¿Por qué es importante preservar las lenguas indígenas en todo el planeta? ¿Qué impulsa a escritores y escritoras a no perder la esperanza de publicar libros en sus idiomas originarios? ¿A qué se debe que haya autores y periodistas encarcelados por defender sus ideas, sus pueblos, su forma de expresarse? ¿Qué se puede hacer para rescatar estas lenguas que, aunque parecieran muertas, podrían estar más vivas que nunca?
Buscar respuestas a estas interrogantes es una de las bases sobre las que se sostiene el primer encuentro Escribir el futuro en lenguas indígenas, organizado por la asociación mundial de escritores Pen Internacional y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), con apoyo del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Con la presencia de representantes de más de diez países que hablan más de 20 lenguas indígenas se inauguró la reunión el día de hoy, en el Teatro Daniel Zabadúa. Para Jennifer Clement, escritora y presidenta del Pen Club, a lo largo de un siglo nos hemos ido separando de esos idiomas que crearon pueblos, sostuvieron sociedades y unieron a personas. Tal es su importancia que, aprovechando que 2019 es el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, incentivaron esta propuesta.
La idea es habitar durante tres días (del 2 al 4 de mayo) la hermosa ciudad chiapaneca, crisol de identidades que cobija a casi 210 mil habitantes, para conversar, debatir, proponer, analizar y llegar a diversos puertos en la búsqueda por preservar un legado semejante. Profesionales de la literatura de Tíbet, India, Suiza, Croacia, Filipinas, Finlandia, Chile, Guatemala, Eritrea, Canadá, y con un mensaje de escritores aborígenes de Australia, han estado llegando a México, muchos por primera vez, para sostener el lema apoyado por el escritor mazateca y director del Inali, Juan Gregorio Regino: “Ni una lengua menos, ni un hablante menos”, pues actualmente, tan solo en la nación mexicana, hay 31 lenguas indígenas en riesgo de desaparecer.
“Buscamos implementar acciones que corrijan lo que está sucediendo con la política lingüística de la mayoría de los países del mundo. Queremos posicionar a las propias comunidades indígenas para que puedan trascender a un multilingüismo. De una manera libre, expresar sus conocimientos, sus lenguas, sus culturas. Trascender pueblos, avanzar para garantizar los derechos humanos, la concordia, la paz, el desarrollo, la construcción de políticas pública incluyentes, pues la literatura no conoce fronteras, y el futuro se debe construir con lenguas indígenas”, expresó el autor de numerosos libros de poesía bilingüe.
Uno de los momentos más conmovedores de la inauguración fue el discurso de la poeta, artesana y promotora cultural Enriqueta Lunez Pérez, quien contó, primero en tzotzil y luego en español, que una noche antes había muerto una de las últimas personas que hablaban una lengua originaria de Chiapas. Entre lágrimas invitó al público a convertir el dolor en sabiduría.
También ofrecieron discursos Carles Torner, director ejecutivo del Pen Internacional; Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior del Gobierno de México, Pedro Faro, director del centro Fray Bartolomé de las Casas; Simona Škrabec, presidente del Comité de Traducción y Derechos Lingüísticos de Pen Internacional; Cristina Rascón, coordinadora Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes y Emilio Ramón Ramírez Guzmán, secretario para el Desarrollo Sustentable de los Pueblos Indígenas, entre otras autoridades.
ES