Gil Gamés: “Soy simple y sencillamente heterodoxo”

FIL 2019

El misterioso comentarista cultural y político habla de la publicación de su libro Instrucciones para sobrevivir en el México de la 4T.

Gil Gamés existe y ha existido siempre. (Cortesía)
Ciudad de México /

El inefable comentarista cultural y político habla del misterio detrás de la máscara, del origen de su personaje y de cómo construyó, junto con el monero Trino, Instrucciones para sobrevivir en el México de la 4T.

¿Gil Gamés anda en busca de la leyenda, como diría José Alvarado?

Gil Gamés, repantigado en el mullido sillón de su amplísimo estudio, no busca ninguna leyenda. Lo que busca es simplemente tirar su piedra en el charco de la vida pública mexicana cada día, y es parejero. Es decir, jala parejo con todos los personajes y actores de la política mexicana. No busca la leyenda.

¿Existe realmente Gil Gamés, quién se esconde tras esa máscara?

Gil Gamés existe y ha existido siempre. Existe probablemente más que otros que dicen que existen, de modo que sabemos que la línea que separa al sueño de realidad produce seres como Gil Gamés. Había una frase muy buena “dame una máscara y te diré lo que pienso”. Y la otra, de Dylan Thomas, que es “O make me a mask” y le encantaba citarla a Julio Cortázar, de modo que sí, Gil Gamés existe y creo que muchas veces es más real que muchos que vemos de carne y hueso.

Hay quienes afirman que es una encarnación de Carlos Monsiváis

Gil Gamés no sabe si esa pregunta es una agresión o un elogio. La verdad es que sí hay en Gil Gamés una línea que se desprendió en algún momento de Por mi madre, bohemios y de la Doctora Ilustración. No seamos roñosos, la verdad es que de ahí se desprende, pero por lo demás, Dios nos libre de que Gil Gamés se pareciera a Monsiváis.

Ni si quiera físicamente…

No, físicamente no, porque Monsiváis era un hombre hecho y derecho. Atlético, como se sabe. Y Gil Gamés es, dado que siempre está repantigado, un hombre delgado, un hombre no muy fuerte y nunca se propuso ser un atleta como Monsiváis.

¿Gil Gamés es de izquierda, de derecha o no sabe para dónde va?

Gil Gamés es un crítico de la izquierda y un crítico de la derecha. La verdad es que Gil Gamés es fársico y es un desmadre. Si Gil Gamés se quisiera colgar algún escapulario entonces su página del fondo, publicada en MILENIO, perdería punch, perdería ese tono satírico. De modo que no se considera de izquierda o de derecha. Ver la vida pública cada día suele acercar a Gil Gamés al clóset. A veces se encierra en el clóset, a veces simplemente camina por el amplísimo estudio y se da un tope en el muro norte dado lo que está ocurriendo y lo que ha ocurrido en este país en los últimos años.

Por un momento me sentí atónita cuando mencionaste que Gil Gamés estaba en el fondo; pensé inmediatamente en Taibo II.

En el Fondo, en el nuevo y democrático Fondo que tiene elevadores que ya no sólo usan los directores; que ya no tiene meseros que atiendan con viandas y le roben al pueblo un poco de alimento. No. Me refería a “Uno hasta el fondo”, a la columna publicada en MILENIO. Pero ya que has echado ese anzuelo tomémoslo y digamos que Paco Ignacio Taibo II es hoy el dueño del libro en México.

¿Gil Gamés es ortodoxo, heterodoxo o ya no sabe qué es?

Gil Gamés es simple y sencillamente heterodoxo. Defiende y está de acuerdo con que cada quien, si no daña a terceros y no comete un delito, haga de sus partes un papalote.

Gil Gamés se asume preceptor al escribir sus Instrucciones para sobrevivir en el México de la 4T acompañado de su amigo Trino.

Trino paseaba por el amplísimo estudio y se encontró a Gil Gamés y entonces le dijo, “Qué onda, ¿nos reventamos un librito sobre el primer año de la 4T a modo de instrucciones para sobrevivir?” Y Trino dijo: “Va, pero es que, la verdad, Gil Gamés a veces es muy pasado”. Entonces Gil Gamés le dijo: “Puedes decir lo que quieras”. Así surgió Instrucciones para sobrevivir. Hoy se cumple un año de este gobierno y Gil Gamés y Trino han querido contar lo que han sentido, repasar a Madame Austeridad, hablar del desastre de la salud, del decrecimiento de la economía, pero en un tono absolutamente desmadriento. Esa es, quizá, la característica fundamental de Gil Gamés.

¿Está dedicado a López Obrador?

Sí. Se trata de una crónica que empieza un poquito antes de la elección en donde hay que decir que Gil Gamés era parejero. Ahí empieza el libro y luego las campañas. En cierto sentido es un diario público de lo que ha ocurrido en el último año con sus dimes y sus diretes, con sus bemoles, con sus malos chistes y con eso que él quisiera que tuviera cada vez la prensa en México: sátira, humor, reposo, paraderos en donde hablar y deshablar, decir y desdecir de la política mexicana.

¿Cuando Gil Gamés habla de humor se refiere a John Ackerman?

Has tocado un clientazo de Gil Gamés. Cuando habla de humor no se refiere solo a Ackerman, sino a otros personajes insignes de la 4T. Pero el dos veces doctor Ackerman es un cliente de Gil Gamés. Es alguien que simplemente nunca pudo concebir Gil Gamés. Como dijo Borges, “nadie es imposible”, y Ackerman así lo demuestra.

ÁSS

  • Patricia Curiel
  • patricia.curiel@milenio.com
  • Estudió Comunicación y Periodismo en la UNAM. Escribe sobre arquitectura social y el trabajo de las mujeres en el campo de las artes. Cofundadora de Data Crítica, organización de investigación periodística que produce historias potenciadas por análisis de datos.

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