Es inevitable que sus entrevistadores le pregunten de Cuba. De hecho, termina hablando más de su país que de sus propios libros, a pesar de que escribe para ser leído, en primer término por los cubanos, "pero pretendo que me lea todo el mundo, yo practico desde que aprendí esa frase de Miguel de Unamuno: Hemos de hallar lo universal en las entrañas de lo local y en los circunscrito ilimitado lo eterno. Escribo desde Cuba, pero trato de buscar lo universal".
Leonardo Padura, es el escritor ganador del Premio Princesa de Asturias, que aceptó presentar su libro "Como Polvo en el Viento" por primera vez en Torreón, alejado de las urbes que siempre le han dado gran acogida a su obra.
El diálogo en Cambios, de Multimedios Televisión no podía alejarse del ser cubano, del exilio, de la migración y Padura habló de lo que ha salvado a sus paisanos:
"Es la capacidad de fraternidad, solidaridad y de cooperación que existe entre los que viven en la isla y los que viven fuera. Hay muchas familias en Cuba que dependen económicamente de remesas que les mandan sus familiares del extranjero, hay muchas familias en Cuba que dependen de lo que el vecino les pueda prestar en un momento determinado o les pueda dar. Esto está en el ADN, en la cultura, en la identidad de un país con muchas mezclas, con muchos factores culturales que han incidido sobre él y esta relación no es un fenómeno nuevo ni que tenga un carácter esencialmente político, creo que tiene un carácter fundamentalmente identitario. Esta relación con la gente que sale del país y que de alguna manera sigue estando en el país independientemente de la opinión política que tenga, tiene que ver con ese sentido de pertenencia a una cultura como es la cultura cubana".
¿Está fallando el sistema político? En América Latina, en África, en Asia, en Europa, en todas partes el sistema sea de izquierda, derecha o centro expulsa a sus ciudadanos hacia otras regiones en busca de sueños que no encuentran ahí en su nación de origen.
El fenómeno de la migración es un fenómeno que está en la historia de la humanidad. Los hombres desde los orígenes, desde antes de ser sapiens está moviéndose, buscando un mejor lugar dónde vivir y todo esto tiene que ver con cuestiones de subsistencia. A través de la historia de las civilizaciones ha ocurrido lo mismo y llega hasta el presente, hay migrantes de todas partes, de África, de América Latina, de Asia, que van buscando los lugares en donde encuentran un espacio de mayor de realización y Cuba no está al margen de eso. Hubo un momento en que por cuestiones de carácter político la gente que salió del país, se fue a vivir a otras partes y también por cuestiones de carácter económico, porque sí era perjudicada económicamente por un sistema político, pero las dos cosas funcionaban y después esto ha sido un proceso que tiene distintas etapas y que sería muy difícil sintetizar en una conversación de minutos.
Lo más reciente es que mucha gente en Cuba sale del país porque hay muchas dificultades, no encuentran un espacio de realización, no encuentran un espacio de satisfacción de determinadas necesidades que pueden ser desde necesidades materiales a necesidades espirituales. Con todo este tema de la pandemia ha sido muy difícil poder viajar fuera de Cuba porque la propia Cuba se cerró en algún momento. Otros países han cerrado, las dificultades para viajar se han incrementado, pero creo que hay un proceso en marcha de una diáspora cubana que se va a producir en los próximos años y sobre todo por las dificultades de la vida cotidiana que son infinitas, falta prácticamente de todo y la gente a veces se siente bastante cansada.
El fenómeno político y el fenómeno social inciden en el comportamiento de las personas a pesar de las vicisitudes, del pueblo cubano a lo largo del tiempo con los gobiernos norteamericanos, los grandes emporios políticos, los cubanos como los mexicanos y los demás pueblos tienen una identidad ¿Cómo puede tenerse buena cara cuando la cara del gobierno con los autores políticos y económicos no es la mejor?
Hay algunos que son capaces de poner buena cara, otros no. Depende mucho de la manera de pensar de las personas, de la manera de actuar, de la manera de sentir, de su filosofía política. La sociedad cubana en los últimos años ha demostrado que no era tan homogénea como se decía que era, que es mucho más diversa de lo que se decía y creo que esa diversidad es buena, creo que una unanimidad a ultranza, es una unanimidad falsa.
Esa unanimidad es la que buscan quienes nos gobiernan, es decir esa sumisión, tratar de ser todos iguales y no ser diferentes. Eso pudiera generar miedo entre quienes gobiernan y los que son gobernados, sin embargo hay más rebeldía.
