Louise Glück: Premio Nobel para la poesía de la intimidad

“Su sintaxis va al grano de una manera increíblemente creativa”, dice la autora Pura López Colomé.

Andrés Catalán, traductor de “Praderas”, dice que la autora “es capaz de acompasar un confesionalismo muy crudo”. (Michael Dwyer/AP)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Trataba de responder a las peticiones que le llegaban desde el otro lado de la línea telefónica, pero la poeta solo ansiaba una taza de café. Eran las siete de la mañana en Nueva York, donde Louise Glück recibió el anuncio de que había sido galardonada con el Premio Nobel de Literatura 2020.

“No me importa (responder a las preguntas), pero de verdad que necesito un café ahora y algo más. Dos minutos”, fueron las primeras palabras de la poeta estadunidense al representante de la Academia Sueca, quien le había preguntado si podía grabar la conversación durante “dos o tres minutos.

“Mi primer pensamiento fue que me iba a quedar sin amigos, porque la mayoría son escritores. Pero luego pensé que eso no pasaría. Realmente no sé lo que significa, es un gran honor”, señaló, para luego recordar que autores a los que admira han recibido este premio recientemente.

Por “su inconfundible voz poética que, a través de una belleza austera, hace universal la vida individual”, la Academia Sueca reconoció una obra que se construye con 12 colecciones de poesía y algunos volúmenes de ensayos sobre el tema, que se caracterizan por un esfuerzo por la claridad: “en sus poemas, el yo escucha lo que queda de sus sueños e ilusiones, y nadie puede ser más duro que ella para afrontar las ilusiones del yo”, se agregó en el dictamen.

Glück, nacida en 1943 en Nueva York, vive en Cambridge, Massachusetts y es profesora de inglés en la Universidad de Yale. Sus abuelos paternos eran judíos húngaros que emigraron a Estados Unidos, siendo su padre el primer miembro de la familia en nacer en la Unión Americana y, aunque tuvo ambiciones literarias, se dedicó a otras actividades para ganarse la vida.

La escritora hizo su debut literario en 1968 con Firstborn y pronto fue aclamada como una de las poetas más destacadas de la literatura contemporánea estadunidense. Ha sido reconocida con los galardones más importantes dentro de Estados Unidos, como el Premio Pulitzer (1993) y el Premio Nacional del Libro en Estados Unidos (2014), además de haber sido Poeta Laureada en 2003.


MIRADA A LA INTIMIDAD

“Su galardón es sorpresivo, porque desde Wislawa Szymborska no se le había dado a la poesía: lo habían recibido novelistas, dramaturgos, hasta un cantante. Durante mucho tiempo, la Academia Sueca dijo que no había buena literatura en Estados Unidos, por eso no escogió a una novelista, sino una poeta y eso lo hace sorpresivo”, asegura el escritor Pedro Ángel Palou, en la actualidad catedrático en la Universidad de Tufts, en Boston.

​Desde principios de los años 90, Pura López Colomé ha estado interesada en difundir la obra de la Premio Nobel de Literatura en nuestro país. “Una poeta de unos alcances increíbles: la UNAM es la que me ha dado la oportunidad de ofrecer mis versiones al español de Louise Glück, porque en otras partes no he tenido esa posibilidad”.

“Gracias a una beca del Fonca pude conocerla en persona, presentarle las traducciones, comentarlas y trabajarlas con ella, aunque después no se hayan publicado esos dos libros. Es una poesía estilística, basada en la imagen. Su sintaxis va al grano de una manera tan increíblemente creativa que multiplica la experiencia interior, al grado de que en cualquiera de esos niveles, tú inmediatamente sabes que te puede llevar a la oscuridad de cada ser humano y al dolor de esa persona”.  

Para el poeta y editor Roberto Amézquita, resulta simbólico el hecho de premiar a la poesía de la intimidad. Louise Glück pertenece a un tono poético, a un modo de escribir, del posconfesionalismo en Estados Unidos, una poesía de un lenguaje claro, diáfano, que habla de las cosas más interiores del ser humano, de las cosas cotidianas.

"Y ahora que el mundo está atravesando por la pandemia, por la ruptura y la reinterpretación de las relaciones entre las personas, qué maravilla que poder acercarnos a lo más interior nuestro, como lo es la poesía, la expresión de lo más interior, con una mujer maravillosa como Louise Glück, que mira hacia ese tono de sentir y pensar”, explica el también traductor, quien ofrece un acercamiento a su obra en la página de la revista electrónica de Círculo de Poesía.

La mayor parte de la obra de Louise Glück se encuentra editada en español bajo el sello de Pre-TextosEl iris salvaje —por el que recibió el Premio Pulitzer y el Premio William Carlos Williams—, AraratPraderasLas siete edadesAvernoVita Nova o Una vida de pueblo.

El editor y poeta español Andrés Catalán, quien se encargó de la traducción de Praderas, un libro que usa el mito de Penélope y Ulises para hablar de un amor que acaba, de la distancia entre una pareja, explica vía telefónica desde España.

“La poesía de Glück se caracteriza por algo que solo hace ella: es capaz de acompasar un confesionalismo muy crudo, porque habla de experiencias muy personales, de divorcios, de pérdidas familiares, de desamor, de soledad, de aislamiento, casi como si se sentara en el sillón de un psicoanalista —de hecho, hizo mucho psicoanálisis en su juventud—, con mucha erudición clásica y con mucha inteligencia para conversar con la tradición: una poeta que es capaz de ser inteligente sin ser compleja, de ser confesional sin ser sentimental”.

Para Hernán Bravo Varela, caracterizar la poesía de Glück es muy complejo cuando la literatura estadunidense está llena de múltiples diferencias entre sí, si bien a partir de los 60 aparece ya con una voz enteramente formada, una serie de temas que irá puliendo hasta la llegada de su madurez, en los 80 y 90.

“Una obra en la que se entrecruza el dolor de la memoria, que resucita a vivos y muertos, en un tiempo circular que permite que el pasado clásico de la literatura griega o el pasado embrionario, el del ser, se entrecruce con el presente de la decepción amorosa o de la muerte de un familiar. Cuando hablamos de su poesía nos encontramos con un ejemplo nítido, siempre fascinante, de cómo se establece una poesía vía el canon”.

PCL

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