Una de serranos andantes

Libros | A fuego lento

Con 'Del famoso y nunca igualado corrido del Quicón Uriarte', de Miguel Tapia, un ingenioso hidalgo llega al guateque de los grandes personajes de la literatura mexicana.

Portada de 'Del famoso y nunca igualado corrido del Quicón Uriarte', de Miguel Tapia. (Ediciones ERA)
Roberto Pliego
Ciudad de México /

Un serrano taciturno, que pierde la cordura por su adicción a las gestas musicales de Los Cadetes de Linares, Los Alegres de Terán, Los Tigres del Norte y un largo etcétera, protagoniza Del famoso y nunca igualado corrido del Quicón Uriarte (Ediciones Era), una divertida y trepidante novela a donde van a dar la herencia de Cervantes y la tradición oral del norte de Sinaloa.

Ya que persigue la fama para ganarse un corrido, Quicón Uriate, del fabuloso rancho de Cuescamula, se aventura por la sierra y el valle de Culiacán para deshacer entuertos al lado de Socho, su primo, tan sabio como apocado. No es de extrañar que sus actos tengan la impronta de las grandes peripecias. Enfrenta a policías y militares corruptos, a empistolados y sembradoras de opio, a cantineros y aun a rebaños de ovejas que confunde con bandas delincuenciales, a pie o a bordo de alguna troca robada. Quiere hacer el bien pero no siempre puede conciliar sus actos y sus intenciones. De hecho, en vez de arreglar el mundo, Quicón solo deja a su paso una estela de agravios e injusticias. En una realidad en la que nada es lo que parece ser y los lunáticos llaman a la razón, todo acaba inevitablemente torcido.

Miguel Tapia ha concebido una novela de caballerías para nuestro atribulado siglo XXI y algo incluso más poderoso: una escritura impetuosa en la que confluyen el español de Fernando de Rojas y Cervantes y Quevedo y la vitalidad del habla popular de una tierra donde no todo es tambora y chilorio. O sería mejor decir: gracias a un oído refinado y a una imaginación espoleada por antiguas y recientes premoniciones, Tapia consigue mandar al carajo a los estereotipos.

Por supuesto, hay lugar para la risa. Ni las palizas, ni los desaires amorosos, doblegan el ánimo voluntarioso de Quicón Uriate, cuyo seso trastornado es capaz de convertir una tertulia cantinera en una asamblea conspirativa y a un grupo de niños saliendo de la escuela en un comando armado. Hay mucho de involuntaria comicidad en ese “hombre grande y fornido, valiente y buen amigo” que, entre la bruma serrana y los vapores de la embriaguez y la ingenuidad trajinera, sueña con recorrer mundo para ganarse un corrido, “lo único para lo que somos buenos”. Bienvenido, Quicón Uriate, al guateque de los grandes personajes de la literatura mexicana.

Del famoso y nunca igualado corrido del Quicón Uriate

Miguel Tapia | Ediciones Era | México | 2023
AQ

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