¿Goku Yandel o Cupertino? El registro de los nombres en Estado de México

Desde que eran aprobados por la Iglesia, hasta los que van y vienen por tendencias, el Registro Civil cuenta con los modismos y evolución en la identidad de mexiquenses.

Los nombres basados en tendencias virales y bíblicos. | Especial
Abadiel Martínez
Estado de México /

En el Estado de México la evolución del nombre ha estado marcada por la religión. Los nombres que hoy en día prevalecen producto del efecto de la iglesia son José, María, Guadalupe, Jesús, entre otros; sin embargo, al paso del tiempo ha habido variaciones en relación a modas y fanatismos que dan como resultado nombres extravagantes, los cuales llegan a ser motivo de burlas o señalamientos y que hace que estos tengan que ser modificados, así lo dio a conocer César Enrique Sánchez Millán, titular de la Dirección General del Registro Civil Estado de México.

Para conocer la importancia del nombre, Sánchez Millán hace un retroceso en el tiempo, ya que antes de 1859 en México, incluyendo la entidad mexiquense, los nombres eran avalados por la Iglesia.

“Históricamente la Iglesia Católica llevaba los registros de nacimientos, los registros de matrimonios y también los registros de defunción“, señaló.

En ese entonces sucedía algo que para este tiempo parece curioso, y es que los nombres estaban basados en los santos, pues se creía que en el llamado Días del Juicio Final las personas serían llamadas de acuerdo a su santoral.

“En las reminiscencias católicas existía esa idea de que en el juicio final iban a ser llamados los católicos de acuerdo al nombre del santoral que tenía; entonces, vamos a pensar que yo me llamo César Enrique, pero nací el Día de San Cupertino, pues iban a decir Cupertino Sánchez Millán y yo nunca sería llamado”, ejemplificó.

Pero 1859 marcó un antes y un después, ya que las Leyes de Reforma promulgadas por el presidente Benito Juárez no solo desamortizaron los bienes de la iglesia católica, pues también inició el registro civil con el cual, al menos en ese entonces, los presidentes municipales tenían la facultad de dar fe de los nombres. 

“Quien funge entonces como registrador o como oficial, tenemos investigaciones que en ese caso fungía el presidente municipal de cada uno de los sitios”, explicó.

Primero en ser registrado

El 30 de abril de 1861 el Estado de México tuvo su primer libro de registro, y el primer nombre redactado fue el de José Amador Quijano Gómez, cuyos padres eran Amador Quijano, de 28 años, y su esposa, Adriana Gómez. Dicho escrito prevalece en las oficinas del Registro Civil Estatal y es preciado como oro, pues representa los inicios de esta institución y lo que esto conlleva.

“Puede observarse la caligrafía elegante, muy fina y bueno que resiste el paso de los años. Este libro evidentemente ha sido empastado y encuadernado ‘recientemente’; debe tener cuando menos este empastado 30 o 40 años”, destacó el director.

Este mes, el Registro Civil del Estado de México cumple 162 años de existencia, por lo que hacer un viaje al pasado resulta digno de esta celebración, debido a que el acta de nacimiento, el registro del nombre, es uno de los primeros derechos que tiene el ser humano.

“Esa acta de nacimiento refleja datos sustantivos de la persona; todos tenemo un nombre, todos tenemos un apellido, una afiliación y en este caso la primera acta fue de José Amador Quijano Gómez”.

En esta evolución, los alcaldes dejaron de tener esa potestad de dar fe y dieron paso a la figura de juez de estado civil y posteriormente a oficiales.

“En primera instancia eran los presidentes municipales y de ahí se desdobló la figura a personas investidas de fe pública por parte del estado, que eran los jueces del estado civil de las personas, posteriormente muta este concepto para ser oficiales del registro civil”.

Al inicio de los registros independientes de la iglesia hubo conflictos con devotos, quienes incluso llegaron a quemar las oficinas o espacios donde se guardaban los registros; sin embargo, desde ese entonces ya se llevaba a cabo la reproducción inmediata de los documentos.

“En los tiempos alrededor de 1859, mucha gente asustada por temas religiosos iban y quemaban las oficialías o quemaban las oficinas donde estaban resguardados los documentos registrales del estado civil de las personas, pero ellos no sabían que había un duplicado, ese duplicado se guardaba en otro lado para hacer una reproducción fiel y reponerlo”, señaló el director, quien enfatizó la transición de registros a mano, a maquina de escribir y ahora en computadora.

La importancia del acta

El director del Registro Civil Estatal subrayó la importancia y lo que representa el acta de nacimiento, el cual lleva el nombre del individuo, el cual debería llevar para toda su vida.

