Miguel Cane: "Crear la frase correcta o darle forma a un personaje puede ser un proceso doloroso"

El escritor y experto cinematográfico presenta su libro 'Trampa para niebla', donde a través de 21 cuentos celebra 25 años de carrera profesional.

El escritor y experto cinematográfico | Especial
Ciudad de México /

En una mesa que fabricó su padre, regalo que recibió cuando celebró su cumpleaños número 40, Miguel Cane gusta ponerse a escribir y leer, por eso es inevitable pensar que en esa tabla con tanta historia familiar nacieron y se pulieron los cuentos que conforman el libro Trampa para niebla.

“Son 21 cuentos y están divididos en tres secciones: la primera aborda lo fantástico y lo inexplicable, se llama Monstruos perfectos; la segunda parte se llama El cesto de las piedras exhumadas, que podrían suceder en esta realidad; y la tercera parte, La fiesta imposible, son cuentos de terror, de lo sobrenatural, de fantasmas, de cosas inquietantes”, explica el autor en entrevista con MILENIO.

Este cumulo de emociones, que acogió y publicó la editorial Gato Blanco en 2022, es el resultado de años gastando tinta. “El cuento más antiguo debo haberlo escribo en 1996 o 1997, cuando era alumno del taller de Rafael Ramírez Heredia”, recuerda Cane.

Con esta obra, el autor celebra 25 años de carrera profesional, 15 de los cuales laboró como crítico de cine en MILENIO. Y esta vena cinematográfica se refleja en sus textos: “Mi narrativa no solo esta llena de referencias al cine, sino que es muy visual; trato de crear historias que son muy visuales”.

Yo me considero muy afortunado de poder vivir de escribir, que mi trabajo desde hace 25 años ha estado relacionado con escribir: hacer reseñas, entrevistas, ensayos, dar algún taller, alguna clase. Aunque hubo un tiempo donde era más conocido como periodista que como escritor, y un tiempo donde era más conocido como dramaturgo y traductor teatral, puse un freno al teatro y quise volver a la literatura”, resalta.

El libro de cuentos | Especial

Volver a la literatura

¿Qué fue primero para Miguel Cane, el cine o la literatura?

“Creo que las dos cosas entraron en mi vida al mismo tiempo siendo muy pequeño. Lo que primero vemos en nuestra casa son libros, luego empezamos a ver películas en la televisión, pero a las dos cosas las quiero exactamente igual”, responde.

Entonces, el escritor viaja en el tiempo a sus primeras veces frente a la ‘pantalla grande’ en el emblemático – y desafortunadamente hoy extinto – Cine Continental, donde solía ir con su familia a ver “películas de Disney”. También salta a sus 9 años, cuando, gracias a la Dama del suspenso, Agatha Christie, “descubrí que me gustaba la trama policiaca”.

“Empecé a narrar siendo muy pequeño, a contar cuentos a los adultos y a dibujar historias. Luego, como no existía y hasta cierto punto todavía no existe en todos los planteles la carrera de creación literaria o literatura creativa, no pude estudiar eso. Entonces, entré a estudiar Letras en la Facultad de Filosofía”, rememora.

El comienzo de su carrera profesional manipulando palabras lo data en 1996, cuando llegó como asistente de redacción a El Universal bajo las ordenes de Paco Ignacio Taibo I, quien estaba a cargo de la sección de Cultura. “De él aprendí el oficio de cómo escribir para vivir... Al abuelo Taibo le debo absolutamente todo, soy agradecido con él y a su esposa, Maricarmen Mahojo, ellos me enseñaron mucho”.

Destaca que Cane, a cada oportunidad que tiene, suelta agradecimientos a sus mentores: además de Taibo I, menciona a Tomás Pérez Turrent, Juan Tovar y Pepe de la Colina, entre muchos otros.

