Pánuco, tercer ayuntamiento de América

El municipio norveracruzano, otrora parte de la bonanza petrolera, hoy solo da empleo en el ingenio y en el rubro minero; el campo dejó de ser rentable

Pánuco Veracruz (Especial)
Antonio Campos
Veracruz /

Han pasado 498 años desde que, un 26 de diciembre, el conquistador español Hernán Cortés fundó la Villa de Santiesteban del Puerto, en lo que hoy es conocido como Pánuco, y se convirtió en el tercer ayuntamiento sobre el continente americano.

Es el municipio más antiguo de la huasteca, que es considerado como la cuna del huapango en México, es la puerta de entrada al norte del estado de Veracruz, con una riqueza histórica por los vestigios arqueológicos que todavía son encontrados en patios de aquellas viviendas que se han edificado en toda la zona.

La ciudad panuquense fue parte del boom petrolero, época de bonanza tras el descubrimiento en 1901 de pozos explotados por la Huasteca Petroleum Company, de Edward L. Doheny. 

Este aventurero ya había explorado numerosas minas de oro en el estado de California y fue el primero en hacer investigaciones del suelo para la explotación del llamado oro negro tanto en el municipio veracruzano como en el puerto de Tampico. 

En la actualidad

A casi medio milenio de su creación, el municipio norveracruzano cuenta hoy con una población de 97 mil 290 habitantes, la cual en su mayoría se ven obligados a emigrar ante la falta de oportunidades, pues en la ciudad apenas hay un ingenio azucarero y una compañía minera.

 El campo dejó de ser rentable para agricultores y ganaderos. Es Pánuco parte de una región que comprende una declaratoria de zona metropolitana (junto con Tampico, Madero, Altamira, Tamaulipas y Pueblo Viejo, Veracruz) pero que en los hechos enfrenta un rezago histórico porquepara el gobierno de Veracruz, el estado termina en el municipio de Tuxpan, afirma la promotora cultural de la Huasteca, Eloísa Hernández Mateos.

El abandono histórico y la falta de progreso han obligado a las familias panuquenses a buscar oportunidades laborales en la vecina ciudad de Tampico, de donde tiene la principal influencia en casi todos los ámbitos, al grado que parece más una ciudad tamaulipeca que veracruzana.

El huapango, el zacahuil y el Xantolo han llevado el nombre de Pánuco a todos los rincones del mundo, por el aporte cultural y gastronómico que ofrecen y que resulta muy atractivo para quienes lo conocen.

Una tierra extensa

Pánuco cuenta con una superficie de 3 mil 171.23 kilómetros cuadrados, lo que representa un 4.42% del total del territorio veracruzano. 

Está bañado por los ríos Pánuco y Tamesí, que marcan la colindancia entre Veracruz y Tamaulipas. Cuenta con una Casa de la Cultura, instalada desde 1992, que originalmente se inauguró en 1910 como propiedad del comerciante español Francisco Maza Abascal y la cual fue administrada por el llamado “rey del huapango” Raúl Pazzi Sequera, quien falleció el 22 de diciembre de 2018 a la edad de 90 años.

El inmueble ofrece exposiciones permanentes: la primera está constituida por una colección de piezas arqueológicas de la cultura huasteca, que fueron localizadas en el propio municipio y una recuperación fotográfica sobre la historia de Pánuco. 

Relatan cronistas e historiadores que Hernán Cortés procedió en 1522 a marcar las calles, manzanas y solares que albergarían las casas reales, eclesiásticas y plaza de armas; a las manzanas les dio 100 varas por lado y a las calles 20 varas de ancho, mientras que a los solares 20 x 50 varas y solo midió ocho manzanas. 

Puso como centro de la población la plaza y señaló las principales calles: la San Esteban hoy conocida como Zarco, la Santo Santiago que fue nombrada posteriormente como Benito Juárez, y la San Miguel, que tomó el nombre de Lerdo. 

Previo a la fundación colonial

El antecedente de la fundación colonial de lo que ahora es Pánuco se remonta al año de 1519, cuando toca tierra por primera vez Hernán Cortés en las costas de Veracruz y donde fundó el primer ayuntamiento en la América Continental que bautizó como la Villa Rica de la Vera Cruz, narra el cronista Luis Enrique Pérez.

Señala que a partir de ahí, él incursiona hacia el centro de lo que ahora es México, justamente haciendo una serie de coaliciones con los nativos de los pueblos amerindios de origen náhuatl, quienes a su vez no estaban de acuerdo con la triple alianza que encabezaban los aztecas en la denominada Mesoamérica.

“Hernán Cortés realizó las primeras alianzas con los totonacas del centro de Veracruz y posteriormente con los tlaxcaltecas, que eran grupos que no podían ser sometidos por el imperio azteca. 
“Entonces obviamente encontraron en esas alianzas la oportunidad de emanciparse y tener sus propios reinos”. 

Con la caída de Tenochtitlan y la fructífera alianza que entabló el conquistador español con los tlaxcaltecas, teniendo de apoyo a su traductora doña Marina, conocida como la Malinche, continuó con su expansión colonial, particularmente al noreste del actual territorio mexicano donde se ubica lo que ahora es Pánuco. 

El cronista agrega que la idea de Hernán Cortés era afianzar su itinerario de conquista a la mayor cantidad de regiones colonizadas, para de esta manera poder entregarle el control de las nuevas tierras al rey de España, Carlos V. 

Este sentimiento de búsqueda de más riqueza propicia, hacia el año de 1522, que se dirija hacia la parte que ahora es Pánuco, para tomar posesión de la región con el apoyo de esas alianzas que hizo con los pueblos amerindios, los cuales conocían perfectamente las rutas, caminos, lo que le ayudó en la conquista.

Inicia una nueva faceta de la historia… 

Oficialmente se considera el día 26 de diciembre de 1522 como la fecha de fundación de la villa española bautizada como Santiesteban del Puerto, el día en honor del protomártir cristiano que murió lapidado. 

Se cuenta que Hernán Cortés procedió a nombrar como encargado de Pánuco a Pedro de Vallejo, y fue desde ese momento cuando se presentan varios acontecimientos; el de mayor impacto de esa etapa colonial fue la llegada de Nuño Beltrán de Guzmán como gobernador en el año de 1527, quien ejerció un sometimiento a los indígenas al grado que los capturaba para venderlos como esclavos o intercambiarlos por caballos y vacas por el simple hecho de que no encontraban otra fuente de riqueza. 

El primer obispo de México, Fray Juan de Zumárraga, al darse cuenta de las aberraciones que realizaba Beltrán de Guzmán contra los nativos mexicanos, mandó una carta dirigida al rey Carlos V, en donde denuncia y describe las atrocidades del que fuera gobernador de Santisteban del Puerto contra los nativos de la zona.

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