Los rostros ganadores de la FIL parte II

FIL Guadalajara

Una de las voces más excepcionales de la poesía en lengua española recibe el mayor reconocimiento de la FIL. Otras figuras se unen a la lista de reconocimientos.

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara es la reunión editorial más importante de Iberoamérica (Cortesía).
Editorial Milenio
Ciudad de México /

Enrique Florescano 

Historia e Identidad Colectiva 

Al igual que el historiador inglés Eric Hobsbawm, Enrique Florescano (8 de julio de 1937, San Juan Coscomatepec, Veracruz) lamenta el presentismo en el que viven los jóvenes de hoy. Tanto en los programas académicos como en los medios de información, “el pasado ocupa un espacio más reducido, esquemático y banalizado. El presente, por el contrario, llena la mayor parte de los espacios educativos, científicos, técnicos informativos y propagandísticos, que son los que forman la conciencia ciudadana y la opinión pública”. 

Con lucidez ha advertido que la función de la historia no es anticipar el futuro, sino “cómo vivir en el mundo”. Estudioso de la época prehispánica, del liberalismo mexicano del siglo XIX, de la relación entre mitos y poder, y del futuro de la historiografía, se le reconoce también como un entusiasta promotor de iniciativas culturales. 

Es uno de los fundadores de la revista Nexos, fue director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia y coordinador nacional de Proyectos Históricos del Conaculta. Cursó la carrera de Historia en la Universidad Veracruzana, en el Colegio de México y la École Pratique des Hautes Études de la Universidad de París. Florescano es un especialista más que prolífico. 

Sus preocupaciones abarcan prácticamente todos los campos de la Historia. Entre sus libros, conviene destacar Precios del maíz y crisis agrícolas en México, 1708- 1810; Memoria mexicana; El nuevo pasado mexicano; El mito de Quetzalcóatl y Memoria indígena.

Su visión de la historia podría condensarse en estas palabras, las mismas que dan inicio a su ensayo “La función social del historiador”: “Si nos fuera dado viajar a los tiempos transcurridos, y recoger de ahí las imágenes que mostraran las tareas que nuestros antecesores le asignaron al rescate del pasado, veríamos que las funciones de la Historia han sido variadas. 

También se podría advertir que esas tareas se concentraron en el propósito de dotar a las agrupaciones humanas de identidad, cohesión y sentido colectivo”. 

Para quien juzga a la Historia como un medio para hacer mejores ciudadanos, éste es un merecido homenaje.

Homenaje al Bibliófilo José Luis Martínez

Martes 27 de noviembre, 18:30 horas Auditorio Juan Rulfo

José Luis Martínez 

Lector Incansable 

Como lo ha recordado su hijo el historiador Rodrigo Martínez Baracs, José Luis Martínez fue una pieza fundamental para que se creara la materia de Literatura Mexicana en la Facultad de Filosofía y Letras, por lo que es natural que ante todo se le recuerde como un gran lector. Martínez Baracs igualmente recuerda que su padre escribió poesía, pero al leer la de su contemporáneo Octavio Paz optó por dedicarse a la investigación, la crítica y el ensayo teniendo a la literatura mexicana como tema central. 

Entre sus títulos realizando estas actividades destacan Literatura mexicana. Siglo veinte, La expresión nacional. Letras mexicanas del siglo diecinueve y El ensayo mexicano moderno, las obras de Ramón López Velarde y la Correspondencia entre Alfonso Reyes y Pedro Henríquez Ureña. Pero como el de todo aspirante a escritor, su aprendizaje se dio colaborando en las revistas literarias de la época: Letras de México, El Hijo Pródigo y Tierra Nueva, que fundó con Alí Chumacero, Jorge González Durán y Leopoldo Zea, y que rivalizaba con Taller de Octavio Paz, Efraín Huerta y Rafael Solana

Reconocido su trabajo como historiador literario, su siguiente paso fue asumirse como historiador en toda la extensión de la palabra. Los seis tomos de El mundo antiguo dedicados a Mesopotamia, Egipto, India, Grecia, los hebreos y los cristianos, Roma, China, Japón, Persia, el Islam y la América antigua es uno de sus primeros intentos. Pero en este campo su obra maestra indiscutible es Hernán Cortés, la cual se complementa con los Documentos cortesianos. Un libro curioso también de este periodo histórico, que José Luis Martínez tenía como uno de su favoritos, es Pasajeros de Indias. 

Notable asimismo fue su labor como funcionario público: dirigió el Instituto Nacional de Bellas Artes, los Talleres Gráficos de la Nación y el Fondo de Cultura Económica, acaso el trabajo que más satisfacciones le dio. La colección Revistas Literarias Mexicanas Modernas, publicada en edición facsimilar, siempre se le agradecerá. 

De la lectura a la bibliofilia solo hay un paso. A lo largo de los años Martínez fue creando la biblioteca personal más importante del país. No pocos investigadores la visitaron para consultar volúmenes que solo él poseía. Y su biblioteca no solo albergaba literatura, sino también revistas que algunos calificarán de frívolas. Ahora cualquier lector puede consultar esos tesoros en la Biblioteca de México.

