Sobre la felicidad hay “pocas grandes novelas”: Juan Gabriel Vásquez

Para el ganador del Premio Bienal Mario Vargas Llosa, la literatura, sobre todo la de imaginación, ilumina “momentos difíciles”.

Juan Gabriel Vásquez. (Especial)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez asegura que acercarse a la historia del cineasta Sergio Cabrera no resultó nada sencillo, no solo por su convencimiento de que las pequeñas historias son las que terminan por escribir el presente y el futuro de las sociedades, sino por el conocimiento que había tenido de esa historia íntima, la que se convirtió en germen de Volver la vista atrás.

“La intervención de la literatura en nuestro mundo, en nuestras vivencias, en nuestra experiencia, se interesa en esos momentos de conflicto, porque son ambiguos, grises, difíciles… nos dejan dolor y cicatrices; la literatura, sobre todo la de imaginación, tiene unas herramientas extraordinarias para ayudarnos a lidiar con eso, para iluminar momentos difíciles, para tomar un momento de caos y, sin reducir el dolor que nos causa, ordenarlo y darle un sentido”.

Ganador de la cuarta edición del Premio Bienal Mario Vargas Llosa, el autor de novelas como El ruido de las cosas al caer, Las reputaciones o La forma de las ruinas tiene la certeza de que la literatura permite entender los mecanismos por los cuales los seres nos hacemos daño, los mismos mecanismos lidiamos con el daño que nos hace el otro.

Por ello, es un convencido de que el conflicto y los momentos difíciles forman parte esencial de los intereses de la literatura. Hay muy pocas grandes novelas cuyo tema sea la felicidad, la dicha o la satisfacción: eso no produce literatura, en palabras de Juan Gabriel Vásquez, quien recuerda al escritor francés Henry de Montherlant y su frase: “La felicidad escribe en blanco sobre blanco”.

“Es decir, no se ve, no deja rastro sobre la página. Más bien, la literatura tiene la curiosa característica de enfrentarnos con lo más difícil, oscuro, inaceptable de nuestra condición humana y, misteriosamente, salimos de ahí con una comprensión nueva o siendo más capaces de lidiar con eso, habiendo pasado por una especie de iluminación que nos permite lidiar mejor con nuestra condición humana”.

La historia de Colombia

En Volver la vista atrás, Juan Gabriel Vásquez reinterpreta la vida del cineasta Sergio Cabrera, de sus años en la China de Mao, su paso por la guerrilla colombiana, muy breve, pero que lo marcó muchísimo, como una metáfora de la historia de Colombia, la cual aún requiere de fichas que ayuden a armar “ese rompecabezas incompleto y difícil que es el pasado colombiano.

Que ilumine un rincón de esa experiencia y sirva a mis lectores para entender una parte de nuestra experiencia que, sin la novela, probablemente sería inaccesible, estaría un poco en penumbras o no se habría contado. Eso es lo que espero que la novela cause, porque de los privilegios que tiene como género es que nos permite abrir un espacio para que los seres humanos —que vamos por la vida juzgando y absolviendo o condenando a los demás— suspendamos el juicio moral y tratemos de hacer entender”.

La obra es una invitación a entender a estas personas, una situación en concreto: una muy difícil que sigue causando mucho dolor, mucho conflicto en Colombia, siendo uno de los propósitos de Volver la vista atrás: ayudar a los lectores a entender una parte de la historia colombiana. 

Lo incontable de algunos libros

Hay una parte del pasado que si no contáramos con la escritura de imaginación, quedaría a oscuras: ¿cómo se sentía un hombre en las guerras napoleónicas?, por ejemplo. “Eso no nos los pueden contar los mejores libros de historia: las novelas, la escritura de imaginación, llega a lugares de nuestra experiencia pasada inaccesibles para los demás géneros que tenemos”.

yhc

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