicada a promover la creación literaria entre los jóvenes. Trimestralmente pública la revista digital www.lapaginaescrita.com, y cada año convoca a un premio literario para menores de 18 años. También ha impulsado la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra para Latinoamérica, con sede en Medellín, Colombia, que atiende a más de 100 mil niños y jóvenes cada año.

En entrevista para MILENIO, Sierra I Fabra habló de cómo ha sido su trayectoria y de su más reciente obra, Corazón de jade (Ediciones SM, 2013).

¿Cómo se siente por su nuevo libro?

La verdad es que me siento como si hubieran premiado a toda una vida, una carrera, y también recompensa el trabajo de mis dos fundaciones que ayudan a gente joven. Es un premio que espero muy amoroso: aparte del prestigio yo creo que es un reconocimiento que recompensa 40 años de dedicación y también a todos los vínculos míos con América Latina, que yo pienso que son muchos.

Tengo entendido que escribe libros desde los 12 años, ¿es cierto?
Yo empecé con ocho años; después, a los nueve, 10, 11 y 12, hacia libros como de 100 páginas, y con 12 años hice un libro gordo de 500 páginas. Fue como una apuesta para ver si era capaz o no, porque para mí hacer libros de 100 páginas era muy sencillo, así que aquello fue para mí un reto. Y cuando termine este libro de 500 páginas ya tenía muy claro que yo iba a ser escritor, estaba seguro.

Usted ahora apoya a estos talentos nuevos que están surgiendo.
Lo intento; para eso tengo dos fundaciones, una de ellas Jordi Sierra I Fabra, que apoya a talento de menores de 18 años, justamente para fomentar que la gente joven escriba.

¿Qué significa para usted apoyar a estos jóvenes escritores?

Cuando yo empecé nadie me ayudó, y por eso lo hago, porque sé lo duro que es tener 15 años y que nadie crea en ti. Yo recuerdo aquella juventud mía tan dura, luchando contra todo el mundo por mi sueño, y hoy en día ocurre lo mismo. Mucha gente joven tiene deseos de ser escritor y no puede, no la dejan o no se siente capaz. Lo que intento es darle ánimo y dejarle escribir en el sitio web, lo que les permite crecer como escritores.

Las fundaciones son mi forma de devolver un poco la suerte que he tenido yo.

Debe ser una satisfacción muy grande poder decir “estos jóvenes y niños escritores están creciendo con el apoyo que yo les doy”.

Tú dirás, claro. Lo hago por ellos pero también por mí, porque yo me siento feliz y de alguna forma yo estoy en paz con mi conciencia, con muchas cosas. Claro que me siento feliz y recompensado.


PURO INSTINTO

¿Cómo se inspiró para escribir Corazón de jade?

Me base en un artículo periodístico que hablaba del jade como una piedra mágica en China. Leyéndolo se me ocurrió hacer una historia en la que la tierra tuviera un corazón de jade y se lo robaran.

Te puedo decir que como escritor quizás fue una simple tontería, pero quise hacer algo novedoso, así que de un simple articulito hablando del jade salió toda la historia.

China es un país que me encanta; he pasado un mes recorriéndolo, y esta es mi tercera novela que ocurre allí. A China la considero mágica por toda su historia, por su filosofía, además de que a los viejos los respetan mucho.

También es una novela que habla de aventuras, amor, guerras, pasiones, odios, magias, de todo.

¿Cuánto tiempo le llevó realizar esta obra?

Fue una historia que escribí rápidamente. Desde que tuve la idea en mayo del 2011, durante cuatro meses estuve imaginando y armando esta historia, creando escenas. Luego fui a Colombia, y allí, durante dos semanas que estuve trabajando en mi fundación, hice el guión definitivo; después volví a Barcelona y la terminé en tres semanas.

¿Qué recompensa le ha dejado este libro?

Es un libro de fantasía que me apetecía mucho escribir. No quiero decir que sienta más satisfacción por este que es gordo o por uno que sea pequeñito. Yo pienso que los libros son para disfrutar.

Soy libre, feliz e independiente, y me gusta disfrutar lo que hago. Escribo siempre lo que quiero escribir, y hasta el momento ningún libro me ha dejado mayor placer que otro. El escribir cada día es lo que me da mayor placer.

¿Cuál de sus libros le ha gustado más?

No, eso no se puede decir: son mis hijos. Cuando hago un libro es porque quiero hacerlo y lo disfruto, y no te puedo decir “mi mejor libro es tal y el peor es tal.

Para mí mis hijos todos son guapísimos, altísimos. Todos mis libros han sido hijos míos, yo los he parido, no importa que sea un libro gordo de 500 páginas o un cuentito de cinco paginitas. A todos los quiero con la misma pasión.

¿Cuál es la ruta creativa que sigue para escribir un libro?

A veces haciendo un libro tengo la capacidad de imaginar. Hay un montón de caminos para hacer la novela, y a veces un camino que no sirve ya me lleva a crear otra historia diferente, en otro tiempo, espacio y estilo. Sí, la mente creativa de un escritor es como un volcán en erupción que se echa a despegar inesperadamente, y no hay patrones, no hay normas, no hay nada. Todo se produce de forma espontánea, puro instinto.

¿Cuál es el mensaje trata de darles a sus lectores?

Yo no doy mensajes, yo hago novelas. Hay gente que da mensajes y que escribe textos muy importantes, pero a mí no me gusta hacer eso con mi trabajo. Yo cuento historias, y debajo de cada una de ellas hay un pozo en el que la gente siempre aprende algo. Yo no pretendo hacer que mis historias sirvan para cambiar al mundo, yo solo soy escritor y hago lo mejor que puedo y listo; de mensajes, ninguno.

El escritor, a quien recientemente le fue entregado el IX Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil, con el cual es reconocido por desarrollar con excelencia una carrera literaria en el ámbito del libro infantil y juvenil en Iberoamérica, comentó que “significa el orgullo de que toda América Latina me quiere y me recompense con un premio de esta magnitud, como lo es este”.

¿Cuántos premios ha ganado en su carrera?

Este es el número 36.

¿Cómo se describe el escritor Jordi Sierra i Fabra?

Me considero un escritor loco, divertido… Mi obra es muy seria: intento hacer lo mejor que puedo lo que sé hacer, que es escribir, e intento que la gente se la pase bien con mis libros.

Soy voluntarioso, tenaz, orgulloso, constante; nunca me rindo por nada, lucho, ayudo a la gente. Ese soy yo; bueno, dejando lo guapo.

En pocas palabras, ¿sin igual?

Eso debes decirlo tú, yo solo soy un autor como muchos más; lo curioso es que como escribo tanto soy a veces como un bicho raro.

¿Imaginó escribir más de 400 obras?

No, eso no. Ser escritor sí, pero haber escrito 400 libros no. Siempre luché para ser escritor; desde que tuve ocho años yo dije: “Seré escritor”, y eso es lo que he sido.

¿Cómo se siente de mirar atrás y darse cuenta de haber logrado el sueño de escribir, que comenzó desde niño?

Me siento viejo. Porque uno no escribe 400 libros y tiene 20 años; los escribes y te das cuenta de que tienes 66, como yo. Así es como me siento, mayor, muy mayor, pero espero seguir escribiendo hasta que me muera.

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