Uno a uno, los eventos de boxeo en destinos como América, Europa y Asia comenzaron a detenerse por la contingencia del Covid-19, creando un ambiente de incertidumbre y frustración entre peleadores, promotores, entrenadores, dirigentes, incluso en los mismos fanáticos.
De manera paulatina, el deporte de los puños, que en condiciones normales es uno de los que rara vez ve descanso en el año, se ha apagado y no solo en las arenas, también en los gimnasios.
Esta situación es solo una pequeña fracción dentro del mundo del deporte que, de manera gradual, vio la suspensión en las últimas semanas de maquinarias como la NBA, la Fórmula 1, las Grandes Ligas y, por supuesto, toda la actividad del futbol en las principales Ligas profesionales.
“Nunca ha sucedido algo como esto. ¿Va a estar todo normal en 30 días? Quién sabe… ¿Cómo es nuestra conversación dentro de dos semanas? No lo sabes. Lo difícil es que no lo sabemos. ¿Quién diablos lo sabe?”, declaró Carl Moretti, vicepresidente de la promotora Top Rank a ESPN, retratando la complejidad del problema que se vive.
Y es que el panorama no es nada sencillo: boxeadores y entrenadores en casa pensando qué es lo que sigue y cómo lograrán sacar adelante su día a día, promotores con la incertidumbre de qué hacer con las fechas que tenían para televisión y si se podrán reprogramar, organismos a la espera de algún tipo de desenlace que les pueda dar un panorama claro y los fanáticos rascando en los archivos de peleas legendarias para poder sobrellevar el tiempo.
El alto en las actividades llegó al punto de que uno de los ejes medulares del boxeo, como lo es la pelea contra el consumo de sustancias prohibidas, también sufrió una pausa, al menos por dos semanas, al ser imposible desarrollar las visitas a los clasificados mundiales y apelando a la integridad de los deportistas.
“Seré honesta, estoy aterrada, pero aún soy funcional. Cuando me dijeron esta semana que el gimnasio (Gleason, donde trabaja) debía cerrar por la contingencia, me fui al suelo y lloré, porque no sé cómo me haré cargo de mi familia. Mis peleas me ayudan, pero lo que mantiene todo andando es mi cheque por entrenar a las personas. Será muy duro no pelear, no entrenar y no poder trabajar”, relató la boxeadora Heather Hardy, quien aseguró que deberá ponerse creativa para tener una forma de ingreso en tanto las cosas se regularizan en Nueva York.
Promotoras pequeñas, medianas y grandes deciden bajar el telón por un tiempo, registrando pérdidas importantes en sus ingresos como el inglés Eddie Hearn, quien en un principio proyectó perder entre 40 mil y 50 mil libras por cada show que tuviera sin fanáticos, sin tomar en cuenta que después tendría que cancelar su calendario, al menos hasta abril.
Algunos de los más afectados pueden ser las grandes figuras del deporte, como Saúl Canelo Álvarez, quien en su última pelea generó una entrada de 8 millones de dólares en venta de boletos, o el inglés Anthony Joshua, quien también cuenta con el apoyo de los fanáticos en las taquillas, generando entradas superiores a los 9 millones. Ellos difícilmente dejarán esas entradas de dinero, como lo harían algunos peleadores de mediano nivel que podrían presentarse a puerta cerrada en alguna función televisada si es que la cuarentena se alarga más de lo proyectado.
“Es una situación muy complicada y delicada, pero se tiene que priorizar la salud. Definitivamente, es un golpe fuerte para nuestra empresa, pero no podemos arriesgar la vida de nadie por dinero. Esperemos que pronto se supere esta emergencia sanitaria”, declaró un promotor mexicano que prefirió el anonimato, pero que insistió en que sus pérdidas económicas ascienden a 150 mil pesos, mínimo, por cada cartelera suspendida o pospuesta.
En tanto, algunos boxeadores han aprovechado este tiempo para estar más presentes en las redes sociales y tener un poco de interacción con los fanáticos e incluso proponen rutinas de ejercicio que se pueden realizar desde casa, mientras que los que tenían fechas más cercanas para reaparecer se mantienen entrenando con un bajo perfil y evitando multitudes a la espera de que en algún momento la maquinaria se ponga de nuevo en marcha.
EL PANORAMA DE LOS BOXEADORES MEXICANOS
En la actualidad, México tiene nueve campeones mundiales, y ésta es la forma en la que el Covid-19 afectó sus planes para los siguientes meses:
SAÚL ÁLVAREZ
Pelearía el 2 de mayo ante Billy Joe Saunders, pero ya quedó descartado. Volvería hasta septiembre para cerrar la trilogía con Golovkin.
EMANUEL NAVARRETE
Tiene cinco defensas en 14 meses, por lo que estaba contemplado en la cartelera que encabezarían Lomachenko y Teófimo López.
JUAN FRANCISCO ESTRADA
Con una operación reciente en el puño, el sonorense se mantenía con rehabilitación a la espera de definir su futuro.
LEO SANTA CRUZ
Pensaba volver en junio o julio para enfrentar a Gervonta Davis, pero esto ya quedó en el aire y el estadunidense cambiaría de rival.
JOSÉ RAMÍREZ
Enfrentaría a Viktor Postol en China, pero estalló el coronavirus y la pelea se pospuso hasta mayo; aunque de nueva cuenta se aplazaría.
JULIO CÉSAR MARTÍNEZ
Estaba negociando para formar parte de la cartelera del 2 de mayo, la misma que encabezaría Canelo Álvarez; ahora buscará otra fecha.
MIGUEL BERCHELT
Estaba negociando para enfrentarse al ex campeón Óscar Valdez en junio; ambos quieren el combate que se podría realizar después.
REY VARGAS
Con ocho meses de inactividad, el mexiquense estaba a la espera para su sexta defensa del campeonato, aún no se definía a su rival.
ELWIN SOTO
El monarca pensaba defender en julio, posiblemente en Estados Unidos, el título que ganó hace un año; ahora está a la espera de concretar rival.