Si bien aún se trata de una propuesta de la consejería jurídica de presidencia de la república, la integración del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) manda un mensaje contradictorio del gobierno de México como uno de los principales impulsores del Decenio de Lenguas Indígenas, impulsado por la ONU.
De acuerdo con la poeta Irma Pineda, vocera de los pueblos indígenas de Latinoamérica y el Caribe en el Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se trata de un mal mensaje político, porque contradice una iniciativa bastante empujada por México, como país, ante las Naciones Unidas.
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"Además, recordemos la toma de protesta del presidente López Obrador con la ceremonia del bastón de mando… y, de repente, encontramos señales muy contradictorias, porque al INPI ya le habían reducido la mitad del presupuesto de lo que traía la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI); luego viene este proyecto de iniciativa de ley, con lo que el INALI pasaría a ser una pequeña dirección de área del INPI y se reduciría el presupuesto, el personal y, sobre todo, sus atribuciones", explica.
“Tendría menos posibilidad de diseñar y establecer políticas lingüísticas a nivel nacional. Todo esto es lamentable, pero también es muy mal mensaje hacia los pueblos indígenas, porque se está diciendo que las lenguas indígenas no importan mucho, o no son prioridad, o que pueden desaparecer las lenguas, así como se desaparece una institución”.
Aun cuando la Secretaría de Cultura del Gobierno de México emitió un comunicado en el que habla de un presupuesto garantizado para el INALI de poco más de 71 millones de pesos, “que le permitirá seguir con la construcción de una política lingüística multilingüe de Estado”, en el mismo mensaje se asegura que la infraestructura comunitaria con la que cuenta el INPI “permitiría un mayor alcance e impacto de las acciones de estudio, institucionalización y salvaguarda de las lenguas Indígenas nacionales”.
Reflexionar sobre el tema
Fernando Nava, director-fundador del INALI, llamó a reflexionar sobre el tema en una perspectiva más amplia: en todas las culturas, la lengua es un componente particular, unido a la identidad y a la historia, de ahí la existencia de Academias de la Lengua o la existencia de áreas específicas para las lenguas extranjeras o las originarias.
“Ya en México nos habíamos tardado en darle un lugar especial a las lenguas indígenas y, en menos de 20 años, el Instituto pierde su autonomía: el eje que le dio vida son los derechos lingüísticos que, a nivel mundial, se reconocen por sus vínculos con la identidad, la cultura y la educación. En especial, una igualdad social no pude soslayar las diferencias del lenguaje”.
La iniciativa termina siendo una forma de respuesta al “desinterés sociopolítico hacia el tema de las lenguas indígenas el que, al principio el Decenio, se reduzca la atención, el presupuesto, el espacio institucional dedicado a las lenguas”, en palabras del integrante de la Academia Mexicana de la Lengua, sobre todo porque en 2020, en el Complejo Cultural Los Pinos se trazaron líneas para el fortalecimiento de las lenguas “y no puede haber un mensaje más claro en función de la contradicción de intereses que quitándole su autonomía al INALI”.
Piden la atención del mundo
Con cerca de siete mil lenguas reconocidas en el mundo, en diciembre de 2019 la ONU proclamó el período comprendido entre 2022 y 2032 como el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas con el fin de llamar la atención del mundo sobre “la difícil situación de muchas lenguas indígenas y movilizar a las partes interesadas en su preservación y revitalización”.
yh