Salvador Xharicata recrea una casa tradicional purépecha en museo de Guanajuato

La obra del creador michoacano es una protesta por los abusos a los que fueron sometidos los purépechas que trabajaron en las minas.

La instalación se compone por una estructura de troje, unos bancos pintados a mano y un audio en purépecha. (Cortesía: Bienal FEMSA)
Ciudad de México /

El artista Salvador Xharicata (Cherán, Michoacán, 1996) decidió tomar por asalto la casa del Marqués de Rayas, ahora, Museo del Pueblo en Guanajuato, para “protestar” con una instalación artística por los abusos a los que fueron sometidos los purépechas que trabajaron en las minas.

“La pieza con la que estoy participando se llama Nint’ani, es un verbo en purépecha que se usa cuando sales de tu casa y regresas. Lo que me interesa es hacer un diálogo entre los desplazamientos y la genealogía de violencia que históricamente hemos recibido como pueblo purépecha”, explicó el artista a MILENIO.

La instalación se compone por una estructura de troje, unos bancos pintados a mano, un audio en purépecha y tres monitores donde se proyectan videos. En la obra del artista existe una negociación constante entre el pasado, el presente y el futuro, como una forma de cuestionar su experiencia de desarraigo e integración étnica.

“En la investigación me encontré con un archivo que habla acerca de las ‘tandas de indios’, que era el trabajo forzado para las minas y quien tenía que cumplir con eso eran los purépechas que se rotaba y cada año se pedía un número de trabajadores dependiendo de la bonanza de las minas y encontré que mi pueblo estaba dentro de esas obligaciones tributarias; hubo mucho conflicto porque siempre se oponían las comunidades a eso, era una muerte segura y de la que regresaban pocos”, agregó.

Cuando el artista se enteró que el lugar asignado para su participación en la 15 Bienal FEMSA era el Museo del Pueblo en Guanajuato, el artista no dudó, tenía que protestar a través de su obra.

“Me dijeron que la obra estaría en la que fuera la casa del Marqués de Rayas, quien justamente fue dueño de todas las minas de Guanajuato. Me interesaba entablar un diálogo entre mi experiencia de desplazamiento que fue lingüística, yo ya no hablo purépecha por todo un proyecto de castellanización de la educación pública y como estos otros purépechas que seguramente se parecían, les pasó lo mismo”.

Salvador Xharicata decidió realizar un especie de ritual que se hace cuando se pierde el alma y hay que rescatarla.

“Hay un audio de mi abuela que repite unas palabras en purépecha que en español sería como ‘¡Levántate ya!, ¿Dónde te quedaste? ¡Vámonos a casa!’. Lo que me interesaba era desneutralizar ese espacio, que ahora es un museo, con una casa tradicional de mi región para reencontrarme con estos otros jóvenes y habitar esa herida que fue para ellos corporal y la mía también es corporal lingüísticamente, porque creo que sin cuerpo no hay lenguaje y sin lenguaje tampoco hay cuerpos”.

La tradición oral purépecha, la memoria y el lenguaje materno como potencial política, atraviesan las reflexiones de su trabajo.

En la instalación Nint’ani aparece un elemento en los videos que es el cabello que “ante esta pulsión de estar imposibilitado de hablar mi lengua materna, busco otras formas de hablarlo. Yo creo que mi cuerpo tiene memoria lingüística y se da a través del cabello, para mí es como otra forma de dialogar con mi abuela y mi mamá”.

Alrededor de la obra de arte hay una serie de pequeñas bancas que tienen escritas las cartas del Marqués de Rayas segundo que mandó a la Corona en 1805 pidiendo que se aumentara el número de trabajadores. Me parece muy curioso que Guanajuato, una ciudad cuna de la Independencia y el Marqués, quien es un héroe de la independencia, se sustente en otra historia de violencias”, aseguró .

—Al final de cuentas, realizas una protesta artística

Sí, claro. Hay algo que me gusta mucho de lo que hago, que es esa pulsión por lo que me negaron y se vincula un poco a una historia personal. Estudié en Guanajuato y cuando salí de mi pueblo me marcaron como indígena y siempre me lo hacían visible. Esta región históricamente tiene más marcadas estas condiciones del colonialismo y era un poco regresar a Guanajuato y poner mi casa y recordar a mis muertos. Para mí, el cuerpo es la casa del lenguaje.

PCL

  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.