Como pluma para MILENIO, el escritor tomó el ‘Séptimo arte’ como motor y, además de críticas certeras que no dejaban indiferentes a sus lectores, realizó entrevistas a actores, directores y demás fauna destacada del mundo cinematográfico - Guillermo del Toro, Paul Newman y Sofia Coppola, por ejemplo -. “Era ir descubriendo otras maneras de ver, de crear, y eso trataba de transmitirle a los lectores y a los espectadores”, apunta.

Actualmente, sin ostentar la bandera de algún medio, Cane está enfocado en “investigar la historia del cine... Creo que lo más importante que puedes saber como critico es que no le vas a formar un gusto (al espectador), eso se lo forma por sí mismo, pero le ayudas a orientar ese gusto. Eso es lo que busqué hacer”.

Y también está de vuelta en la literatura, a la que ‘saludó’ por primera vez en 2007 con la novela Todas las fiestas de mañana.

Miguel Cane | Especial

Panoramas

Emocionalmente, ¿qué te genera escribir?

“No sabría cómo expresarlo porque escribir es algo terrible y profundamente personal. Ningún escritor tiene la misma experiencia que otro; hay gente que tiene sus propios rituales, hay gente que se tarda años, ese sería mi caso… Crear la imagen adecuada, la frase correcta, darle forma a un personaje, toma tiempo, es complicado, incluso a veces puede ser un proceso doloroso. Entre eso y tener que corretear lo que escribo para poder sostenerme, a vece no me permite tener tiempo para poderme sentar, escribir y crear. Pero procuro todos los días escribir algo”.

¿Cómo usas las redes para tu proceso creativo?

“Las redes sociales me han servido para escribir, desarrollar y encontrar ideas, principalmente en Twitter, que uso como herramienta de trabajo. He encontrado que las redes sociales no son la pérdida de tiempo que mucha gente cree, porque si se aprovechan pueden ser un vehículo de difusión cultural”.

¿Y de qué forman crees que han cambiado los lectores a partir del auge de las redes?

"Solía pensar que estábamos perdiendo lectores a manos de las redes, pero he visto…. En mi timeline de Twitter sigo a muchos escritores y observo sus interacciones con los lectores, entonces ahora creo que los escritores estamos encontrando nuestros nichos particulares a través de las redes sociales. Puedes ver que hay escritores vinculados a un estilo temático, por ejemplo, Alberto Chimal, que tiene un gran seguimiento como escritor de lo fantástico y tiene una excelente interacción con sus seguidores, hacen ejercicios creativos, eso me gusta mucho. Yo utilizó Twitter para hacer comentarios cinematográficos, para no perder el oficio, también hago una reseña diaria en LetterBoxd, estoy revisitando las películas que tengo en mi colección particular y lo mismo puedo hablar de una cinta de los años 40 que de un estreno reciente. Trato de mantener esa parte activa”.
Finalmente, las redes son una mezcla de lo banal y lo trascendente, son la Torre de Babel, por así decirlo; va a haber momentos en los que se habla de lo superficial, pero también se puede encontrar el convexo de ese cóncavo que abarque algo mucho más sustancioso, inclusive partiendo de algo tan banal como comentar una serie de televisión. Las charlas de café ahora se hacen a través de los megabytes”.

Por último, ¿qué películas o libros consideras son un retrato fiel de la Ciudad de México?

"Acabo de terminar de leer la más reciente novela de Jorge Comensal, Este vacío que hierve, una extraordinaria novela sobre la Ciudad de México, de lo más interesante en la actualidad. Lo que pasa muchas veces es que solemos escribir de la ciudad desde un punto de vista, en mi caso nostálgico. Por ejemplo, una película que me gustó mucho en su momento fue Roma, de Cuarón, porque me hablaba de una ciudad de México que yo recuerdo porque la viví en mi infancia, en los años 70; yo recordaba esas calles, esos ruidos, esa sensación. Una que es importante no solo de la Ciudad de México, sino de la situación del país en general, es Ruido; si bien se origina en la capital, se va extendiendo hacia otros puntos".

hc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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