El doctor Mark Schmidt, principal acusado en el caso internacional de dopaje sanguíneo conocido como 'Aderlass', fue condenado a cuatro años y diez meses de prisión este viernes por un tribunal de Múnich.
La fiscalía había pedido cinco años y medio de prisión contra este médico de 42 años, culpable de haber organizado una red internacional clandestina de dopaje sanguíneo activa al menos de 2012 a 2019, a beneficio de esquiadores y ciclistas.
La investigación identificó a 23 clientes del laboratorio clandestino, de ocho nacionalidades diferentes.
El tribunal además dictó que Schmidt no podrá ejercer la medicina durante tres años y recibió una multa de 158 mil euros (191 mil dólares).
La prohibición de tres años fue justificada por la jueza Marion Tischler porque el médico había administrado a un ciclista de montaña un producto no autorizado para humanos.
"Ha hecho un experimento en un humano, más allá de cualquier límite ético", le dijo.
Sus cuatro cómplices también fueron reconocidos como culpables. El principal, Dirk Q., recibió dos años y cuatro meses de prisión, prácticamente la detención preventiva que ha tenido.
La enfermera Diana S., que reconoció haber practicado transfusiones sanguíneas a los deportistas, fue condenada a un año y cuatro meses condicionales. Los dos otros, entre ellos el padre del médico, fueron multados.
El procedimiento fue el primero de esta amplitud desde la adopción en Alemania en 2015 de una ley antidopaje.
"Finalmente tenemos un juicio con una pena severa para los tramposos", señaló el presidente del Comité Olímpico y Deportivo Alemán (DOSB) Alfons Hormann, "una señal muy importante para todo el mundo del deporte y una confirmación bienvenida por aquellos que practican el deporte respetando las reglas del 'fair play'".
FCM