La acción volvió este miércoles a la Liga Profesional de Futbol Femenino (NWSL) de Estados Unidos después de haber participado en la huelga del pasado fin de semana en defensa de las compañeras que denunciaron abusos y coerciones sexuales y dijeron que se mantendrán en la lucha.
El sindicato de jugadoras emitió una serie de demandas en torno a la investigación de la liga sobre la conducta sexual inapropiada por parte de equipos y entrenadores, y también hizo que sus jugadoras participaran en una muestra de solidaridad durante los partidos que se jugaron este miércoles.
Los equipos pararon en el sexto minuto en reconocimiento a los seis años que tardaron en salir a la luz las acusaciones hechas por las exjugadoras Mana Shim y Sinead Farrelly de coerción y acoso sexual contra el exentrenador Paul Riley.
La protesta también es en reconocimiento a aquellas jugadoras "que lucharon durante demasiado tiempo para ser escuchadas". El anuncio estuvo acompañado del hashtag #NoMoreSilence.
El anuncio pidió a los aficionados que permanecieran en silencio en apoyo de las jugadoras. "Durante ese tiempo, le pedimos que permanezca en ese dolor e incomodidad con nosotras, mientras consideramos lo que a muchas de nosotras se nos ha pedido que nos sentemos durante demasiado tiempo".
La NWSL se ha visto afectada en los últimos meses por una serie de despidos y renuncias relacionadas con la coerción sexual, el acoso y / o el comportamiento abusivo.
La pasada semana, Riley fue despedido por North Carolina Courage después que surgieron acusaciones de que durante su tiempo con los Portland Thorns, participó en la coerción sexual y el acoso de Shim y Farrelly.
Como resultado de una investigación iniciada por los Thorns en 2015, el contrato de Riley no se renovó, aunque no se le impidió obtener un empleo más tarde con el Western NY Flash, que más tarde se convirtió en North Carolina Courage, y del que el pasado jueves fue despedido.
GFR.