INAH descubre palacio prehispánico en Coyoacán

Bajo lo que será la nueva sede de la Academia Mexicana de la Lengua, en el barrio de Santa Catarina, arqueólogos hallaron los cimientos del palacio de gobernanza, donde hace cinco siglos vivía el señor de Coyoacán.

Arqueólogos del INAH registran los cimientos del palacio de gobernanza del tlatoani de Atenco Omac. (Mauricio Marat / INAH)
Ciudad de México /

Bajo lo que será la nueva sede de la Academia Mexicana de la Lengua, en el 440 de Francisco Sosa —en el  barrio de Santa Catarina—, cinco siglos atrás se celebraban audiencias ante el señor de Atenco Omac, dado que ahí se encontró el tecpan de ese barrio del Coyoacán prehispánico, como lo han corroborado arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En el tecpan o tecpan-calli se realizaban funciones administrativas, pero también era el lugar donde vivía el señor local con su familia y parientes más cercanos.


Para el arqueólogo Juan Cervantes Rosado, de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA) del INAH, la exploración de esta compleja estructura es una oportunidad inigualable, porque si bien estos palacios de gobernanza eran un elemento común en el Altiplano Central durante el Posclásico Tardío —hacia el año 1300 d.C.—, pocos son los ejemplos que se han podido registrar mediante trabajo arqueológico.

Fuera del espacio que ocupó la ciudad de México-Tenochtitlan, los cuatro tecpan que se conocen gracias a tareas de arqueología: Chiconautla, Chimalhuacan, Acozac y Cihuatecpan, se encuentran en lo que fue Acolhuacan, el área de Texcoco.


[Piso de estuco. (Mauricio Marat / INAH)]

Los vestigios del antiguo palacio indígena de Atenco Omac suponen la quinta ocasión en que es posible excavar este tipo de estructura, y en un área distinta a la región acolhua. Como explica Cervantes, Coyoacán formó parte del territorio tepaneca controlado por Azcapotzalco, hasta que en 1428 fue incorporado al imperio mexica, cuando adquirió el rango de cabecera provincial.

La evidencia arqueológica parece indicar que el tecpan de Atenco Omac continuó en funciones algunas décadas después de consumada la Conquista, aunque la excavación arqueológica indica que el complejo  comenzó a edificarse en los inicios de 1400 en un lugar estratégico, cerca del cruce de los caminos a San Ángel —actualmente Francisco Sosa— y a Tenochtitlan —hoy Panzacola y Avenida Universidad.

Pese a que sólo quedan los cimientos de los espacios, resultado de cinco siglos de afectaciones, es evidente la distribución de al menos cinco habitáculos prehispánicos, uno de ellos conserva una sección de su piso de estuco; y también los pasillos. Toda esta distribución hace referencia a las distintas actividades que tenían lugar en el tecpan.


[Materiales cerámicos asociados al sitio. (Mauricio Marat / INAH)]

“La excavación y registro puntual de esta estructura enriquecerá la información sobre la arquitectura de la nobleza indígena del periodo Posclásico Tardío en la Cuenca de México, y permitirá evaluar hipótesis sobre la estructura política y territorial en una cabecera provincial fuera de Tenochtitlan, el Coyoacán prehispánico”, estima el responsable del salvamento arqueológico.

Dada la extensión y complejidad de los restos arqueológicos descubiertos en Francisco Sosa 440, y con el objetivo de registrar la totalidad de los elementos constructivos del palacio, se prevé la realización de una segunda temporada de trabajo arqueológico.


* Con información del INAH.

FM

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