Enrique Serna: “No quiero el éxito a cualquier precio”

El autor presenta Lealtad al fantasma, un libro de cuentos que seduce, golpea y deslumbra al lector; siete historias que van del juego metaliterario, pasando al erotismo, al odio y a lo fantasmagórico.

Enrique Serna | Javier Ríos.
México /

Mientras Enrique Serna escribía El vendedor de silencio (2019), una novela histórica sobre el periodista Carlos Denegri, comenzó a escuchar cómo algunos “fantasmas” le susurraban distintas historias al oído que le exigían vivir.

Así nació Lealtad al fantasma (Alfaguara), un libro de cuentos con humor negro donde pasa todo: un hombre y su “Lolita”, un matrimonio que se autodestruye y una estrella en decadencia. Incluso, el escritor dice que por momentos tuvo que realizar un “travestismo literario”.

Es Enrique Serna (México, 1959) en su estado más puro, perverso, amoroso y burlón en un viaje que lo llevará del Parque Hundido a Los Ángeles, pasando por Morelos y hasta un convento en París.

¿El cuento debe ser como un golpe en el rostro del lector?

Yo pienso que siempre hay que tener una estrategia de seducción para atrapar al lector desde las primeras líneas y también meterme a la conciencia de los personajes desde las primeras frases. El cuento en general es un género muy difícil en el sentido de que no puede haber caídas en el interés de la historia y tampoco del estilo porque se rompe el encantamiento. Entonces, para sostener esa tensión, también hay que depurar al máximo el lenguaje.

Es un libro de cuentos pero incluyes dos novelas cortas.

Sí, “El anillo maléfico” y “Abuela en brama”. Soy un novelista y me lleva espacio contar historias. Siento que si el personaje no tiene una cierta profundización psicológica, entonces no queda vivo ante los ojos del lector. La frontera entre ambos géneros es un poco difusa, al final es una narrativa breve. Creo que los siete cuentos tienen más o menos el mismo espíritu y me pareció bien incluirlas ahí.
En la charla, Serna recuerda la famosa divergencia que tuvieron Mario Vargas Llosa y Juan Carlos Onetti, quien decía que el primero tenía una relación conyugal con la literatura por su disciplina al escribir, mientras que Onetti tenía una relación adúltera pues lo hacía cuando llegaba la inspiración.

Entonces, Lealtad al fantasma es como tu amante, ¿no?

Sí (risas), más o menos. Lo veo más como mi patio de recreo. Cuando te metes a una novela histórica con mucho rigor y con lecturas que a veces no son muy gratas, buscando información para reconstruir una época, no para divertirte; entonces la imaginación quiere escapar de ese rigor, de ese trabajo tan difícil y fugarse hacia la fabulación más libre como son estos cuentos.

Enrique Serna | Javier Ríos.

¿Te gusta cambiar de historias y géneros?

Sí. No quiero el éxito a cualquier precio. Me gusta ir cambiando de temas. Si quisiera el éxito hubiera escrito una novela sobre el asesinato del periodista Manuel Buendía después de El vendedor de silencio, pero estas son las historias que me interesaba contar en este momento. Hasta cierto punto son como fantasmas y personajes que te están pidiendo que escribas sus historias y a veces te las dictan.

La pérdida del albedrío y la decadencia del donjuanismo

Lealtad al fantasma se compone de siete cuentos que van del juego metaliterario, pasando al erotismo, el odio y lo fantasmagórico con dosis de humor negro, negrísimo, que solo la mente de Serna es capaz de crear.
Un hombre mayor apasionado por una chavita, un matrimonio y su perrhijo, la fan que idolatra a una diva de Hollywood, el colapso de una mujer en medio de la polarización política y un peculiar yonqui francés son parte del universo de Serna.

Son cuentos perversos pero al mismo tiempo desconcertantes.

Todos tienen un ingrediente provocador y perverso. Siempre intento ver el lado cómico de los personajes pero también me quiero comprometer emocionalmente con ellos. Cuando uno logra esto, distanciarse a veces irónicamente y otras involucrarse en los sentimientos de los personajes, puedes lograr efectos de ambigüedad que me parece que enriquece la literatura.

Dices que hay un espíritu que se encuentra en todo el libro.

Creo que el tema central es la pérdida del albedrío. Quise explorar qué es lo que pasa cuando alguien descubre que ya no lleva el timón de su vida o se lo dejó arrebatar y cómo transforma eso a los personajes. En algunos casos es en relaciones de pareja y en otros lo llevo a un terreno de literatura fantástica, donde no mandas en tu propia vida, porque hay un poder superior que te está dominando y es el que pesa sobre tus actos, creo que es el común denominador en el libro.

Hay dos cuentos narrados por mujeres. ¿Existe alguna razón?

Siento que es un especie de ‘travestismo literario’ que me parece es una experiencia liberadora, incluso, creo que deberían de ponérselo como terapia a los casos de machismo recalcitrante. Me gusta desdoblarme, entrar en el alma de una mujer y tratar de entrar en su lenguaje pues siento que es la mejor manera de caracterizar a esos personajes.

Enrique Serna | Javier Ríos.

También es un libro sobre la decadencia del macho.

Sobre la decadencia del donjuanismo. Hay una crítica (o autocrítica) de la masculinidad que ya había hecho en mi novela La sangre erguida, pero conforme voy envejeciendo y teniendo más experiencias, creo que he descubierto nuevos aspectos de la psicología de los varones y de nuestra estúpida vanagloria.
Quien lea Lealtad al fantasma descubrirá un cuento muy raro en la carrera de Enrique Serna, una pasión que tenía oculta para sus lectores.
“Estuve en una residencia en París y la historia me rondó en la cabeza por mucho tiempo. Es un cuento fantástico de corte clásico y es un regreso a mis orígenes. Cuando era chavo empecé escribiendo cuentos fantásticos que nunca recogí en libros porque eran muy malos; tardé bastante en dominar el oficio literario, como 10 años, pero antes escribí muchos que fueron acabar en el bote de la basura”.

La política está presente en el cuento “La abuela en brama”.

Es la historia de una dama otoñal que se enamora de un poeta proletario. Ocurre en un momento de polarización política durante la campaña electoral de 2018, cuando la sociedad mexicana se dividió en bandos antagónicos. El conflicto de estos personajes es que ninguno encaja en el ambiente del otro. No expreso ninguna opinión política en el cuento pero está de telón de fondo y me interesaba mostrar cómo todo eso afecta a las relaciones amorosas.

Te pareces al hombre que se ve en la portada del libro.

No, no soy yo. Y no sabía mucho de él pero se llama Joseph Mandel. Un día me la mandó un seguidor donde me contaba del parecido que yo tenía con la imagen. Se me había olvidado pero mi esposa me la recordó y me pareció que estaba perfecta para la portada, pues es un pintor medio macabro y sí, creo que me parezco a ese hombre.


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  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

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