¿Habrá red 5G en México?

FT Mercados

Esta red podrá comunicar a personas y robots, pero debe superar barreras regulatorias y financieras en México.

Habilitar esta red requiere 10 veces más antenas transmisoras de las existentes y miles de kilómetros de fibra óptica (Shutterstock).
Leonardo Peralta
Ciudad de México /

Las redes móviles de quinta generación, mejor conocidas como 5G, prometen enviar y recibir datos con una velocidad de descarga de hasta 20 gigabits por segundo. Estas redes serán capaces de comunicar no solo personas, sino sensores, máquinas, vehículos, robots y una multitud de dispositivos más.

No obstante, hacer realidad esta promesa en México implicará la instalación de nueva infraestructura que pondrá a prueba desde la capacidad financiera de las empresas de telecomunicaciones hasta la regulación en materia de construcción.

Por ello, el consorcio internacional 3GPP, dedicado a crear estándares técnicos para servicios de telecomunicaciones móviles, anunció en 2018 la liberación de los patrones que permiten a la industria de telecomunicaciones crear infraestructura y dispositivos para las redes 5G. 


Este fue el banderazo de salida para que cientos de empresas de equipo y terminales de telecomunicaciones comenzaran el diseño y la manufactura de aparatos para la red. 

Pero la promesa de contar con redes de mayor velocidad en menor tiempo de respuesta crea expectativas sobre el inicio de operación de la 5G en México, ya que tanto operadores como autoridades tienen obstáculos por sortear. Por ejemplo, las redes 4G usan un grupo de frecuencias del espectro radioeléctrico denominadas Advanced Wireless Services (AWS), ubicadas entre los 1.7 y 2.2 gigahertz, mientras que las redes 5G usarán en simultáneo por lo menos dos bandas de frecuencia distintas.

El estudio Panorama del Espectro Radioeléctrico en México, publicado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en marzo, señala que México evalúa el uso de nueve bandas del espectro para las redes 5G, de las cuales, una fue licitada para servicios móviles en septiembre del año pasado, la de 2.5 gigahertz, mientras que otra, la de 700 megahertz, es utilizada para la Red Compartida operada por la empresa Altán.

El resto de las bandas que podrían usarse para la 5G no fueron incluidas en el Programa Anual de Uso y Aprovechamiento de Bandas de Frecuencias 2019. “Todavía está en fase exploratoria la licitación de las bandas de frecuencia, aunque buena parte del espectro de las redes 4G puede usarse para la siguiente generación”, dijo Mario Fromow, comisionado del IFT, durante el evento Convergencia 2019 realizado en julio en la Ciudad de México.

Mayor inversión en infraestructura

 Además del espectro, para poner en operación las redes 5G se necesitará una cantidad mucho mayor de infraestructura. A decir de William Webb, presidente de la consultora Webb Search, “quizá se necesiten entre 5 y 10 veces más antenas transmisoras de las que hoy están instaladas para habilitar redes 5G”.

 No existen estadísticas oficiales sobre la cantidad de torres de telecomunicaciones móviles en México, pero de acuerdo con reportes para las autoridades bursátiles, cinco empresas de infraestructura tienen poco más de 28,200 torres en México, por lo que una instalación de 5G requeriría elevar la cantidad de transmisores a más de 280,000 antenas.

 Pero eso no es todo, los estándares de las redes 5G indican que cada antena deberá conectarse con redes de fibra óptica para transmitir las cantidades masivas de datos, que provendrán no solo de los teléfonos inteligentes que usamos, sino de sensores, maquinaria, vehículos y otros dispositivos.

Desplegar las redes de nueva generación implica inversiones adicionales de las empresas del sector, en áreas que van desde el cableado de nuevos sitios hasta el rediseño de los sistemas de administración de la red. Serán inversiones de gran escala: tan solo la Red Compartida, proyecto que busca cubrir 92% del territorio nacional con tecnología 4G, requiere una inversión de 7,000 millones de dólares (mdd). En contraste, datos del IFT indican que la inversión promedio anual de todos los operadores de telecomunicaciones móviles fue de poco más de 21,500 millones de pesos (mdp) entre 2013 y 2018.

 Este monto de inversión hace que las empresas de telecomunicaciones piensen mejor a la hora de invertir cantidades masivas de dinero en redes 5G. Miguel Calderón, vicepresidente de Telefónica en México, afirma que “hay muchos temas de sustentabilidad financiera que se deben resolver antes de comenzar el despliegue de las redes de última generación”. Agrega que “además de instalar nuevas antenas y cableado, las redes 5G requieren una reorganización de las operaciones por entero”.

 Esto hará que los despliegues de 5G sean primero en zonas de alto poder adquisitivo: “las empresas de telecomunicaciones muy probablemente iniciarán sus despliegues de quinta generación en zonas urbanas de alta densidad poblacional, que abarquen ciudades donde tales despliegues sean financieramente viables”, dice William Webb.

Reglas claras 

Además de los costos de instalación de infraestructura, están las dificultades regulatorias para instalarla. Un análisis realizado por el IFT en 17 municipios de cinco entidades del país en 2017, encontró que solo dos tenían regulación específica para instalar nueva infraestructura de telecomunicaciones, mientras que el resto oscilan entre la carencia absoluta del marco regulatorio y trámites poco claros, lo que abre la puerta a la corrupción. 

María Alexandra Vélez, directora de asuntos regulatorios de la empresa de torres de telecomunicaciones SBA, dice que la situación de México es común en Latinoamérica. “Las empresas buscan instalar infraestructura en municipios que ejercen sus facultades regulatorias de manera poco homogénea, pero al mismo tiempo gozan de gran autonomía, por lo que las autoridades nacionales tienen poco poder para imponer reglas o por lo menos estandarizarlas”, explica. 

En respuesta a la necesidad de un mejor marco regulatorio para instalar infraestructura de telecomunicaciones, el gobierno federal creó durante la administración de Enrique Peña Nieto un grupo de trabajo con representantes de organizaciones como la Subsecretaría de Comunicaciones y la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria. Sin embargo, solo los municipios del estado de Hidalgo adoptaron un modelo de trámites unificado, con base en las recomendaciones de dicho grupo.

La gran incógnita está en la capacidad de los consumidores para adquirir nuevos servicios de telecomunicaciones en México, que si bien prometen mayores velocidades, implicarán costos distintos a los de las redes 4G. 

Si bien en los últimos años el consumo de datos móviles creció hasta llegar a dos gigabytes mensuales por usuario al inicio de este año, el ingreso mensual se mantiene relativamente estable desde 2016, en un promedio que ronda los 124 pesos al primer trimestre de 2019, de acuerdo con análisis publicados por la consultora The CIU.

 Pese a todo, las redes de nueva generación serán instaladas en México y en el mundo. “Las aplicaciones como los coches autónomos y los centros de cómputo en las cercanías de las zonas de uso, junto con las apps comerciales, impulsarán este tipo de redes, aunque lo más probable es que serán pequeños despliegues especializados”, menciona Joaquín Saldaña, directivo de Huawei para Latinoamérica, una de las empresas más involucradas en el despliegue de la tecnología 5G.

 El futuro nos está alcanzando, y aunque estamos a un paso de enviar y recibir datos con una velocidad de descarga de hasta 20 gigabits por segundo, en México aún nos falta trabajo para instalar las redes de quinta generación.



LAS MÁS VISTAS