El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que participa en la colaboración junto a países como Bélgica, Francia, España, Argentina y del Ministerio de Cultura de Guatemala, halló los restos de una compleja ciudad maya debajo del lago Atitlán, en el país centroamericano.
Los investigadores realizaron buceos para georreferenciar el lugar, esto con información previa que había sido recabada por arqueólogos guatemaltecos que habían creado modelos de fotogrametría y de paseo virtuales, en la que se sumaron miembros de la comunidad de Santiago Atitlán, quienes realizaron un ritual para poder posteriormente explorar.
En el lugar se recuperaron diversos objetos cerámicos y líticos debajo del lago Atitlán, cuyo sitio arqueológico data del periodo Preclásico Tardío maya —que comprende entre los años 400 –250 antes de nuestra era— y que está sumergido a una profundidad de entre 12 y 20 metros.
Las recientes exploraciones permitieron relocalizar y georreferenciar edificaciones, estelas y estructuras, generando con ello un nuevo mapa planimétrico y el sensoramiento remoto de gran parte de lago, recolectando muestras de limos del lago con la finalidad de entender la dinámica del sitio y estudiar el proceso de su hundimiento a lo largo del tiempo.
“Con esta planimetría podemos hablar de un sitio que mide, al menos, 200 por 300 metros”, indicó Helena Barba Meinecke dentro del comunicado del INAH, al destacar el énfasis dado a la transferencia de información y la capacitación hacia los arqueólogos subacuáticos guatemaltecos, a quienes corresponderá retomar las exploraciones e investigaciones en el lago.
Detallaron que la principal hipótesis sobre el colapso de la isla es que, dado que el lago Atitlán es el cráter de un volcán que se levanta a más de mil 500 metros sobre el nivel del mar, pudo ser un evento natural vinculado con la actividad volcánica la que causó que la isla colapsara desde su parte inferior, aumentando al mismo tiempo el nivel del agua y orillando a los habitantes a huir.
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