El nombre es considerado el sustantivo propio que incluso es el único sentimiento que se plasma en el acta, ya que los apellidos estarán dictados por los de la madre y el padre.

“En acta de nacimiento se establece el nombre, técnicamente o jurídicamente es el concepto que individualiza y personalizar a alguien, a un individuo para hacerlo diferente de todos los demás y se compone por el sustantivo propio y por los apellidos”.

Este documento es quizás el más importante en la vida de una persona que hace valer sus derechos civiles. Para esto debe haber un acuerdo entre los padres para el nombre y los apellidos, ya que ahora no es obligatorio que el primer apellido sea el del padre, puede ser el de la madre siempre y cuando se pongan de acuerdo. Lo que ya no se puede hacer es cambiar los apellidos en los matrimonios.

“En el caso de un registro de una madre que no haya contraído matrimonio y que el padre no quiere reconocer al hijo, lo registrará con los apellidos que ella tiene de soltera”.

¿Gokú o Capitán América?

Dar un nombre a una hija o un hijo puede resultar una tarea difícil, pero hay quienes no lo piensan dos veces y se dejan llevar por modas temporales o por sus fanatismos, y no estamos hablando de religión, sino de su empatía con personajes de caricaturas, cine, deportistas o figuras públicas, lo cual ha sucedido desde hace muchos, pero muchos años.

Por poner algunos ejemplos, Sánchez Millán señaló que han llegado en el Estado de México padres con la idea de llamar a sus hijos “Gokú”, “Gohan”, “Thor”, “Capitán América”, “Rocky”, “José Saturnino”, tan solo por mencionar algunos.

“Muchas veces los abuelos son los que hacen entrar en razón a los hijos porque también por razón de juventud, incluso por razón de fanatismo quieren que tengan un sustantivo que los identifique con personajes de videojuegos, caricaturas, y hasta temas de un cantante o de un futbolista”.

De ahí que ahora se puede hacer la modificación de los nombres, siempre y cuando el que tenga una persona afecte su dignidad. Esto sucede regularmente con nombres que pueden ser objeto de doble sentido o que únicamente el sustantivo sea extravagante al grado de que le genere bullying; por ejemplo, el director recordó que no hace mucho tuvieron que cambiarle el nombre a un menor, ya que su padre quería que se llamara Neymar, como el jugador de futbol brasileño.

“Al papá le gustaba el nombre, no sabía cómo se escribía el nombre, hizo una distorsión de este sustantivo propio y le pone este nombre al niño, que luego fue objeto de bulliyng; al niño lo agredían en la escuela de manera verbal, le ponían apodos”.

Otro caso sucedió con una niña a la que sus padres decidieron llamarla Lucifer, pero el personal del Registro Civil hizo ver que esto podría perjudicar a la menor en su desarrollo, debido a que este nombre puede ser objeto de señalamientos.

“Nosotros conminamos a los padres de que tenía una connotación negativa en términos comunes incluso en temas católicos y que estaban vinculados a la maldad; no se les puede negar el nombre, pero se les hace una orientación y a final de cuentas le pusieron Lucía Fernanda y ya en la compactación de los nombres es Lucifer”.

Cabe aclarar que en el Registro Civil no hay una lista nombres prohibidos como muchos creen, pero los oficiales están facultados y obligados a orientar a los padres, bajo los argumentos ya mencionados, pues las niñas y los niños pueden ser afectados por las burlas, de ahí que es decisión de los padres hacer caso o dejar el nombre que ellos pretenden.

Registros por moda

Si bien de manera histórica los nombres que prevalecen vienen de la religión; no obstante, hay temporadas donde los nombres son producto de una moda, tal es el ejemplo de Yalitza, actriz destacada por su participación en la película Roma y, como el filme fue un éxito, esto detonó que muchos padres decidieran llamar así a sus hijas en el Estado de México, cuando ese nombre nunca había sido registrado en dicha entidad.

“En los primeros dos años llegamos a cerca de 90 o 100 registros de Yalitza, incluso en el primer tramo una vez que se dan los premios Óscar; en ese mes recuerdo que fue en febrero se dio un pico de 20 registros de Yalitza que podían ser menores, pero si tomas en cuenta que no teníamos ningún antecedente de Yalitza; ese es el impacto”.

Esto también se ejemplifica con una serie de nombres que se dan por temporadas, como lo fue hace aproximadamente 20 años cuando madres y padres decidieron llamar a sus hijas Brittany o Britney; mientras que a los varones los llamaron Brayan, Kevin o Brandon, que ahora también pueden ser objeto de burlas y discriminación.

BAFG

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