Para muchas de las peleadoras, las grandes oportunidades se tienen que salir a buscar porque solas... no llegan. No importa el trabajo, ni el esfuerzo, pareciera que su futuro está en un limbo y deben resolverlo negociando y soltando puños.
Muchas veces sin promotor y sin patrocinios, las boxeadoras toman las riendas de sus carreras para buscar de puerta en puerta las oportunidades. Como en el caso de la capitalina Jessica González.
“Las boxeadoras que estamos aquí no es por lo económico, sino por el amor al deporte y por lo que significa el boxeo para nosotras”, dijo en entrevista Jessica, quien tuvo que viajar a Rusia y sorprender a una boxeadora local para ganar su posición como retadora obligatoria, después de siete años de intentos fallidos.
Desafortunadamente, nuestra compatriota perdió por decisión y terminó con una lesión cerebral grave, que la mantendrá tres meses en reposo absoluto.
Problema global
Pero esta situación no solo es un problema del boxeo femenil latino, pues la primera monarca indiscutida supermedia, la estadunidense Franchon Crews, alcanzó la hazaña de unificar los cuatro principales cinturones gracias a su habilidad en el ring y en la mesa de negociaciones, pues sin una empresa detrás, ella y su esposo, el boxeador Glenn Dezurn, tuvieron que manejar todo. Incluso ella se diseña la ropa con la que sube a pelear.
Sin embargo, si la meta es conseguir esos cheques llenos de ceros, las apuestas tienen que ser mucho mayores, como en el caso de la boricua Amanda Serrano.
La boxeadora apodada The Real Deal (inspirada en Evander Holyfield) es la única peleadora en la historia con nueve campeonatos mundiales en siete divisiones diferentes, pero debido a las pocas oportunidades no solo probó suerte en las Artes Marciales Mixtas (MMA), también experimentó con las divisiones haciendo lo que muy pocos se atreven.
Entre 2016 y 2019 Serrano brincó por cinco divisiones, fluctuando entre las superligeros (63.5 kg) y las supermoscas (52.1 kg). Pero no lo hizo en orden, fue aprovechando las oportunidades que tuvo enfrente, siendo el brinco más extremo el que dio entre septiembre del 2018 y enero del 2019 cuando bajó 11.4 kilogramos (de superligero a supermosca de golpe) para conquistar los dos títulos vacantes.
Cambio de deporte
Otro camino para conseguir esos cheques –pero que tampoco se acercan a los que reciben sus compañeros boxeadores– es el cambio a las artes marciales mixtas, como lo hizo Claressa Shields.
Shields es la única boxeadora en la historia (mujer u hombre) que se hizo de dos campeonatos indiscutidos, pero nada de lo logrado se refleja ni deportivamente hablando, ni en el terreno económico. A la estadunidense –quien además es doble medalla de oro olímpica– le cuesta trabajo mantenerse activa y conseguir rivales.
Por eso brincó a las MMA en la Professional Fighters League, en donde lleva dos contiendas, una victoria y el descalabro que sufrió ante la mexicana Abigaíl Montes.
En una reciente entrevista con MILENIO-La Afición, Ana María Torres –una de las pioneras del boxeo mexicano– aseguró que ver los pasos que ha dado el deporte en los últimos años ha sido muy alentador, pero aún falta.
“Ya vimos peleas de mujeres en sitios estelares, los primeros grandes sueldos, pero aún falta que se integre y sea parejo”, dijo.
FCM