Mientras la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y la Asociación Femenil de Tenis (WTA) trabajan en conjunto para reprogramar el calendario del deporte blanco, evaluando incluso las posibilidades de extender el final de temporada hasta finales del 2020, los jugadores profesionales están preocupados por las consecuencias económicas que provoca en la mayoría de ellos la pandemia por el coronavirus.
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Si bien el tema de los puntos del ranking ya quedó solucionado, luego de que quedara determinado que quedarán congelados para evitar movimientos injustos, un tema igual de importante, el de sus ingresos, aún no ha sido resuelto.
Es muy sencillo: si no juegan, no ganan dinero.
Para tenistas top, como Roger Federer, Rafael Nadal o Novak Djokovic, esto no supone un mayor problema, pues la mayoría de su riqueza la han hecho a raíz de sus patrocinadores, lo que hoy les permite ser de los principales donadores ante la pandemia; sin embargo, aquellos rankeados por debajo de los 200 mejores del mundo viven con lo que generan de torneo en torneo, y la mayoría no cuenta con ahorros.
PIDEN APOYO
Hace unos días, la tenista que ocupa el puesto 375 del ranking de la WTA (154 del ranking de dobles), la georgiana Sofia Shapatava, lanzó una petición online a través de change.org para que la Federación Internacional de Tenis (FIT), la ATP y WTA apoyen económicamente a los tenistas durante la crisis.
Los jugadores no son empleados de los circuitos, por tanto, no reciben absolutamente nada. Esto es una gran diferencia con los esquemas de otros deportes, como el futbol, en los que los jugadores se ven afectados con la reducción de sus salarios. Más de 1,800 tenistas han firmado ya la petición.
Al momento, el tenis mundial está suspendido hasta el 13 de julio, lo que significa que desde la cancelación del torneo de Indian Wells en marzo pasado hasta la fecha mencionada, se acumularán 21 torneos en el circuito de la ATP que no se llevarán a cabo, incluyendo un par de Grand Slams y cinco eventos Masters 1000; mientras que en el circuito femenil hablamos de un total de 24, lo que se traduce en pérdidas de miles de dólares.
Tan solo en un hipotético escenario en el que un jugador perdiera en las primeras rondas de los ya cancelados Masters 1000, éste hubiera tenido un ingreso de 105 mil dólares por participar… y eso sin contar lo que pudiera haber conseguido disputando torneos ATP 500 y ATP 250.
TORNEOS, TAMBIÉN EN RIESGO
Pero no solo los jugadores se están viendo afectados, pues algunos torneos de menor categoría se enfrentan con la posibilidad de desaparecer al no recibir ingresos por una edición cancelada.
La mayoría de este tipo de eventos menores no cuenta con seguro, pues éste sería una inversión de entre 200 y 700 mil dólares al año que no pueden solventar; e incluso en el caso de los pocos que sí cuentan con uno, están protegidos, pero ante eventualidades ‘comunes’, como terremotos o incluso atentados terroristas, no en específico contra una pandemia provocada por un virus, como es el caso extraordinario que estamos viviendo.
Una vez más, a diferencia de deportes como el futbol, disciplina en el que los principales ingresos provienen de los derechos de transmisión, los eventos en el tenis sobreviven en un 70 por ciento por patrocinios. Y éstos no pagarán por no poder ver su marca anunciada.
“Nuestra intención de dar a conocer cualquier medida de apoyo será mejor coordinada una vez que sepamos la duración de esta crisis y cuándo el Tour pueda reanudarse”, comentó el chairman de la ATP, Andrea Gaudenzi.
Una actualización del calendario, incluyendo la reprogramación de eventos, llegará a mediados del mes de mayo, y quizá venga acompañado por un plan de ayuda económico, aunque Steve Simon, cabeza de la WTA, declaró que el circuito “desafortunadamente no se encuentra en posición financiera de compensar a todas, especialmente a las que tienen la mayor necesidad… en el nivel que esperan”.
Y ADEMÁS
LA COPA ROGERS VOLVERÁ HASTA 2021
La WTA anunció ayer la cancelación de la versión femenil de la Copa Rogers 2020, un torneo que se habría realizado en Montreal, Canadá, del 7 al 16 de agosto.
“Nuestra prioridad en el manejo de esta crisis ha sido siempre garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros jugadores, aficionados, voluntarios, socios y empleados”, dijo Eugene Lapierre, director del torneo en Montreal. “Por tanto, con mucho pesar recibimos estas noticias, pero entendemos que esta decisión era necesaria”.
El certamen femenil volverá a Montreal en agosto de 2021, con la local Bianca Andreescu como campeona reinante.
Tradicionalmente, las ramas masculina y femenina alternan sedes del torneo entre Toronto y Montreal. Hasta el sábado, el torneo de hombres en Toronto seguía en pie.