La poesía dentro de la FIL Guadalajara

Filias 2019

La palabra se vuelve aura y canto.

La India, por su ubicación, conforma un subcontinente; su literatura en cambio representa un continente incógnito.
José Homero
Guadalajara, Jalisco /

Que nuestras vidas sean libros abiertos de los que todos puedan aprender”, sentenció Mahatma Gandhi. En el marco del sesquicentenario del nacimiento (1869) del gran humanista indio —que conmemoramos el pasado 2 de octubre—, India es país invitado de la edición XXXIII de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). Acaso estas auras alentarán a que, como en ningún otro año, la poesía emita un fulgor único, recuperando su fuego primordial.

Los indicios venturosos comienzan con la premiación, por segundo año consecutivo, de un poeta, David Huerta, cuya lírica inquiere en el mundo desde una actitud escéptica y celebratoria, que si bien desconfía de la construcción de la realidad por la mediación del lenguaje y de los mundos que sustenta —la filosofía, la literatura, la historia, aglutinadas bajo el genérico “grandes palabras”, equivalente a los “grandes relatos” de J. F. Lyotard—, busca tocarla mediante la sensualidad y la experiencia, aunque en ningún momento se soslaye que tal encuentro es solo una refracción. Huerta, pese a esa duda tan propia del arte y el pensamiento moderno- posmoderno, se ha convertido en un campeón del papel fundacional de la poesía.

El poeta recibirá el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en la ceremonia de inauguración el sábado 30 de noviembre; estará en “Mil jóvenes con David Huerta” (3 de diciembre) y en “Ecos de la FIL” (4 de diciembre, en la Preparatoria 13 de Guadalajara). 


Si uno de los atributos de su escritura es la “fraterna inteligencia”, según el veredicto del jurado, ¿qué mejor celebración que congregar a los amigos? Coral Bracho, Luis Vicente de Aguinaga y Benito Taibo, entre otros, animarán la mesa “Amigos de David Huerta”, el domingo 1 de diciembre.

La India, por su ubicación, conforma un subcontinente; su literatura en cambio representa un continente incógnito. Para descubrir a uno de los países más literarios —sexto país editor de libros del mundo; segundo de libros en inglés, solo detrás de Estados Unidos, y organizador de la mayor feria editorial de Asia, la de Nueva Delhi—, el programa incluye lecturas, coloquios y mesas redondas.

 Mamang Dai y Subhranshu Banerjee discutirán “Escribir: pasión o profesión” (2 de diciembre). Dai, novelista, poeta y periodista, estará en la “Lectura de autores de la India” (1 de diciembre) con Madhav Kaushik y en la mesa “¿Por qué escribo”. (2 de diciembre, por la tarde). 

Mamang Dai.


Benarjee, bengalí y profesor de español, intervendrá en la “Lectura de autores indios” y acompañará a Huerta en “Mil jóvenes…”. Autor traducido por Luvina, revista que, como es habitual, dedicará un número a las letras invitadas a la FIL, en este caso, la India, presentará dicho tomo el 1 de diciembre.

Con 24 idiomas oficiales e infinidad de dialectos, la diversidad lingüística impide conocer cabalmente el continente poético indio. Por ello, en “Bilingüismo, trilingüismo, multilingüismo: ¿qué significa ser escritor en India?” (2 de diciembre) concurren varias lenguas; de expresión hindi, Leeladhar Jagudi y Makarand Paranjape, uno de los más reconocidos poetas contemporáneos. 

Makaran Paranjape.


Estarán también en “Al filo del lenguaje” (1 de diciembre). Paranjape, a su vez, debatirá sobre “Cambios y libertad en la literatura” (3 de diciembre). Destaco la presentación de la Antología de poesía hindú contemporánea el 8 de diciembre con los poetas mexicanos Mario Bojórquez, Alí Calderón y Mijail Lamas, entre otros. 

Por su parte, “La morada de la paz de Tagore” (6 de diciembre) discute la modernidad conforme a las obras de Rabindranath Tagore y Octavio Paz, los dos mayores escritores del siglo XX en ambos países y con sendos Premio Nobel.

El Salón de la Poesía es el corazón lírico de la feria. El sábado 30 de noviembre inaugurará las jornadas uno de los más aclamados poetas indios, Vijay Seshadri. Ganador de importantes premios, entre ellos el Pulitzer, este autor en lengua inglesa convivirá con jóvenes en “Ecos de la FIL”.

Vijay Seshadri.


Las lecturas poéticas se complementan con varias de las poetas mexicanas más importantes: Elsa Cross, Coral Bracho, María Baranda y Sara Uribe. Además, el salón se abre a poetas mexicanos de expresión originaria: Mikeas Sánchez, Jorge Pech, Elvis Guerra y Huber Martínez. Y de otros países: Luna Miguel de España, la costarricense Arabesla Salaverry, la chilena Soledad Fariña y los portugueses Vasco Gato, Luís Quintais, Raquel Nobre y Claudia R. Sampaio.

Fuera de las lecturas, será popular y polémica la charla “Poesía como trending topic en la literatura” (5 de diciembre) con Luna Miguel y las mexicanas Karen Villeda y Xitlálitl Rodríguez Mendoza. Luna figura además en “Ecos de la FIL” y “Feminismo para centennials”. 

Dentro de las presentaciones destacan las de los libros Poesía reunida de Coral Bracho (30 de noviembre); Resistir, antología de Rocío Durán; y En esa delgada separación de Silvia Eugenia Castillero. 

La voz de estas poetas podrá escucharse en otras mesas, como Bracho, Baranda y Minerva Margarita Villarreal en “Las mujeres en la lengua y la literatura” (4 de diciembre); o Castillero en “El oficio de escribir y ser mujer” (3 de diciembre). Las actividades poéticas se complementan con la entrega del Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil a María Baranda el 3 de diciembre.

Sorprende la coincidencia entre el pensamiento de Gandhi, epígrafe de esta feria, y unos de los versos más populares de la canción mexicana. Si Fidel Ávalos Valadés aludía en “Libro abierto” a los amores y a las huellas de la pasión en una nueva pareja, por cuyo renacimiento el amante declara ser “libro abierto” para el otro, invitándolo a la unión a través del acto escritural —“tú sí escribes muy bonito”—, el adagio de Gandhi nos exige integridad. 

Solo bajo esta luz adquiere su luminosa complejidad lo que pareciera un eslogan mercantil: si somos justos y vivimos conforme a nuestros propios imperativos morales, podremos exponernos ante los otros para que ellos lean en nuestra vida la coherencia de nuestros actos.


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