Barry Wolfryd (California, 1952) presenta Identidades reconstruidas en Galería Al-Tiba9 Contemporary de Barcelona hasta el 7 de septiembre. El artista de la Colección MILENIO Arte dice que hay que ser tenaz para exponer fuera de México, su país de residencia.
La exhibición se compone de 10 óleos sobre lienzo y siete esculturas de vidrio de Murano, está curada por Mohamed Benhadj.
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—¿De qué idea parte esta exposición?
Viene de una serie que tengo como dos años trabajando. Como buena parte de mi obra, es una reflexión respecto de nuestra humanidad. Quise explorar dos ejes pictóricos. La obsesión de la sociedad y las culturas sobre la inteligencia artificial (IA), usando robots como elemento metafórico, un símbolo tangible. El segundo es la polémica alrededor de, pero también el romance con la autoridad, esa que va uniformada, para bien y para mal.
—Cómo la preparó en vista de que es una exhibición en el extranjero.
El factor conceptual que la muestra expone en el extranjero no requiere otro tipo de mirada. En otras palabras, la obra que quiero mostrar tiene cualidades universales, y ese tipo de mérito fue el que llamó la atención del director-curador. De hecho, algunas de las piezas fueron expuestas en México, en el Museo Arocena de Torreón, Coahuila. Aparte de las cuestiones logísticas, encontrar el apoyo para lograr la hazaña de exponer fuera del país de residencia requiere de cierta tenacidad para todo artista. Cada invitación a exponer, ya sea institucional o privada, tiene sus propios requisitos. Encontrar los recursos requiere planificación, muchas reuniones y hacer malabarismos con los intereses del espacio, los promotores de la exposición y las decisiones curatoriales.
—¿Cómo influyen en su discurso las ciudades en las que se presentan sus exposiciones?
Creo que es al revés. A mí me da igual la ciudad en la que exponga. Tener la oportunidad de llevar mi visión artística a un público diferente no es tratar de adaptar la obra a una sociedad o cultura, sino compartir ideas diferentes y cuestionar respetuosamente otros puntos de vista que puedas encontrar fuera de tu propio círculo de influencia. Puede que algún artista tenga un interés comercial en la ciudad en la que expone. Y buscar formas de proyectar obras que encajen en un determinado mercado. Eso puede estar bien para algunos, pero yo no trabajo así. Quiero desafiar a nuevas audiencias y a los espectadores a explorar visual y emocionalmente lo que la obra puede provocar en ellos. La compensación económica es otra cuestión. Hay un ojo para cada tipo de trabajo, pero los diferentes tipos de mentes me interesan más.
—El uso de símbolos es clave en su obra. Cuáles usó en esta exposición y por qué.
Como la serie está dividida en dos temas, tuve que pensar en organizar elementos simbólicos relativos a cada uno. En las obras sobre IA elegí utilizar robots vintage. Existe una experiencia mundial con ellos. La mayoría de nosotros, a través de los juguetes, los medios de comunicación y el cine, tenemos recuerdos y conexiones con la figura del robot. Otro elemento simbólico de las pinturas es el uso de paisajes idealistas. La apropiación de paisajes románticos del siglo XIX como fondo crea un telón bello pero incómodo.
El otro grupo de cuadros representa soldados con sus uniformes. Los soldados son tradicionalmente símbolos de autoridad, guerreros, protectores y agresores. Su imagen como defensores de valores políticos e ideológicos nos acompaña desde que se tiene constancia de la historia de la humanidad. Cada Estado nación o tribu conquistadora ha encarnado esta imagen en su cultura. Lo que la imagen representa o simboliza varía según el extremo de la lanza o del fusil en el que nos encontremos. Son potentes símbolos de identidad. Dos elementos simbólicos más que componen los cuadros son los restos de un incendio forestal, o sea árboles con sus ramas, quemados. El otro son flores. Los bosques carbonizados definen el aspecto inquietante del solado y su uniforme, y las flores, la posibilidad de cambio.
Los símbolos de la obra en vidrio proceden de objetos de los cuadros. Reflejan los mismos valores simbólicos, solo que en tres dimensiones.
—¿Qué eje temático presenta en las pinturas de esta exhibición?
Aunque hay dos ejes pictóricos diferentes, el tema es el mismo. Trata de la reconstrucción de las identidades y de cómo podemos perseverar en los cambios de nuestras sociedades y culturas. Al igual que un edificio se reconstruye y adquiere una nueva fachada, y uso destino, las identidades y la forma en que nos identificamos pueden adquirir nuevos atributos, nuevas fachadas y nuevos significados. Esta serie de pinturas explora cómo esa imagen puede cambiar o manifestarse de forma diferente. Para realizar un mundo diferente tenemos que imaginar las posibilidades.
—¿Cuál es la mayor diferencia entre trabajar en un lienzo y con vidrio?
Cuando proyecto una imagen en vidrio hay ciertas calidades del material en sí que crean efectos translúcidos que no existen en la pintura. También, al trabajar en tres dimensiones puedo enfocar una sola imagen, sin los fondos y otros objetos en su entorno. Aparte, los efectos de luz creados por el vidrio hacen perceptible su fragilidad… lo cual es cierto. Esta cualidad del material me ayuda a representar la fragilidad de la vida. La vida cotidiana es frágil y el vidrio simboliza este aspecto, es frágil, delicada y en un momento puede tronar.
—¿Cuáles son sus planes luego de esta exposición?
Antes de que termine la exhibición, el 7 de septiembre, voy a dar unas pláticas en Al-Tiba9 Contemporary, y después hay que dar seguimiento a los resultados de todo el proyecto. Asimismo, difundir más la obra en Europa, mientras está aquí. Con la galería Al-Tiba9 y su director, Mohamed Benhadj, estamos buscando otros lugares y posibilidades para la obra.
En México, tengo este octubre una muestra individual en el espacio Studio Berlin organizada por el artista-curador Óscar Brun, en la colonia Roma. También en octubre participo en una muestra colectiva importante, Migrants, A Tale of Two Hearts, organizada por la curadora Rocío Guerrero Mondoño en el Museo de Las Américas, en Denver, Colorado.
Como miembro del Sistema Nacional de Creadores estoy trabajando las propuestas que hice al Sistema. Como parte de mis compromisos, daré una conferencia y una serie de talleres en la Escuela Nacional de Escultura, Pintura y Grabado La Esmeralda, también en octubre.
PCL