Cuentista y novelista
Antonio Ortuño
Al jalisciense Antonio Ortuño se le reconoce por sus novelas El buscador de cabezas, Recursos humanos, La fila india, Méjico y El rastro, pero sus cuentos también han sumado a buena cantidad de lectores. Justamente por el volumen de cuentos La vaga ambición (Páginas de Espuma) recibió el V Premio Ribera del Duero. Protagonizadas por un escritor de poca monta a quien la suerte no cesa de darle la espalda, sus seis historias se inscriben en la llamada autoficción y se erigen como una defensa de la escritura concebida como resistencia y antídoto contra el fracaso.
En agosto de este año, ese volumen fue reconocido con el Premio Bellas Artes de Cuento Hispanoamericano Nellie Campobello. Sobre su doble condición de cuentista y novelista, declaró: “Muchos de mis libros favoritos son libros de relatos. Durante mucho tiempo se creó una mitología un poco victimista del cuento, y de una personalidad del cuentista como si fuera una suerte de némesis del novelista. Quizá por el repudio de los grandes grupos editoriales al género (que han soslayado a los cuentistas a una especie de limbo). Abundan los ejemplos: lo que suele haber son narradores capaces de transitar por las diferentes formas. No está peleado ser novelista con ser cuentista”.
Mesa redonda
Portugal. Todas las historiasSábado 1 de diciembre, 17:30 horas
Salón 1
La crítica al día
Julio Ortega
Aunque la necesidad del crítico es incuestionable, aun en nuestros días su lugar no deja de ser minimizado. Si hay un crítico riguroso, ése es el peruano Julio Ortega, quien se ha dedicado a estudiar la literatura latinoamericana. Ya sea mediante estudios o entrevistas, Ortega ha puesto su mirada en escritores de todas las épocas. El Inca Garcilaso de la Vega, Ricardo Palma, José Martí, José María Arguedas, Alfonso Reyes, Jorge Luis Borges, César Vallejo, César Moro, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y José Emilio Pacheco representan una parte de sus intereses.
Presentación del libro
400 años de Cervantes en MéxicoSábado 24 de noviembre, 17 horas
Salón Alfredo R. Placencia
Temperamento cubano
Wendy Guerra
Nació en La Habana, el 11 de diciembre de 1970, y fue actriz de cine y televisión. En 2006 obtuvo el Premio Bruguera por su novela Todos se van (que fue presentada bajo el título provisional de Nieve en La Habana), en la que confluyen las voces del exilio. Otros de sus libros son Nunca fui Primera Dama, Posar desnuda en La Habana. Diario apócrifo de Anaïs Nin y Negra, pero también ha incursionado en la poesía: Platea oscura, Cabeza rapada, Ropa interior y Poèmes (en francés, por editorial Stock). Su más reciente novela, El mercenario que coleccionaba obras de arte, sigue los pasos de un enemigo militar del régimen castrista.
Presentación de libro
El mercenario que coleccionaba obras de arteLunes 26 de noviembre, 19:30 horas
Salón Agustín Yáñez
La disparidad como vocación
Juan Pablo Villalobos
Nacido en Guadalajara (1973) y radicado en Barcelona, Villalobos se ha ocupado de asuntos tan dispares como las estrategias de marketing, la anti literatura, las memorias de fray Servando Teresa de Mier y las vanguardias en Latinoamérica. Es autor de seis novelas, tan bien recibidas por el público y la crítica que han sido traducidas a más de diez idiomas. La última de ellas, No voy a pedirle a nadie que me crea, obtuvo el XXXIV Premio Herralde de Novela. Su más reciente libro, Yo tuve un sueño, reúne testimonios de niños centroamericanos que decidieron sortear la amenaza y el peligro para llegar a Estados Unidos.
Presentación de libro
Yo tuve un sueñoSábado 24 de noviembre, 19:30 horas
Salón Juan José Arreola
Oficio: juglar
Xavier Velasco
Ganador del VI Premio Alfaguara en 2003 por Diablo Guardián, Velasco es un autor que ejerce una enorme fuerza de atracción con los lectores. Sus primeros libros, Una banda nombrada Caifanes, Cecilia, Los hijos de Ziggy Stardust y Luna llena en las rocas prefiguraron el estilo irreverente, desenfadado, del narrador que reconoce como sus influencias musicales a David Bowie, Chico Buarque, Chavela Vargas, Iggy Pop, Antonio Carlos Jobim y Sarah Vaughan. Otros de sus libros son El materialismo histérico, Éste que ves, Puedo explicarlo todo, La edad de la punzada, Malas raíces y Los años sabandijas. “Los escritoires”, ha dicho, “descendemos de los juglares, esos señores que iban de pueblo en pueblo contando historias y, al final, pasaban el sombrero y así vivían”.