Sí, es que los tiempos cambian, los procesos políticos envejecen, las realidades del mundo son diferentes. Por ejemplo, hoy mismo la facilidad de circulación de la información que existe no es la de hace 20 años en ninguna parte del mundo. Cuba llega tarde a este mundo de internet, de Facebook, de Twitter, en fin, pero desde que llegó, se siente que circula otra manera de pensar, otras alternativas y eso está provocando diferentes maneras de comportarse. Es el peso de las redes sociales, redes que pueden ser incluso en determinado punto hasta perversas, pero las redes sociales en sí, no tienen ni la culpa de ser buenas o ser malas, sólo depende de cómo se utilicen. Un cuchillo puede ser un objeto utilísimo cuando tenemos que cortar algo y puede ser un objeto terrible cuando se usa para matar a una persona, es decir que entre el instrumento en sí y las redes sociales ocurre lo mismo. Depende de cómo se utilicen y yo creo que en Cuba ha tenido el mismo comportamiento universal de banalizar determinadas cosas, de que si estoy en la playa me tiro la foto y me pongo en Facebook porque estoy en la playa, pero también ha servido de vehículo de información, de pensamiento, de convocatoria.
El hecho de ser una isla como tal los define con un esquema de pensamiento muy particular, es decir el hecho territorial los define como un montículo entre los demás. Si me pudiera acuñar un término para identificar el pensamiento en general de los cubanos, ¿cómo son los cubanos, tomando en cuenta que son una isla?
Uno de los poemas más famosos de la literatura cubana se llama la "Isla en Peso", la escribió Virgilio Piñera, si mal no recuerdo en el año de 1944 y los versos de ese poema dicen: “Y la maldita circunstancia del agua por todas partes". Somos un país que vivimos rodeados de agua, incluso mi libro de ensayo publicado más recientemente y hemos hablado de todo menos de mi libro, se llama “Agua por todas partes”, esto me pasa con mucha frecuencia, toda la culpa de ser cubano, hablando de política y no hablando de mis libros, así que ustedes no se preocupen, eso es un fenómeno que explica muy bien un carácter, el carácter insular, creo que la insularidad tiene mucho que ver con la cultura cubana y con la identidad por supuesto, estamos hablando de un fenómeno mucho más abarcador, esa cultura y esa identidad cubana tienen una virtud que es que yo creo que hemos logrado tener una cultura más grande que el territorio de la isla.
Cuba tuvo un campeón mundial de ajedrez, los campeones mundiales de ajedrez son rusos y judíos y de no sé dónde, bueno en el Caribe nació un campeón mundial de ajedrez, tuvimos a Alicia Alonso, Prima ballerina assoluta, un escritor como Alejo Carpentier. Aquí mismo, en esta ciudad han jugado muchísimos beisbolistas como dicen ustedes, nosotros decimos peloteros cubanos y yo creo que esa posibilidad de abrirnos al mundo ha hecho también que seamos capaces de romper esa maldita circunstancias del agua por todas partes.
Pero Leonardo Padura no sería Leonardo Padura sin haber sido cubano, porque usted dice que siempre va a escribir acerca de Cuba y de los cubanos.
Yo soy un escritor cubano, vivo en Cuba, escribo sobre Cuba incluso cuando en mis libros me trasladé fuera del territorio, de la isla. Una novela como “El Hombre que Amaba los Perros”, tiene un sector importante aquí en México, porque es una novela que habla sobre el asesinato de Trotsky; una novela como “La Novela de mi Vida”, que no es la novela de mi vida, que habla sobre José Heredia, tiene una parte que transcurre en México, cuando Heredia hace una parte de su destierro aquí en la década de 1820-1830. Incluso cuando yo salgo del territorio cubano, siempre las novelas están vistas desde Cuba y siempre parten y regresan a Cuba, porque estoy hablando de una circunstancia cubana, porque es mi cultura, es mi pertenencia. En esta novela que vine a presentar aquí a Torreón, trata sobre la vida cubana, lo primero que estábamos conversando y es una novela que aunque ocurra en un rancho de Tacoma en el estado de Washington, se está hablando de Cuba, se está hablando de una mentalidad, de una personalidad, de una sensibilidad cubana y la novela también transcurre en Nueva York, en el sur de la Florida, en Madrid, en Barcelona, en Buenos Aires , en San Juan de Puerto Rico, en Toulouse Francia, pero siempre estoy hablando de Cuba.
Acuñó un término que me parece importante, la presencia de los cubanos en el mundo, los peloteros, los escritores, pero también hay grandes médicos, grandes científicos. ¿Es complicado, en qué nivel, ser notable en Cuba ante el régimen?
