El impacto de la relocalización de las cadenas productivas no solo se verá reflejado en la instalación de nuevas fábricas y naves industriales, sino también en la construcción de la vivienda que requiere la fuerza de trabajo, menciona Carlos Martínez, director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
El fenómeno del nearshoring ha creado un escenario en el que el factor habitacional se convierte en una prioridad para México, explica el directivo. Por ello, desde las trincheras de esta institución de seguridad social del Estado mexicano se ha implementado un programa para diseñar planes de desarrollo urbano en los municipios a los que se prevé llegarán inversiones, para instalar nuevas plantas de producción y así definir suelo habitable y apuntalar la colocación de crédito en dichas regiones.
Desde su perspectiva, ¿cómo impacta en materia de vivienda el nearshoring?
Con la llegada de nuevas empresas a México por la relocalización y el crecimiento del empleo, muchas ciudades tendrán una importante demanda de vivienda, servicios urbanos, centros de salud y movilidad. Es importante que las ciudades atiendan esta demanda y cuenten con planes de desarrollo, para poder determinar en dónde se debe de construir esa vivienda.
Buscamos estar mejor preparados que en la década de 1990, cuando se instalaron las primeras empresas en la frontera norte del país por el boom del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en ese entonces no se pensó mucho en dónde iban a vivir los trabajadores, ni cómo se iban a transportar; de hecho, el impacto de las naves industriales reconfiguró por completo todas las ciudades de la frontera, basta ir a Ciudad Juárez y ver la gran expansión que tuvo sobre el desierto, al igual que en Tijuana y Mexicali. Toda la frontera tiene efectos de esas plantas que se instalaron y la vivienda se fue desarrollando alrededor de los centros de trabajo.
el dice..."La vivienda es un detonador de la economía,
pero también es una puerta de entrada de los trabajadores a otros derechos básicos".
Es importante que las empresas piensen en vivienda cuando planean instalar una planta productiva en México, ya que su llegada provocará una presión demográfica en estados como San Luis Potosí, Nuevo León, Chihuahua, Baja California, Sonora, Coahuila y Tamaulipas, además de en las ciudades ligadas al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Sabemos que la vivienda es un detonador de la economía, pero también es una puerta de entrada de los trabajadores a otros derechos básicos como la educación, el empleo, la salud y el entretenimiento.
¿Cuál ha sido el reto del programa de apoyo con los planes de desarrollo urbano que arrancó el Instituto en 2023?
Convencer a los municipios de que lo necesitaban. Siempre que en las noticias anunciaban que una empresa instalaría una planta en un lugar pensábamos: “ese municipio no tiene vivienda suficiente para abastecer la demanda que generará el empleo”. Desde el Infonavit observamos que no estaban preparados y prueba de ello es que 75 por ciento de los ayuntamientos no cuentan con un plan de desarrollo urbano. Por eso, el Consejo de Administración del Infonavit aprobó una inversión de hasta 125 millones de pesos (mdp) para crear planes de desarrollo urbano en alrededor de 50 municipios del país, que tengan un proyecto de inversión en curso o ya se haya anunciado; que tengan terrenos y un esquema de planeación que permita alojar vivienda, así como un alto número de empleados registrados ante el IMSS, es decir, que ofrezca talento en la localidad.
Batallamos para encontrar a los municipios, llegaron alrededor de 150 solicitudes, y se comenzó con un análisis mucho más fino para cotejar iniciativas de inversión y donde valía la pena hacerlas. Los municipios elegidos están ubicados principalmente en la frontera norte del país o donde hay mayor desarrollo industrial. También vamos a impulsar el Plan Metropolitano Urbano en Oaxaca, principalmente en Salina Cruz y en algunos municipios que están cerca de infraestructuras estratégicas. Otro ejemplo es el Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el cual va a generar al menos siete parques industriales, que atraerán empresas que se instalen en la línea del tren.
¿Cuánta vivienda se requerirá para satisfacer la demanda del nearshoring?
Depende de las industrias que decidan instalarse en cada región, pero también del terreno del que dispongan los municipios para construir viviendas, porque hay municipios con un área habitable muy pequeña, ya sea porque tienen suelos que se inundan o son áreas naturales protegidas o tienen una zona ejidal grande.
Entonces, el área habitable del municipio se reduce mucho y se tiene que pensar en las tipologías de vivienda, es decir, si tiene que ser vivienda en departamento y con altura, algo que a veces no le gusta a los municipios, porque todos quieren casa sola. Una vez que tengamos los resultados podemos sacar un promedio de la vivienda que se construirá.
¿Cuáles son los desafíos del Infonavit para garantizar vivienda en los próximos años?
El reto es continuar innovando en productos financieros y acciones que permitan al Infonavit garantizar que los trabajadores de menores ingresos puedan ser dueños de un patrimonio, así como analizar esquemas de renta social y renta con opción a compra con el objetivo de que las personas que menos ganan también tengan la posibilidad de acceder a una vivienda adecuada y atender sus necesidades de movilidad laboral.
El Infonavit cuenta con una cartera crediticia grande, donde el trabajador tiene libertad para comprar un terreno y autoconstruir una casa, comprar una vivienda o mejorar la que tiene, y ese abanico es lo que permite garantizar un hogar a los trabajadores.
Entre los programas y acciones que se pusieron en marcha el año pasado, ¿cuál ha sido el más exitoso?
Responsabilidad Compartida, que sirve para cambiar los créditos de Veces Salario Mínimo (VSM) a pesos, es nuestro programa más exitoso por el impacto que tiene en la vida de las personas, al lograr que su crédito deje de ser una pesada carga financiera.
Este programa lo iniciamos desde 2019, y a la fecha hemos logrado que 1.2 millones de personas conviertan su crédito y obtengan descuentos en conjunto por 84,000 millones de pesos (mdp).
PRL