Después de sus presentaciones en el Festival Internacional Cervantino en Guanajuato y el Conjunto Santander de Guadalajara, la banda ucraniana DakhaBrakha concluirá su gira en México con un concierto en la Sala Nezahualcóyotl para clausurar la primera edición del Festival Cultura UNAM el domingo 16 de octubre a las 19:00 horas.
Desde hace algunos años, DakhaBrakha —nombre formado por dos palabras que significan “dar y recibir”—, ha conquistado diversos escenarios del mundo. Recientemente el cuarteto participó en el multitudinario Festival Glastonbury en Inglaterra ante 150 mil personas y se presentó en el Lincoln Center de Nueva York y el Festival de Jazz de Nueva Orleans, conquistando nuevos públicos con una alucinante propuesta que revitaliza la música tradicional ucraniana con un estilo que ellos denominan etno-caos.
- Te recomendamos The Callithumpian Consort hace de la música una aventura Cultura
En conferencia de prensa desde Guanajuato, Nina Garenetska, chelista y cantante que también toca el tambor bajo, dijo que la mayor parte de su música se basa en la cultura tradicional ucraniana de diferentes épocas.
“Hacia 2005 interpretábamos música tradicional y étnica para abrir las obras que se presentaban en el Centro de Arte Dakh de Kíev. El director nos propuso hacer algunos experimentos con el folclor, que sigue siendo nuestra base, y así les dimos nueva vida a viejas canciones”.
De acuerdo con Marko Halanevych, cantante y multinstrumentista, el ritmo trepidante del grupo se ha convertido en un elemento fundamental en su estilo. “Al principio, nuestros experimentos con el folclor eran algo muy simple porque tratábamos de agregar ritmo a las canciones ucranianas que son muy calmadas, y aunque tenemos percusiones no son tan desarrolladas como en América Latina, por ejemplo. Luego empezamos a escuchar ritmos de varias partes del mundo e incorporamos diversos elementos a nuestra música, combinándolos con nuestras raíces”.
Nina advirtió que tanto ella como las otras integrantes del grupo, son cantantes profesionales, pero nunca habían tocado instrumentos. “Así que al principio fue un gran reto porque teníamos que acompañar el canto, pero con los años hemos tratado de hacerlo de la manera más sofisticada posible. Esto ha sido como un juego”.
Marko advirtió que luego de siete años de haberse presentado en el Festival del Centro Histórico, “regresar es una gran oportunidad para compartir nuestra cultura. Necesitamos incrementar nuestras relaciones y conocernos mejor. Algo interesante es que en Ucrania nuestra cultura y tradiciones se mezclan con el cristianismo, algo que también ocurrió en México. Es interesante combinar estas diferencias y llevarlas por el mundo”.
Ante la situación de guerra que Ucrania vive con Rusia, aseguró que “no solo la música, sino toda la cultura, es una forma de resistencia. En estos días es una posibilidad de decir que eres ucraniano, de salvar tu identidad, porque en este momento mi país está en peligro, lo mismo que nuestra identidad. Por eso mostrar nuestra cultura es más importante ahora”.
Cada concierto, agregó, “es una posibilidad de reafirmar que existimos, que Ucrania existe. Hace diez años nadie hablaba de nuestro país, ahora la gente habla sobre nosotros debido a la guerra. Estamos orgullosos de nuestro ejército y de nuestro pueblo por defender la libertad”.
La guerra los ha llevado a realizar algunos cambios en sus presentaciones, enfatizó el cantante, “porque incluimos menos piezas divertidas o de baile porque cada día la gente muere en nuestro país por los misiles rusos. Algunas canciones están dedicadas a nuestros soldados y a la gente que ha muerto por la agresión. También presentamos piezas de videoarte muy emocionales con mensajes para que la gente se dé cuenta de la situación. En nuestra gira por varias partes del mundo hemos recibido muestras de solidaridad de la gente. Eso nos inspira mucho”.
PCL