Depende de muchas cosas hay caminos que pasan por una postura oficial y siempre existe en todos los países esa postura oficial y también está la posibilidad del trabajo. Por ejemplo, yo estoy hoy aquí en un canal de televisión, en Cuba puede ser fácilmente 10 años que yo no salgo en la televisión y soy Premio Princesa de Asturias de las Letras, Premio Nacional de Literatura, es decir que pago un precio por escribir como escribo con mi visibilidad, sin embargo tengo una gran cantidad de lectores en el país que acceden a mis libros de distintas formas, hay veces que tienen acceso al libro físico porque se publica en Cuba o a veces porque se lo mandan desde aquí, desde México, desde España, desde Buenos Aires o a veces porque lo leen en una copia pirata, en un teléfono celular y eso para mí es una gran satisfacción porque significa que tengo el reconocimiento de los que me interesan y a mí los que me interesan son los lectores cubanos.
¿Cuál es su perspectiva de Cuba en relación al devenir del mundo actual con las redes sociales, con la pandemia, con la economía, cómo la tenemos?
No me hagas preguntas de ciencia ficción, porque creo que no hay nada más fácil que equivocarse haciendo predicciones del futuro.
No, le estoy haciendo una pregunta muy presente y mire le traigo a cuentas a Yalitza Aparicio, una de las glorias mexicanas nominada al Oscar. Entrevisto a Yalitza y de pronto no tiene opinión del tema político, pero sí tiene una palestra para que la vean en el mundo , no tiene una opinión, una visión de una mexicana ante el mundo .
Se pueden hacer especulaciones, yo creo que estamos viviendo un momento a nivel universal y que se está produciendo un gigantesco cambio de era. No se cambió del siglo XX al siglo XXI , no fue un simple cambio de siglo o de nivel, fue un cambio de era lo que ocurrió , porque hemos pasado de la era analógica a la era digital con todo lo que significa en todas las esferas de la vida, en todas las esferas del saber, en todas las esferas del comportamiento, de las relaciones cubanas y estamos abocados a cambios, este programa se llama Cambios, y estamos abocados a cambios que somos incapaces de imaginar. Les recomiendo a los espectadores y a todos los que puedan que se lean el libro que se llama “21 Lecciones para el siglo XXI” del filósofo historiador israelí Yuval Noah Harari. Es un libro que te da miedo cuando lo lees , cuando habla de qué cosas pueden ocurrir en este siglo XXI con todos los cambios tecnológicos y yo creo que por ahí van las cosas. Es un siglo en el que la tecnología va a dictar muchísimas cosas y va a decidir incluso la política.
El periodismo de pronto puede reflejar ese miedo, los periodistas permanentemente tenemos miedo porque estamos en contacto con esta información y pudiéramos ser como profetas.
Por lo menos deben ser cronistas.
¿Al menos? Usted fue periodista, sigue siendo periodista.
Sigo siendo periodista, ya no vivo del periodismo, sigo colaborando con algunos medios, público mis crónicas de opinión fundamentalmente con alguna frecuencia y ser profetas siempre es un oficio peligroso, recuerden que pueden terminar crucificados entre otras cosas, yo creo que sobre todo por lo menos tenemos que ser cronistas, de nuestros tiempos y sobre todo ser sinceros con respecto a la información que le damos a la gente, para que realmente cuando la gente reciba nuestros mensajes nos crea y les ayudemos a pensar.
Tenemos visiones del periodismo muy distintas, porque un periodista de mucha envergadura en el grupo Luis Peterson decía, estamos viviendo el invierno del periodismo tal como lo conocimos porque ahora estamos presos del like y de la viralidad de las notas que no necesariamente cambian al mundo, lo divierten.
Yo creo que sí, es cierto, incluso yo hace tres o cuatro años estaba en Buenos Aires en un concurso que organizaba uno de los viejos periódicos de la lengua española, el periódico El Clarín de Argentina y el director me decía, Leonardo nos quedan unos pocos años de la existencia del periódico de papel , el periódico de papel va a desaparecer. Para una persona como yo nacido en la mitad del siglo XX que no exista el periódico de papel es como decir que no existe el mundo, pero el mundo existió durante mucho tiempo sin periódico de papel y posiblemente exista un futuro sin periódico de papel. Me están obligando ustedes a hacer profecías que yo no quería hacer, preguntas de ciencia ficción, pero creo que el periodismo en general no estaba preparado para este salto tecnológico tan brutal que se ha producido y ha tenido que ir corriendo detrás de ese salto y espero que en algún momento se ponga al mismo nivel y sea capaz de poder responder a las exigencias que hoy tiene la comunicación, la información, la manera de transmitir la información a las personas, que no sea simplemente para ganarse un like .
aarp