Homenaje a José Luis Martínez

Martes 27 de noviembre, 20 horas Auditorio Juan Rulfo

Sergio Pitol 

Carnavalesco y Memorioso

Niño enfermizo, Sergio Pitol (1933-2018) declaró en algún momento que ejerció la literatura como una especie de venganza en principio contra la vida y posteriormente contra la sociedad. 

Mientras convalecía, descubrió el placer de la lectura con las novelas de aventuras de Julio Verne y Jack London. Sus primeros intentos en el terreno literario se enfocaron al teatro, pero pronto se dio cuenta de que, más que los ejercicios dramáticos que pedía su maestra Luisa Josefina Hernández, lo que le salían eran cuentos. 

Precisamente, el primer texto que lo hizo sentirse escritor fue el cuento “Victorio Ferri cuenta un cuento”, que le publicó Juan José Arreola. Fue natural entonces que los primeros libros que dio a conocer y llamaron la atención de la crítica pertenezcan a este género: Infierno de todos, Los climas y No hay tal lugar. 

A principios de 1960 Pitol abandona México y se dirige a Europa para tomar- Claudia Guadarrama se unas “vacaciones culturales”, como él las calificó, pero pasaron décadas antes de que regresara. La distancia física le dio un nuevo impulso a su carrera y su paleta de escritor se amplió: surgieron entonces sus facetas como novelista, ensayista y traductor. 

El tañido de una flauta fue su primera novela. Como ensayista y traductor ha jugado un papel fundamental en la educación literaria de los lectores mexicanos por sus acercamientos a escritores como Virginia Woolf, Ivy Compton-Burnett, Antonio Tabucchi y Andrzej Kuśniewicz; en su papel de traductor dio a conocer obras de Jerzy Andrzejewski, Witold Gombrowicz, Ford Madox Ford, Henry James y Joseph Conrad. 

Tras su muerte, una publicación eligió como sus cinco mejores libros los pertenecientes a su etapa de madurez: las novelas El desfile del amor, Domar a la divina garza y La vida conyugal —que agrupó con el título de Tríptico del carnaval—, y los libros memorísticos El arte de la fuga y El viaje. En el Tríptico... Sergio Pitol expone lo que llamó alguna vez su venganza contra la sociedad mexicana. 

El último título, La vida conyugal, fue adaptado al cine. Es en los libros de carácter memorístico donde su escritura alcanza todavía un nivel mayor de calidad. Puede arriesgarse que en esa exploración de aspectos difíciles de su vida alcanzó un “estilo Pitol”: si hay algo que el lector puede sentir es la absoluta libertad de la escritura. El Premio Cervantes fue un acto de indiscutible justicia literaria.

Homenaje a Sergio Pitol

Participan: Margo Glantz y Mario Bellatin

Miércoles 28 de noviembre, 18 horas Salón 5

Manuel Falcón 

La Caricatura al  Día  

Tras 45 años como caricaturista, Manuel Falcón será homenajeado en su patria adoptiva, Guadalajara, durante el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, organizado por el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, en el marco de la FIL 2018. 

Si bien dibujaba desde los siete años, inspirado por las caricaturas de Walt Disney y los cómics americanos que conoció durante la infancia, el momento que definió su vocación fue la historieta Los Agachados de Eduardo del Río, Rius. A los doce años ya hacía diariamente el cartón político de El Diario de Nuevo Laredo.

Actualmente, su trinchera es el periódico tapatío Crónica, el programa local de radio El Acordeón (104.3 FM) y su blog www.falconvoy.com. Como parte de la misma generación de Gis y Trino, sus condiscípulos en el ITESO de Guadalajara, con quienes fundó revistas universitarias de caricatura como unonoesninguno (dos números) y Galimatías (11 números), para luego protagonizar la revolución del “humor libre” en cadena nacional desde las páginas de La Jornada, Falcón hoy se enfrenta a la nueva manera de hacer historieta que exigen los medios electrónicos, cada vez con mayor fuerza y penetración. 

Declaró a Laura Sepúlveda Vázquez para las páginas de La Gaceta de la UdeG: “La gente estaba habituada a ir al puesto de periódicos. Ahora todo lo trae en aplicaciones de su teléfono celular. 

La página editorial de un diario se vuelve ilegible para las nuevas generaciones. La era digital cambió todo y el cartón político debe de adaptarse. Ahora hay un debate de si los memes vienen a sustituir a la caricatura política. Tienes que entrarle a Twitter, Facebook, redes y tener tu sitio de Internet, si no no sobrevives, quedarse en el papel es no existir”. 

Y con respecto a lo que se avecina para un caricaturista político en materia de libertad de expresión con el gobierno entrante, Falcón encuentra una ventaja: “Viene la cultura caribeña de Tabasco. El hombre se come las letras e inventa algunas palabras. Va a ser una nueva configuración de la clase política que nos dará la oportunidad de ampliar la galería”.

Homenaje de Caricatura La Catrina

Sábado 01 de diciembre, 13:00 horas Auditorio Juan Rulfo



LAS MÁS VISTAS