La gimnasta Simone Biles, ganadora de cuatro medallas de oro olímpicas, se preparó para su muy esperado regreso a la competición con una impresionante sesión de entrenamiento antes del US Classic del sábado, su primer evento desde los Juegos Olímpicos de Tokio.
La superestrella de 26 años, campeona mundial en 19 ocasiones, no ha participado en competiciones de élite desde su drama en Tokio 2020, que fueron retrasados debido a la pandemia, hace dos años.
Después de tener dificultades en las rondas iniciales de la competición por equipos en esos Juegos, se retiró y posteriormente se retiró también de la competición general, así como de las pruebas de salto, barras asimétricas y suelo.
El viernes, practicó en los cuatro aparatos con rutinas familiares y terminó en el potro.
No habló con los periodistas después de la sesión, pero la entrenadora de Biles, Cecile Landi, dijo que la estrella de la gimnasia no había tenido dudas de última hora sobre su regreso a la acción.
"No estaríamos aquí si hubiéramos visto alguna vacilación", dijo Landi. "Es su voluntad estar aquí, la apoyamos, la vemos, así que mientras nos diga que está lista para competir, continuaremos".
Landi dijo que Biles mencionó por primera vez su deseo de regresar durante una cena en un restaurante mexicano en marzo, y luego intensificó sus esfuerzos después de su boda en mayo.
"Diría que fue después de su boda cuando terminó todo, que vimos un cambio en su entrenamiento y compromiso para volver", remarcó.
Biles dijo que en Tokio sentía que tenía "el peso del mundo sobre mis hombros".
Atribuyó sus problemas a un episodio de lo que los gimnastas llaman "twisties", donde los atletas se desorientan y pierden su sentido de dónde están en el aire en un momento dado, lo que potencialmente los pone en riesgo de lesiones al aterrizar.
Finalmente, regresó para la final de barra de equilibrio, optando por una rutina menos ambiciosa de lo habitual que le valió una medalla de bronce.
Pero su experiencia en Tokio abrió un amplio debate sobre la salud mental en el deporte y las presiones de las altas expectativas en los atletas de élite.
Biles, al igual que docenas de gimnastas de élite, sufrió abusos sexuales a manos del exmédico del equipo de Estados Unidos, Larry Nassar, quien está encarcelado. Continúa usando la ayuda de un terapeuta para lidiar con el aspecto mental del deporte.
Todavía no ha decidido si su regreso la llevará a los Juegos Olímpicos de París del próximo año, pero una actuación exitosa este fin de semana seguramente aumentará las esperanzas de su tercera aparición olímpica.
NV