Presentación de libro
Diablo guardián XV aniversarioDomingo 25 de noviembre, 18:30 horas
Salón Enrique González Martínez
Cómo narrar el presente
Emiliano Monge
Una de las plumas fuertes de la nueva narrativa mexicana. Elegido por el Bogotá 39 como uno de los 39 escritores latinoamericanos menores de 40 años con mayor proyección, su obra ha ido de la memoria intimista (Arrastrar esa sombra) a una suerte de realismo anclado en los problemas sociales y políticos del presente (Las tierras arrasadas, que retrata por igual a víctimas y a victimarios en la frontera entre México y Guatemala). En su más reciente novela, No contar todo, autobiografía y ficción comparten la mesa y borran las fronteras entre la historia colectiva y el destino individual. Es también profesor de la UNAM y articulista del diario El País.
Presentación del libro
No contar todoMiércoles 28 de noviembre, 20 horas
Salón José Luis Martínez
Ambiciosa e inconforme
Cristina Rivera Garza
A muchos sorprenderá que esta narradora nacida en 1964 y poseedora de una obra literaria que reflexiona sobre la condición femenina en el trance de la autovaloración sea también una especialista en las definiciones populares de la locura y la historia de la psiquiatría en México. Entre sus novelas, conviene destacar Nadie me verá llorar (1999) y La muerte me da, Premio Sor Juana Inés de la Cruz en 2009. Había mucha neblina o humo o no sé, publicado en 2016, es la constatación de su talento para borrar las fronteras entre el ensayo y la novela. Sus incursiones en el cine y en la ópera validan su curiosidad siempre ambiciosa e inconforme.
Mesa redonda
Al ruedo: ocho talentos mexicanosMartes 27 de noviembre, 19:30 horas
Salón José Juan Arreola
De niñas y reinas
Guadalupe Loaeza
La periodista y observadora de la vida social mexicana se convirtió en parte esencial de nuestro imaginario cuando en 1985 publicó Las niñas bien, una divertida exploración del estilo de vida de un sector poblacional, y privilegiado, de la Ciudad de México. Ya con las Reinas de Polanco (1986), su mirada penetrante se afinó hasta volverse un estandarte de la profundidad psicológica y la ironía. Prolífica, incansable, con más de treinta libros, acaba de lanzar una puesta al día de aquella exploración que dio paso a un estilo irrepetible: Las niñas siguen bien. En 2003 recibió la Orden de la Legión de Honor en grado de Caballero, conferida por el Gobierno de la República Francesa.
Presentación de libro
Las niñas siguen bienDomingo 25 de noviembre, 17 horas
Salón 6, planta alta
Un pie en México y otro en Estados Unidos
Jennifer Clement
Aunque inició su carrera literaria como poeta, Jennifer Clement (quien nació en Connecticut, en 1960, pero reside en México desde su niñez) ha creado una poderosa obra narrativa que inauguró La viuda Basquiat, un retrato del artista que sacudió a Nueva York a fines de los años setenta. Años después publicó Ladydi, una cruda ficción sobre la trata de mujeres en Guerrero, con la que obtuvo un sonoro reconocimiento en Europa y Estados Unidos. Su más reciente novela, Amor armado, narra las desventuras de una madre y una hija que han elegido vivir en la América blanca más intolerante y opresiva. Es presidenta del PEN Internacional.
Presentación de libro
Amor ArmadoDomingo 25 de noviembre, 16 horas
Salón Elías Nandino
Medicina y escritura
Arnoldo Kraus
Como Elías Nandino y Francisco González Crussí, por solo mencionar un par de nombres, Arnoldo Kraus (México, 1951) ha sabido compaginar la medicina con la escritura. En su trabajo médico es especialista en bioética, que se define de modo general como el estudio de los conflictos morales planteados por las ciencias de la vida; los derechos de los pacientes son parte de ella. Literariamente, en libros como Decir adiós, decirse adiós, ofrece claves para sobrellevar la pérdida de un ser querido. Con el ilustrador Alejandro Magallanes publicó el libro de microhistorias No eran letras, eran hormigas.
Presentación de libro
No eran letras, eran hormigasSábado 1 de diciembre, 20 horas
Salón 1