La epilepsia es un trastorno cerebral en el que existe un exceso de electricidad, proveniente de las neuronas encargadas de procesar y transmitir información a través del sistema nervioso central. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año cerca de 5 millones de personas en el mundo son diagnosticadas con epilepsia, la cual puede ser de origen genético o bien por una lesión cerebral resultante de un traumatismo o un derrame cerebral.
De acuerdo con el doctor Joseph Sirven, neurólogo de Mayo Clinic, cuando una persona padece epilepsia es evidente para quienes los rodean y presencian un episodio agudo de la enfermedad, como convulsiones, lentitud al hablar o actuar, así como temblores en piernas y brazos, entre otras cosas.
“El problema con el diagnóstico es que no hay nada más una forma en que se presentan los ataques. Las personas con epilepsia no tienen memoria de sus episodios. Entonces, cuando van al médico, dicen que tienen trastornos de memoria de clase corta y no saben por qué y esa es una parte difícil del diagnóstico. En este punto son muy útiles los testigos. Además, hay quienes presentan crisis de forma muy dramática y otros para los que es mucho menos agresivo”, señala el especialista.
¿Cómo se trata la epilepsia?
Hay muchos tratamientos. Existen casi 35 fármacos diferentes que se pueden usar para controlar los ataques y ayudan a las personas a tener una mejor calidad de vida. Existe la cirugía, pero solo es viable en ciertos casos; también hay marcapasos que han salido hace poco y son estimuladores que se usan para personas que no son candidatas a una cirugía. Recientemente también se está utilizando una dieta cetogénica, que recomienda un bajo consumo de carbohidratos y es muy alta en proteínas y grasas. Funciona porque cambia el metabolismo del cerebro y protege al paciente de tener crisis constantes.
¿Cuándo se recomienda el uso de fármacos?
Los medicamentos ayudan a controlar la epilepsia cuando no se es candidato a una cirugía, y como terapia complementaria, pues solos no garantizan una cura. Además, existen algunos efectos secundarios poco agradables como cansancio, sueño o pérdida de energía; ciertos fármacos detonan ansiedad y depresión, además de que el paciente gana o pierde peso. Hay 35 fármacos actualmente y tenemos casi un libro de los diferentes efectos que generan estos medicamentos.
¿Qué pacientes son candidatos a una cirugía?
La persona que tiene varios ataques o crisis epilépticas al mes y no han sido controladas por dos o más diferentes fármacos. Se puede realizar a casi todas las edades, pero recomendamos hacerlo típicamente en adultos de 18 años y más. Aunque la edad no es tan importante como la salud general de la persona.
¿Qué tan efectiva y riesgosa es la cirugía?
La efectividad de la cirugía es alta, la esperanza de cura es de 60 por ciento a 70 por ciento. Tras la cirugía, estos pacientes mantienen activo su tratamiento farmacológico y cuando las crisis se ausentan por un periodo de entre tres a cinco años, se les retiran definitivamente.
él dice...“Se está utilizando una dieta cetogénica
Que recomienda un bajo consumo de carbohidratos y es alta en proteínas y grasas”
En cuanto a los riesgos, son los de cualquier cirugía, siempre existe la posibilidad de que se presente una infección postoperatoria o un sangrado excesivo durante el procedimiento. No obstante, el riesgo de tener algún otro efecto secundario serio es menor a 2 por ciento.
Ciertamente es seguro hacerla si se hace en un centro médico específico, porque allí saben cómo es el proceso, lo que tienen que controlar y hacer para asegurar que el paciente mejore su calidad de vida tras el procedimiento quirúrgico.
¿Cuál considera el mayor avance en los últimos años en el tratamiento de la epilepsia?
Los marcapasos, sin duda. Son tres diferentes y se colocan a través de una cirugía dentro de la cabeza, sin cortar el cerebro. Los marcapasos pueden leer las ondas eléctricas del cerebro y cuando ven abundancia de electricidad anormal entre las neuronas, ayudan a estimular ese lugar específico del cerebro para calmar la electricidad inusual.
Estos dispositivos son perfectos para ayudar a las personas que no son candidatas a una cirugía y a quienes los fármacos ya no les están funcionando. Obviamente, colocar un marcapasos también requiere exponerse a una cirugía, pero el hecho de que no requiera cortar tejido cerebral es un punto importante.
Diría que actualmente solo hay un problema con los marcapasos: son muy costosos y eso limita el acceso para quienes no cuentan con un seguro de gastos médicos o fondos suficientes para cubrir el costo.
¿Qué se está trabajando para el futuro?
En este momento estamos probando nuevas formas para manejar la epilepsia, incluyendo medicamentos que podrían disminuir la inflamación del cerebro, además de una nueva gene therapy (genoterapia), esto es una terapia genética que aún no ha empezado a practicarse de manera extendida, sigue en etapa de experimentación, pero en caso de funcionar, cambiará definitivamente el pronóstico y las expectativas de cura para los pacientes epilépticos.
CHC