Tras el polémico empate que protagonizaron Saúl 'Canelo' Álvarez y el kazajo Gennady Golovkin el 16 de septiembre del año pasado, tanto los boxeadores como el público se quedaron con las ganas de un desempate que de una vez por todas definiera al mejor sobre el ring. La fecha fue pactada casi de inmediato para el 5 de mayo del 2018.
Todo transitaba a pedir de boca, el ambiente entre los dos colosos del box seguía calientito y se antojaba una revancha de poder a poder. Sin embargo, el 17 y 20 de febrero, el boxeador tapatío dio positivo en dos pruebas antidoping, lo cual marcaba el principio del fin para sus intenciones de vencer a Golovkin, situación que el kazajo tampoco desaprovechó para evidenciar al 'Canelo' por no aprobar los mencionados exámenes.
'GGG' admitió haberle "perdido el respeto" al mexicano y advirtió que "era claro que consumía sustancias prohibidas".
Al respecto, Álvarez se defendió y puso su trayectoria por delante: "Jamás ensuciaría mi carrera, estoy tranquilo y estoy orgulloso de lo que he hecho y nunca he ingerido ninguna sustancia ilícita. Lamento que haya dudas, quiero ofrecer una disculpa por todos los inconvenientes que esto ha traído".
El 18 de abril, 'Canelo' compareció ante la Comisón Atlética de Nevada, la cual le impuso una "suspensión temporal" por su positivo por Clembuterol.
Finalmente, el triste desenlace que todos esperaban, se consumó el 3 de mayo, cuando Eric Gómez, presidente de Golden Boy Promotions confirmó que la pelea se cancelaba porque no habría tiempo para promoverla.
Todo esto ya es cosa del pasado, que ahora sirve como un arma para que Golovkin intente desestabilizar al mexicano y que el 'Canelo' ha dicho que lo ha fortalecido mentalmente para noquear a su rival el 15 de septiembre en el T-Mobile Arena.