Remedios Zafra, sobre la 'cultura red' y lo cotidiano

“Tendemos a pasar muy epidérmicamente por las cosas y eso tiene que ver con la idea de simplificación”, explica la española ganadora del Premio Anagrama de Ensayo 2017.

Jesús Alejo Santiago
México /

Las redes sociales se han convertido en una herramienta tan importante para las generaciones de hoy que se ha originado una especie de cultura red que define no solo ciertas acciones, sino que le ha dado otros valores a lo cotidiano. Así lo asegura la investigadora española Remedios Zafra (Córdoba, 1973), quien con El entusiasmo obtuvo el Premio Anagrama de Ensayo 2017.

“La visibilidad es una de las nuevas monedas de esta cultura red contemporánea, que está equiparando lo más visto con lo más valioso”, dice la catedrática de la Universidad de Sevilla, quien reflexiona sobre cómo el entusiasmo y la motivación por trabajos creativos se han convertido en “nuevas formas de explotación.

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“Los sujetos que dedican gran parte de su tiempo a encadenar tareas de colaboración con proyectos poco o nada remunerados, por los que a veces incluso tienen que pagar, compiten por becas pagadas con experiencia o por proyectos en los que trabajan por su visibilidad”.

Desde su perspectiva, el gran problema es que el tema generacional ha caído también bajo el poder de la marca, de la palabra de moda que resume de una manera rápida y, habitualmente, superficial, a un grupo integrado por una pluralidad de sujetos: hay un afán por etiquetarlo todo, muy característico de la época, “lo que ha sido muy injusto y está cargado de prejuicios respecto a las generaciones recientes.

“En el volumen no solo hablo de los millennials o de las personas más jóvenes, sino de individuos que pueden tener hasta 50 años. El tema de generación está muy prejuiciado por esta tendencia a simplificarlo todo, y me da la impresión de que en el libro hay un intento por hermanar grupos de personas que nos dedicamos a lo creativo, a lo académico y cultural en las cuatro últimas décadas”, según su estudio crítico de la cultura contemporánea, identidad y género.

Simplificación

En El entusiasmo resulta muy importante no mirar tanto a lo que hoy caracteriza a la cultura en tanto grandes números, sino mirar a los compañeros de al lado, hacer un trabajo desde lo pequeño, de la mirada etnográfica, por eso el concepto de generación no es la seña de identidad, sino más bien los sujetos que quieren dedicarse a un trabajo creativo-intelectual.

“Ese es el punto de partida, pero hay un recorrido que pretende mirar distintos aspectos sobre cómo se producen hoy estas prácticas laborales y donde la idea del trabajo ya no es una idea extendida, sino que casi se ha hecho equivalente a vida”, explica la autora de títulos como Ojos y capital, (h)adas. Mujeres que crean, programan, ‘prosumen’, teclean y Netianas. N(h)acer mujer en Internet.

Zafra está convencida de que la palabra “simplificación” podría ser el sello de la época, porque tiene que ver con las que son dos de las categorías más importantes que hablan de la cultura contemporánea, concretamente de la cultura red: exceso y velocidad.

Comenta: “Los cambios que ha traído la cultura red comienzan como algo positivo: la conversión de todas las personas no ya en meras receptoras de información y contenido, sino en productoras. Esto, que es aparentemente maravilloso y democratizador, ha generado una grandísima abundancia de contenido, de información, de obra creativa, y esa abundancia opera como forma de censura o de ceguera”.

Esa abundancia, unida a la celeridad, dan como resultado un mundo que tiende a primar lo que constantemente se renueva y, por lo tanto, hace que las cosas caduquen, “de forma que tendemos a pasar muy epidérmicamente por ellas. Eso tiene que ver con la idea de simplificación, que es un efecto de esa inercia de época de enfrentarnos a un mundo excesivo en sus mensajes, en sus propuestas, y que nos genera la sensación de movimiento constante, de estar expuestos a una dinamicidad y a una caducidad extremas”.

Eso explica cómo la vocación y el entusiasmo son instrumentalizados por un sistema que favorece la ansiedad, el conflicto y la dependencia en “beneficio de la hiperproducción y la velocidad competitivas: el entusiasmo caracteriza a gran parte de estas generaciones, de las tareas a las que dedican su tiempo.

“En el fondo lo que moviliza a estas generaciones tiene que ver con una expectativa creativa en la que nos han educado desde pequeños para convertir nuestra vocación en un trabajo y vivir de ello. Dedicamos nuestro tiempo a trabajos creativos, pero se le considera una mera afición”, lo que es uno de los grandes problemas de nuestro tiempo, según Zafra.

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