Vivimos días en los que la crónica, el periodismo narrativo o la literatura de no ficción tienen un lugar protagónico en el ámbito periodístico, lo cual ha producido que la línea que separa a los géneros se pierda o propicie la confusión de los mismos autores.
“Los géneros literarios, como los periodísticos, tienen características que los distinguen pero que pueden complicar a gente tan experimentada como Carlos Monsiváis, quien acabó confundiendo géneros en su compendio A ustedes les consta, metiendo por igual crónicas, cuentos y cuadros costumbristas, sobre todo en los textos datados a principios del siglo XX. ¿Por qué? Porque la frontera común es a veces una línea tan delgada que los autores aprovechan para ir de un lado al otro”.
La reflexión le pertenece a Alfredo Campos Villeda, director de MILENIO Diario, quien impartió la conferencia “Periodismo y Literatura: la frontera común”, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).
Organizada en el contexto de la Feria Internacional del Libro de Coahuila (FILC), durante la charla ante estudiantes y académicos recordó que la crónica, como género periodístico, debe entenderse como el relato acerca de un acontecimiento, en el cual no solo se debe recrear la atmósfera, sino al mismo tiempo aportar una gran cantidad de detalles, pero privilegiando siempre, “pese a esta subjetividad, no caer en la ficción, no inventar sucesos ni dichos, no adivinar pensamientos”.
“Subrayo que se debe privilegiar, ‘no caer en la ficción’. Nunca dije que se debe privilegiar ‘la verdad’, porque no se puede en esto del periodismo, y menos en la literatura, aspirar a tal hazaña. Ya para eso hay un ejército de filósofos desde los tiempos anteriores a Sócrates que se han empeñado en semejante tarea de rastreo. Nótese que tampoco dije que se privilegie ‘la objetividad’. Acaso la crónica sea el más subjetivo de los géneros periodísticos. No. Eso de la objetividad dejémoslo para los matemáticos, para los físicos, para las ciencias exactas en resumen”.
Proezas del estilo narrativo
Durante la conferencia, el también autor de Septiembre letal recordó a quienes han oficiado en ambos universos, el periodismo y la literatura, como Gabriel García Márquez, quien comenzó su carrera siendo reportero “y sus crónicas poseen un estilo narrativo de alta literatura”.
“Uno de sus primeros libros, El relato de un náufrago, implicó la tarea de entrevistar al joven marino que sobrevivió 10 días en alta mar y el autor logró hacer una narración distinta para cada uno de esos días en los que el personaje solo estaba rodeado por agua salada y tiburones que lo acechaban todas las tardes hasta que por fin fue rescatado. Una proeza de reportaje novelado”, destacó Alfredo Campos Villeda.
Truman Capote, Ryszard Kapuściński, Vicente Leñero y, en especial, Emmanuel Carrère, fueron algunos de los periodistas y escritores que se aparecieron a lo largo de la conferencia del director de MILENIO Diario, con el reconocimiento de que no intenta ninguno de estos autores engañar a “algún despistado lector: periodismo narrativo, reportaje novelado, crónica literaria. Todos instalados en la frontera común”.
En ese sentido, resaltó la obra de Carrère como la un defensor de la idea de que no necesita de musas, "pues la realidad es más que suficiente".
“A él lo entrevisté hace un par de años en la FIL de Guadalajara y me dijo que el periodismo es un género literario. ‘Sí’ me respondió de inmediato, pero aclaró: ‘Eso no quiere decir que todo el periodismo sea literatura’. La pregunta no podía faltar porque él cultiva el periodismo de gran aliento, si bien su reputación es de escritor”.
Ante los futuros comunicadores, Campos Villeda resaltó que suele existir la tentación para ciertos reporteros de agregar especias ficticias a sus relatos aprovechando, “la delgada línea que es la frontera común de ambos oficios, el periodístico y el literario”.
Fernando Benítez, un reportero nato
Si la intención de Alfredo Campos Villeda era hablar acerca de los vínculos entre periodismo y literatura, no había manera de hacer a un lado a un personaje fundamental en el periodismo mexicano: Fernando Benítez.
“En las aulas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales el profesor Fernando Benítez solía exponer su máxima de que el periodismo es literatura bajo presión. Sabía de lo que hablaba, pues era el impulsor del periodismo cultural y de los suplementos que en la segunda mitad del siglo XX abrieron espacios a las más finas plumas. Benítez era un reportero nato”.