En la difícil situación de violencia que vive México participan todos, incluso los escritores. Esto lo señaló el narrador Élmer Mendoza, quien expuso cómo la literatura aborda ese “universo inmenso” que es la criminalidad en el país.
Al inaugurar las sesiones del 22 Encuentro Internacional de Escritores, que lleva por título Panorama de narrativas criminales, Mendoza recordó cómo hace años la literatura negra, o policiaca, era considerada un “género mediocre”.
“Dicen que estamos en un boom de la novela negra en México, solo nos falta tener al menos una centésima parte de las ventas que tuvo Cien años de soledad”, bromeó al inicio de su charla en el auditorio del Museo del Noreste.
Sin embargo añadió que el boom que nadie puede negar fue la criminalidad en México, teniendo como referencia los más de 2 mil homicidios dolosos del pasado octubre, siendo la más alta cifra en los últimos 20 años.
“Lo que nadie duda es que hay un boom de delitos, México está increíble. En 2017 estamos rompiendo todos los récords de la historia”, afirmó el escritor, acompañado por la también autora María de Alva en la mesa.
Refirió que la novela negra o policiaca se ha nutrido de las herramientas narrativas que brinda la literatura. Ya no es “solo escribir una crónica”, sino que las formas de contar un crimen han cambiado.
Incluso recordó como hace algunos años había críticos que llamaban “mediocre” o “menor” al género de la novela negra, situación que se ha revertido.
Autores como Luis Spota, Paco Ignacio Taibo II, así como los jóvenes, han ido ayudando a que el género sea revitalizado.
“Esta actualidad de la novela negra tiene que ver también con el desarrollo de técnicas narrativas contemporáneas. Técnicas que se creían propias de autores de otros géneros”, opinó el escritor.